domingo, 16 de octubre de 2016
Silvana Celedón Porzio
El Mercurio
Respecto de los desafíos que deberá asumir el próximo líder de la CPC, sostiene que crecimiento, modernización del Estado y restablecimiento de las confianzas son los temas prioritarios.
Hace casi dos años, Andrés Santa Cruz López (59 años) dejó la presidencia de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC). Pero esta no ha sido una razón para que el también ex líder de la Sociedad Nacional de la Agricultura (SNA) -cargo que ejerció entre diciembre de 2000 y 2005- se aleje de los temas gremiales. Eso sí, aclara desde un inicio: "Mi minuto en la CPC ya pasó", descartando de plano ser una alternativa para suceder a Alberto Salas (ver recuadro). Esto, pese a que varios empresarios lo han mencionado como una opción válida. Hoy, Santa Cruz, desde la vicepresidencia de la Asociación Chilena de Seguridad (AchS) y los cinco directorios donde participa, sigue muy de cerca el acontecer económico y político del país, e incluso no le complica definir cuáles son las principales tareas que enfrentará el próximo timonel de la CPC y el perfil que debiese cumplir quien ocupe este cargo a partir de marzo de 2017. -¿Qué temas, a su juicio, van a marcar la próxima presidencia de la CPC? "Hay dos temas de fondo que tendrá que abordar el próximo presidente de la CPC. El primero es el crecimiento del país. Este tema ha sido abandonado en Chile, y debiese volver a ser el eje en la discusión. El segundo desafío es abordar de una vez por todas la modernización del Estado. Llegó el momento de decir ¡basta ya con la mediocridad del Estado!". -¿Esta es una preocupación suya, o que comparten otros empresarios? "Es una inquietud mía, pero que también les preocupa a muchos empresarios". -¿Y qué situaciones concretas de "mediocridad en el Estado" han encendido las luces de alerta en el sector privado? "Acá no solo estamos hablando de la tramitología para poder invertir, que es uno de los aspectos que afectan directamente a los empresarios. Cuando vemos lo ocurrido en el Sename, el Censo, el Registro Civil y Gendarmería, son claras muestras de una mediocridad del Estado que el país no puede seguir aceptando". "El país necesita de un sector público eficiente, pero hasta ahora el Estado está completamente al debe en este tema. Los servicios públicos no responden hoy a la demanda del siglo XXI. Y esto no pasa por un tema de recursos, pues el Estado no saca nada con tener más plata si la gasta mal". -¿Por qué cree que el crecimiento y la modernización del Estado han quedado como temas rezagados? "Porque los vociferantes han puesto la agenda, y eso no puede seguir ocurriendo. Esto tiene que terminar. La agenda debe avanzar pensando en los desafíos que tiene Chile a futuro. No se pueden hacer políticas públicas mirando por el espejo retrovisor, que es lo que hoy se está haciendo". "Hay que oír lo que demanda la gente, y un ejemplo claro es la demanda por una reforma al sistema de pensiones, pero este tema debe abordarse en forma seria". -Lo noto preocupado por la situación que enfrenta el país. "Estoy preocupado. Me inquieta el Chile actual y el clima de desconfianza que se ha instalado. Esto debe acabar; no podemos echarnos el país y permitir que Chile se arruine. Acá hay que tener cojones, mirar los desafíos que tiene el país para los próximos 20 años y enfrentar a la opinión pública con la verdad. No podemos permitirnos que a falta de caballos los burros troten". -¿Quiénes son los responsables del clima de desconfianza que se ha instalado? "Es responsabilidad de todos; por eso todos los sectores debemos buscar una solución y dejar de pasar la cuenta al otro". "El papel nuestro es convocar al diálogo y a los acuerdos, pero también tenemos que elevar el discurso; eso implica ponernos de acuerdo en el tono, pero también fijar ciertas normas básicas en el uso del vocabulario. Por ejemplo, tenemos que dejar a un lado las personalizaciones y las descalificaciones. Si no hacemos eso, las confianzas no se podrán restablecer, y se producirá una fractura social en el país. Si uno ve las redes sociales, el nivel de insultos es impresionante, y no podemos permitir que esa sea la relación entre los chilenos. Lo que debe imperar es el respeto y el diálogo. Este no es el coliseo romano, esto es Chile". Los dichos del ministro Valdés: "Hay muchas primaveras que son lluviosas y con heladas" -¿Qué le parecen las metáforas del ministro de Hacienda de que hay "efectos primaverales"? "Hay muchas primaveras que son lluviosas y con heladas, con mucho aborto de flores y, por ende, con pocos frutos". "Aquí hay que abordar los temas de fondo, y los principales son crecimiento, modernización del Estado y el restablecimiento de las confianzas". -Por lo menos, los dos principales temas, crecimiento y modernización del Estado, pasan por Hacienda. ¿Su crítica es, entonces, a la gestión del ministro Rodrigo Valdés? "Lo que pasa es que tenemos un muy buen director de orquesta en Hacienda, pero muchos músicos de esa orquesta desafinan, e incluso algunos no siguen al director". Financiamiento de la política
"Sigue siendo una muy mala reforma, y, sin duda, una de las principales tareas que enfrentará el próximo gobierno es simplificar e incorporar mecanismos de fomento a la inversión al sistema tributario, manteniendo la recaudación".
"El financiamiento de la política provenía de dos fuentes: de boletas y de favores que el Estado pagaba con pegas a los operadores de turno. El primer tema fue legislado, y se solucionó, pero el segundo tema sigue pendiente".
