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La misión europeo-rusa a Marte logra un éxito a medias

jueves, 20 de octubre de 2016

Richard García
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Al momento de descender en el planeta, se perdió el contacto con el módulo Schiaparelli. Si la comunicación no se restablece, sería la segunda vez que los europeos no consiguen hacer descender un vehículo propio en el Planeta Rojo desde 2003.



Estatus desconocido. Hasta las últimas horas de ayer, esta era la condición con que la Agencia Espacial Europea (ESA) describía la situación de su lander o módulo de descenso Schiaparelli, que debió haber aterrizado en la superficie marciana pasadas las 11:45 horas de ayer. Pero como si fuera un déjà vu de lo que ocurrió con el Beagle 2 en 2003, la señal de la nave se perdió 30 segundos antes de tocar el suelo del planeta rojo.

Por eso cuando alrededor de una hora más tarde se confirmó que el orbitador TGO consiguió insertarse en la órbita del planeta, las celebraciones fueron limitadas. Ya pasadas las 15:30, hora de Chile, Paolo Ferri, director de operaciones de la misión, informó que el veterano orbitador Mars Express, que tenía la misión de captar la señal radial de entrada, había registrado el mismo patrón: transmisión perfecta hasta minutos antes de tocar el suelo y luego silencio.

Todavía hay esperanzas. Ferri adelantó que trabajarán toda la noche en el centro de control de la ESA en Darmastadt, Alemania, para determinar qué salió mal o si las señales dan algún débil indicio de que después de todo Schiaparelli ya está en la superficie marciana. Habrá que esperar hasta un nuevo contacto hoy a primera hora de la mañana europea.

Nada alentador para una misión que se presentaba como la primera que realmente iba a buscar información sobre vida en el planeta desde que los gemelos Viking no llegaron a una respuesta concluyente en 1976.

Justamente Schiaparelli tenía que probar una serie de tecnologías que serían puestas en práctica en la segunda parte de la misión, que debe poner en suelo marciano el Exomars 2020. Pero si la tecnología no resultó, quedan dudas sobre si se arriesgarán a enviar este vehículo, que debe perforar el suelo de Marte en busca de evidencia biológica que pudo existir hace millones de años.

En la ESA restaron dramatismo al silencio del módulo, argumentando que es una misión de prueba, pero que el orbitador tiene años de investigación científica por delante.

Desde 1971, que se iniciaron los intentos de descensos en Marte de naves terrestres, solo siete de 15 vehículos lo han hecho en forma exitosa.

"No quiero ser pesimista, pero se ven pocas posibilidades de éxito", comenta el ingeniero Mauricio Henríquez, del laboratorio de estudios espaciales de la U. Austral, sede Puerto Montt, quien actualmente trabaja en el Centro Marshall de la NASA. "La atmósfera marciana hace un aterrizaje mucho más complejo que en la Luna. Aunque en nuestro satélite no hay atmósfera que frene al vehículo y por ende no se puede usar paracaídas, como la gravedad es menor que la de la Tierra, con el uso de retrocohetes el golpe final puede ser más controlado", explica.

Riesgo tecnológico

En cambio Marte tiene atmósfera. "Es muy poca para frenar un vehículo completamente, pero sí es suficiente para quemarlo a la entrada o hacerlo rebotar. Por eso se ha probado con una combinación de tecnologías de retrocohetes, bolsas inflables que hacen rebotar la nave, paracaídas, radares o corazas antifricción que luego se tienen que separar, lo que en definitiva le agrega más riesgo a la misión en caso de que falle cualquiera de esos sistemas", reconoce el ingeniero.

"Quizás hay algo en el ambiente marciano que afecta a los componentes que deben establecer las comunicaciones y no resisten el contacto con él", sugiere el ingeniero Marcos Díaz, académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile.

Díaz, quien es investigador líder del proyecto Suchai, que planea enviar un nanosatélite civil chileno al espacio, opina que el problema central tiene que ver conque hay una experiencia que los demás no poseen. "No porque los estadounidenses logran descensos exitosos en Marte, los otros pueden conseguirlo, son tecnologías diferentes".

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