El matrimonio de María Rojas y Gonzalo Espinoza estuvo siempre unido por el deporte sobre esquíes. Ella era de las pocas odontólogas egresadas de la Universidad de Chile y él, un experto en el negocio de los vinos. En la Laguna de Aculeo, con sus amigos fueron parte del Club de los Pingüinos, el que cada verano realizaba nuevas, más osadas y diferentes piruetas náuticas. Su amor por los esquíes los llevó con sus dos hijos, en invierno, a las canchas de Farellones. Esta fotografía la envió su hija Marisol.