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Jaime Gajardo (PC), presidente del Colegio de Profesores:

"El 'todos contra Gajardo' es mucho ruido, es irreal... La disidencia tiene fallas de origen"

domingo, 25 de septiembre de 2016

Carlos Said
Nacional
El Mercurio

El dirigente cree que su grupo no pagará los costos de haber entrado a la Nueva Mayoría y que ganará las elecciones. Además, defiende avances en demandas históricas del gremio, pese a que aún no se han concretado.



El Colegio de Profesores, con sus 52 mil miembros, es uno de los gremios más importantes del país. El año pasado realizó un paro de 59 días, que en un momento -según las autoridades- alcanzó una adhesión del 59% de los colegios públicos.

Hoy, el magisterio está en etapa de elecciones. El 23 de noviembre, los docentes elegirán a su nueva directiva, y el actual presidente, Jaime Gajardo, podría repostularse. Ya lleva tres períodos en el cargo y, por estatutos, puede acceder a un cuarto, aunque no sabe si continuar.

"No es una situación dramática, aunque sabemos que la gente está por la alternancia en los cargos", dice.

Al revisar sus nueve años a cargo del colegio, asegura que están marcados por avances paulatinos, aunque no totales, pero que se encuentran en peligro ante la eventual llegada de la disidencia a la testera del gremio.

"Nuestro balance es positivo. La Carrera Docente es una inversión de US$ 2.084 millones y el bono de incentivo al retiro que conseguimos hasta 2024 suma US$ 186 millones más. En nuestra gestión hemos logrado el nivel más alto de inversión en la educación pública en la historia del magisterio. Estas conquistas se traducirán en estabilidad laboral de 37 mil docentes. Aumentaron los salarios, el apoyo continuo, las horas no lectivas y se creó el bono de incentivo al retiro", enumera.

Gajardo dice: "Me considero un privilegiado de la época. Me tocó liderar el movimiento del magisterio por el bono SAE (de mejora de remuneraciones) en 2007. Viví las más grandes movilizaciones por la deuda histórica, en 2009, y que fue un elemento que incidió en que la Concertación perdiera la elección. Luego, en 2011, irrumpió la movilización estudiantil, en 2014 enfrenté un paro por la agenda corta y, en 2015, fue el paro de la Carrera Docente".

-Ha visto pasar ocho ministros de Educación, ¿con quién tuvo peores relaciones?

"Fue con Felipe Bulnes, porque con él no avanzamos nada. Hubo una relación muy tensa y solo buscó abortar el movimiento educacional. Y otro momento difícil fue con Nicolás Eyzaguirre, cuando mandó el proyecto de Carrera Docente, que no tenía nada que ver con lo que habíamos conversado previamente. Fue desagradable, porque con Eyzaguirre habíamos consensuado algunos pilares que debía tener la carrera".

-¿Cuándo definirá su repostulación?

"Las listas se inscriben el 7 de octubre y hasta ese minuto no se puede especular nada, porque estamos en conversaciones. Nada está definido y en mi caso, hasta ese día, mantendré en reserva mi postulación y me abocaré a explicar la Carrera Docente y el encasillamiento".

-Y como Nueva Mayoría, ¿creen que puedan ganar?

"En nuestro grupo estamos tranquilos ante lo que viene, porque confío en que el profesorado valorará los avances concretos que alcanzamos en el último tiempo. De que falta, falta. Pero tenemos una política de largo plazo que no tiene la disidencia, donde hay mucha crítica".

-¿Y cómo explica que toda la disidencia (Partido Humanista, Fuerza Social y grupos emergentes de izquierda) se haya unido en una sola lista?

"Esa disidencia tiene nombres de fantasía. El Movimiento por la Unidad Docente nunca ha ido a una elección, no sabemos cuál es su política. Mario Aguilar va siempre solo. Y el Movimiento Amplio se preocupa de ser conducción más que de una política, y no tiene una estructura de base. El 'todos contra Gajardo' es mucho ruido, es irreal".

"La disidencia tiene una falla de origen, que es pensar que todo se resuelve con la intransigencia y la política del todo o nada. En el mundo gremial, la movilización es fundamental, pero si no está acompañada de diálogo y propuesta, existe el peligro de aislamiento y pérdida de incidencia. Si entra un grupo como este, perderemos incidencia en la discusión educativa, porque para ellos el paro es el fin, no el medio. Y eso llevará al magisterio a un punto muerto, como lo que pasó con el movimiento estudiantil".

-¿Y no cree que el PC está pagando el costo de sumarse a la Nueva Mayoría?

"Estamos tranquilos, porque si fuera una gestión sin logros ni avances, puede tener lugar la crítica de que por ser parte del Gobierno perdimos el rol social. Pero aquí estamos hablando de avances concretos. Se demuestra que estar en la calle es compatible con ser parte de un gobierno, porque hemos avanzado. Apelamos al acerbo político cultural del gremio para que valoren lo que se ha hecho".

Demandas históricas

Cuando Gajardo llegó a la presidencia, en 2007, había tres consignas que movilizaban a los profesores: el fin de la evaluación docente, el pago de la denominada deuda histórica y la desmunicipalización de los colegios. Pero salvo el último punto, que hoy se tramita en el Congreso, las dos primeras siguen siendo demandas del gremio docente. Pese a eso, el dirigente afirma que ha habido avances.

-¿Por qué no consiguieron el pago de la "deuda histórica"?

"Conseguimos que se formara una mesa de diálogo, que está vigente. Se está cuantificando el universo de los docentes afectados, y existe una resolución de la OIT que pide buscar un camino de reparación. Y logramos crear una convergencia en el colegio de que lo que nos importa es una reparación y no el pago de la deuda total, porque eso ya se hizo inviable e imposible".

-Y con la evaluación docente, existe la idea de que a los profesores no les gusta evaluarse...

"La evaluación tiene varias modificaciones. Lo que falta es que se considere toda la evaluación en el avance de la carrera, no solo el portafolio. Además, hay que lograr que la evaluación sea formativa y no punitiva... Me opuse a la evaluación docente cuando se instauró, porque era sin carrera. ¿Qué pasa con el bien evaluado? Nada. La OCDE dice que la evaluación jugó un rol de rendición de cuentas, no de mejora del sistema; por eso la criticamos. Estamos de acuerdo con la evaluación, pero modificada y dentro de la carrera. Eso de que nos oponemos a evaluarnos, no es así".

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