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Crecimiento de la ciudad

Más alto, más denso y más caro: la nueva fisonomía de Santiago en los próximos años

domingo, 25 de septiembre de 2016


Reportajes
El Mercurio




La esquina de las Rejas con Ecuador, en la comuna de Estación Central, se ha transformado en el último tiempo en una especie de "tierra maldita" para los arquitectos y urbanistas chilenos. ¿La razón? Las varias decenas de torres de gran altura construidas o en construcción en el sector y que constituyen el ejemplo perfecto -en opinión de los especialistas- de lo mal que se lleva en Santiago el equilibrio entre densidad y extensión, clave para lograr paliar la falta de espacio.

¿Cómo ubicar cerca de mil habitantes en una cuadra? Edificando varias torres de departamentos altas y delgadas. El problema es que este mecanismo, de moda en varias comunas de la capital, va en crecimiento, y podría a 2020 transformar a Santiago en una ciudad con cada vez menos barrios y, por lo tanto, con menos identidad.

"Lo ideal es que haya una gran cantidad de habitantes, ordenadamente localizados. Pero en vez de eso, hoy significa construir en un terreno menor una torre enorme", explica Cristián Boza, quien propone acumular la misma cantidad de personas en edificios de cuatro pisos, para lograr uniformidad.

Coincide con él Genaro Cuadros, quien asegura que es típico que torres gigantescas generen conflictos de convivencia en los vecindarios y problemas posteriores para las municipalidades. Además, existe una opinión unánime de que la gran mayoría de estos proyectos no consideran su unidad con el entorno y la mantención de las áreas verdes.

Según las cifras que se manejan, en dos años podrían construirse 120 mil nuevos departamentos. Y la cifra, a 2020, seguiría subiendo debido al aumento de la población de Santiago.

El problema, según Pedro Bannen, es que "el suelo metropolitano escasea, y hoy se prioriza el tamaño del proyecto". Agrega que la necesidad de suelo hará que los terrenos aptos para construir sean cada vez más difíciles de encontrar y, sobre todo, más caros. "En concreto, si hoy es difícil encontrar una casa, si para un matrimonio joven es cada vez más caro arrendar, en 2020 eso será peor. Todavía no estamos en la peor fase, puesto que Santiago aún no es una ciudad tan turística como podría ser. Cuando sea más atractiva, para los dueños de departamento será mejor negocio arrendarles a extranjeros que a chilenos", explica.

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