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Juan Andrés Fontaine:

"El gran trabajo político de aquí a la próxima elección es transmitir bien en qué consiste nuestra ruta, nuestro proyecto, y que no es solo una mayor tasa de crecimiento, no es solo mejor gestión"

domingo, 25 de septiembre de 2016


Reportajes
El Mercurio




LE GUSTA HABLAR DE LO QUE CONOCE y asegura que la política no es de esas fortalezas, aunque resulte obvio que los chilenos comiencen a mirar hacia el próximo gobierno cuando "el 74% piensa que vamos por mal camino". Con todo, el escenario es aún muy incierto y cualquier pronóstico político, muy especulativo, afirma el ex ministro de Economía de Piñera.

Juan Andrés Fontaine cree que en los próximos meses, Chile Vamos y la Nueva Mayoría deberían abocarse a trabajar en ese nuevo camino, en esa oferta de cambio que la gente espera.

¿Volver a lo anterior en el caso de Piñera, si se considera su buen posicionamiento actual en la carrera presidencial?, le preguntamos.

"No diría exactamente eso. En 2009, Piñera planteó un nuevo estilo de gobernar, no para cambiar el rumbo respecto de la Concertación, sí para cambiar de ritmo, con más arrojo, mejor gestión. Hoy eso es más válido que nunca. La Nueva Mayoría torció el proyecto de la Concertación y fracasó".

-¿Fracasó en la oferta o en la estrategia? ¿La gente discrepa de los cambios o de la forma en que se están haciendo?

-La gente cree que vamos por mal camino, que el país está estancado o retrocediendo, y las reformas tributaria, laboral y educacional tienen enorme rechazo. Es muy difícil distinguir si hay mal diseño o mala implementación; lo concreto es que este camino va mal.

Creo que el mensaje de asumir los desafíos del desarrollo con fuerza, con energía y creatividad es mucho más valido hoy, cuando estamos creciendo bajo el 2% y se estima que nuestro potencial es 3% en el mejor de los casos. El país ha podido palpar qué sucede cuando un gobierno pasa a considerar secundario el crecimiento".

"AL FIJAR COMO OBJETIVO CRUZAR EL UMBRAL DEL DESARROLLO EN ESTA DÉCADA, INADVERTIDAMENTE DIMOS LA SENSACIÓN DE QUE LA PROSPERIDAD ESTABA A LA VUELTA DE LA ESQUINA", dice a modo de autocrítica Fontaine. "Y no lo está", recalca,"ni en el sentido más restringido del ingreso per cápita, ni en el más amplio de calidad de vida".

"Nunca se percibió que aquí había una disyuntiva, que ha quedado clara durante este gobierno. Que redistribuir significa sacrificar crecimiento. Que privilegiar la educación gratuita significa postergar otros objetivos sociales de gran valor, como salud o seguridad".

Eso no hace más fácil la tarea que hay por delante, comenta el ex ministro que, junto a otros expertos de Libertad y Desarrollo, están siempre involucrados en debates sobre coyuntura y recomendaciones de políticas pública. En esa condición, ha sostenido reuniones con gente vinculada a la fundación Avanza Chile, a otros centros de pensamiento de centroderecha y ocasionalmente con el propio Piñera.

Por eso sabe con certeza que la tarea que viene "es más difícil que en 2010. Hay un peor entorno externo, una mayor necesidad de reconquistar confianza, de rectificar un clima y reformas adversas. Ahora sí que hay que cambiar el rumbo".

"EL GRAN TRABAJO POLITICO DE AQUÍ A LA PRÓXIMA ELECCIÓN es transmitir bien en qué consiste nuestra ruta, nuestro proyecto, y que no es solo una mayor tasa de crecimiento, no es solo mejor gestión, por crucial que eso sea. Estamos hablando del conjunto de oportunidades y seguridades que surgen de darle a la gente más capacidad de escoger, de innovar a través de la educación, del trabajo", explica. Prueba de esa buena gestión y del acierto de políticas como el ingreso ético familiar y la creación de empleos fue "la baja de la pobreza durante el gobierno del ex Presidente Piñera es extraordinaria", hace notar.

Sin embargo, recalca que este cambio de rumbo, esta vez, será más difícil. Y tendrá más costos, en especial políticos. "El próximo gobierno tendrá que tomar decisiones que podrán tener costos políticos, y hay que asumirlos para transmitir también que uno está asumiendo en serio los desafíos del desarrollo".

-¿Y qué pasa con las reformas? ¿Habrá que enterrarlas?

-En mi opinión, y es solo a título personal, requieren cirugía mayor. ¿Quién puede discrepar de los objetivos de dar mejores oportunidades en educación, de mejor calidad y para todos? La discusión está en los instrumentos. Lo mismo en lo laboral: todos queremos mejorar las remuneraciones, la pregunta es cómo hacerlo sin crear desempleo o trabajo informal.

-¿Ve disposición a asumir esos costos? Hoy Chile es un país más difícil de gobernar y un eventual gobierno de centroderecha podría tener una oposición mayor de la izquierda, que se ha fortalecido.

-Es una dificultad. Hay una fuerza política emergente que hay que considerar y que va a tener más expresión que antes en el Parlamento, dado el cambio al sistema electoral. Pero, al mismo tiempo, la receta que ellos han estado recomendando en este periodo ha sido mala, y espero que ese veredicto se refleje en las próximas elecciones. Eso mostraría que la mayoría de la ciudadanía no quería este cambio radical, sino que modificaciones de énfasis o prioridades. También veo mayor cercanía entre expertos de distintos sectores políticos, que se han desencantado con las políticas de este gobierno. Los técnicos pueden encontrar hoy más terreno común que antes.

Y AUNQUE LAS CONDICIONES SON FAVORABLES PARA CHILE VAMOS Y PARA PIÑERA , su ex ministro no minimiza las "dificultades importantes" que enfrentará el próximo gobierno. "Soy un convencido de que bastan unas pocas medidas bien pensadas e implementadas para dar un giro. No es difícil desde lo técnico, sí creo que habrá que tener la capacidad política para revertir toda la carga negativa que la izquierda ha logrado poner en torno al llamado "modelo económico", y para asumir medidas que a corto plazo no son particularmente populares. Del tipo de las medidas de austeridad fiscal que está intentando implementar hoy el gobierno de la Presidenta Bachelet.

-¿Cree que la presión electoral de la coalición puede dificultar la ya difícil tarea del ministro Valdés?

-Valoro lo que ha hecho el ministro Valdés, el giro significativo en el impulso fiscal con que veníamos. No sé cómo se materializará eso el próximo año. El gasto tendrá que crecer mucho menos de lo que venía y de lo que esperan los partidos de la NM; aún así tendrá un déficit fiscal muy importante.

"Tengo una opinión menos favorable de los intentos que ha hecho por revertir las malas expectativas de empresarios y consumidores; era necesaria una corrección mucho más fuerte en lo laboral".

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