lunes, 19 de septiembre de 2016
Pablo Tirado
El Mercurio
La entidad acaba de sumar 100 nuevos socios, entre los que se consideran empresas e instituciones. Además, ya cuenta con una comunidad de más de 15 mil emprendedores.
Más de 15 mil emprendedores, 100 socios empresariales e institucionales y 13 contratos de I+D, avaluados en $1.786 millones. Esas son solo algunas de las cifras que acumula el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini en sus dos años y medio de funcionamiento. En este tiempo, además, el edificio del organismo, que está emplazado en el Campus San Joaquín de la Universidad Católica y que lleva la firma del arquitecto Alejandro Aravena, fue destacado con el premio "Design of the Year" del Museo del Diseño de Londres. Pese a todos esos logros, Alfonso Gómez, presidente ejecutivo del centro, está convencido de que el impacto de su organización está todavía en una fase inicial. De hecho, por estos días le gusta repetirle a quien quiera escuchar la frase "desde una esperanza radical, un cambio cultural", para sintetizar lo que esperan que el centro genere a futuro. "Lo de la esperanza radical tiene que ver con que estamos profundamente convencidos de este sueño país, de un puntito en el sur del mundo que tiene oportunidad de ser una sociedad desarrollada y creemos que esa posibilidad pasa porque seamos capaces de desarrollar valor, agregando conocimiento. La misión de este centro es clave para desarrollar de manera integral y completa a Chile. También nos surge esta esperanza radical de ver que hay algo en las nuevas generaciones, en su espíritu más dispuesto a tomar riesgos, menos dispuestos a quedarse tranquilos bajo el alero de una empresa. En una sociedad que tiene tantas divisiones, hay algo en torno a la innovación y el emprendimiento que nos hace creer que podemos tener una gran esperanza, de ahí una radical esperanza, en que lo que estamos haciendo acá en el centro es algo tremendamente importante para el país", explica Gómez. Agrega también que cuando habla de "cambio cultural", no se refiere solo a las cosas nuevas que hay que conocer, sino que también a nuevas maneras de acción, nuevas actitudes, conversaciones y valoraciones. "Con esto queremos decir que tenemos que estar dispuestos en el corto plazo a cosechar algunas realidades, pero también tenemos que estar dispuestos a hacer apuestas más de largo plazo, de las que posiblemente no vamos a ver sus frutos porque estamos construyendo algo que es tan profundo como un cambio en los individuos y en el colectivo de la sociedad". Foco del centro Y es justamente pensando en el largo plazo que el centro se ha propuesto varias metas. Entre las más relevantes se encuentra promover la asociatividad como un valor fundamental para que el centro tenga un mayor impacto en la sociedad. "Queremos potenciar la innovación precompetitiva, esto es, que se juntan para tratar de hacer que la torta sea más grande y después van y compiten en el mercado para ver quién se queda con una tajada más grande de la torta", explica el presidente ejecutivo del centro. En ese mismo punto, agrega que buscan que el centro sea un articulador de la innovación, vale decir, que el desarrollo de los proyectos no solamente se concrete con personal del centro, sino que con actores de la sociedad en general. Otra de las metas para las que trabaja el centro de innovación UC es en la incorporación de su sistema productivo, de sus empresas en el denominado tren de olas del tsunami tecnológico digital: internet de las cosas, Big Data, etc.: "Queremos ser un elemento que ayude a la toma de conciencia de las oportunidades y riesgos que implican, para que Chile destaque en la incorporación de estas nuevas tecnologías", dice Gómez. Un tercer foco del centro se relaciona con el capital humano. En esa área, están convencidos de que el país necesita gente mejor preparada y para ello están trabajando en nuevos programas. En el caso de los doctorados, por ejemplo, están buscando un nuevo perfil que considera mayor contacto de los estudiantes con las empresas, trabajando en proyectos reales. "También nos interesa mucho la parte de arriba de la pirámide organizacional, los gobiernos corporativos. Estamos empeñados en que la gobernanza de las instituciones en Chile no solamente se limite a optimizar las operaciones de los negocios ya existentes, sino que a lo menos tengan apuestas hacia la realidad disruptiva. No es posible que los gobiernos corporativos no estén sintonizados con los cambios que vienen", enfatiza Alfonso Gómez. Las metas del centro de innovación son ambiciosas, más aún si se tiene en cuenta que, pese a todos los esfuerzos, Chile aún no destaca en los índices de innovación: la inversión en I+D ronda el 0,3% del PIB y está fuertemente concentrada en el sector público. "Debería haber una concertación de nuestra sociedad y para eso es necesario movilizar voluntades políticas, para que existan las fuentes de financiamiento para poder hacer tantas iniciativas como son posibles", apunta Gómez. En esa misma senda, apuesta por cambios profundos: "Una gran tarea que nos hemos propuesto es la instalación en nuestra sociedad de la temática de la innovación y del emprendimiento como tarea nacional. En la que desde los distintos ámbitos de la sociedad, Chile tenga claro que todos necesitamos y tenemos que apoyar la creación de una cultura que aprovecha el conocimiento para crear valor para todos sus integrantes".
