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En un procedimiento abreviado se condenó por estafa a Claudio Labbé, ex esposo de la actriz Francisca Merino.

Disputa legal entre ex compañeros del Craighouse impacta en negocios y en la farándula

domingo, 11 de septiembre de 2016

Valeria Ibarra
Economía y Negocios Domingo
El Mercurio




Fueron amigos desde los cuatro años. Jugaron a la pelota juntos, aprendieron a leer en la misma sala, compartieron su colación miles de veces. Rodrigo Vásquez, Sergio Jalaff y Claudio Labbé se conocen desde el prekínder del Colegio Craighouse. Pero, cuatro décadas más tarde, la amistad se quebró cuando, en distintos negocios, Labbé -ex marido de la actriz Francisca Merino, de la que se divorció este año- contrajo deudas con sus ex compañeros de colegio y amigos, acreencias que no pudo pagar.

Los amigos lo demandaron, en lo penal y lo civil. En la mayoría de los procesos hoy existen sentencias, todas desfavorables para Claudio Labbé.

La exportación de fruta imaginaria, con clientes inventados

En el caso de Rodrigo Vásquez, las acreencias suman cerca de $400 millones y se originaron cuando en julio de 2013 se asoció con su ex compañero de colegio en un negocio de exportación de fruta congelada, como arándanos, frutillas y granadas, destinadas a Estados Unidos y Europa, confiando en la experiencia de Labbé, que había sido gerente de Frutos del Maipo.

En el negocio, Labbé propuso utilizar la sociedad Light Representación, que era de su esposa, Francisca Merino, para que operara como intermediaria en la actividad exportadora, según se pormenoriza en la querella que presentó Vásquez en contra de Labbé y Merino, en enero de 2015, en la que los acusa de estafa y apropiación indebida (ver imagen de documentos).

Según dicho texto, Labbé "aportaría los clientes, la logística y el know how que tan bien conocía", mientras Vásquez "pondría el financiamiento, atendiendo el muy buen acceso que tengo al crédito bancario, debido a mi buen nombre y prestigio", dice otro párrafo del documento. Y es que ya entonces el ex ejecutivo agroindustrial tenía problemas con la banca: en los registros del Poder Judicial figuran demandas por deudas del Banco de Chile, Santander y CorpBanca.

El negocio consistía en comprar fruta en Chile, para lo cual necesitaba del dinero de Vásquez -quien operaba a través de la sociedad United Food-, y se vendía al exterior. Pero tales operaciones "nunca existieron en realidad, sino que todas ellas -14 en total- fueron el fruto de la imaginación" de Labbé, sostiene el escrito, el que añade que incluso "inventó clientes, como los chinos Daniel Yu y Yenny Yiu, con empresas y correos electrónicos falsos".

Todo esto fue reconocido por Claudio Labbé antes de que el caso llegara a la esfera penal. El 24 de noviembre de 2014, el empresario había redactado de su puño y letra la siguiente misiva, que fue firmada en la Notaría Félix Jara Cadot y que luego se incorporó como antecedente en la querella interpuesta por Rodrigo Vásquez: "Me apropié indebidamente de $338.888.460 pertenecientes a la sociedad United Food S.A., por negocios que maliciosamente me encargué de que los ingresos pertenecientes a estos negocios fuesen depositados en cuentas corrientes propias, de mi representada y sociedades relacionadas a mí (...) De esta situación estaban en pleno conocimiento mi señora Francisca Merino Garrido y mi padre". También se comprometía a pagar lo adeudado, y en virtud de ese compromiso, giró un cheque para United Food, la sociedad de Vásquez.

Pero este, al momento de cobrarlo, no pudo: Labbé había dado orden de no pago por extravío, cuenta el abogado de Vásquez, Alberto Ríos.

Y fue con todos estos antecedentes que el 28 de enero del año pasado, el socio de United Food dio curso y presentó la querella en el 7° Juzgado de Garantía de Santiago en contra de Labbé y Francisca Merino.

Vásquez ganó este juicio, y en un procedimiento abreviado, el 13 de enero de este año, la jueza Carla Capello Valle condenó a Labbé, por el delito de estafa, a presidio menor en su grado máximo, es decir, con firma mensual, libertad vigilada y arraigo. "Este es un caso similar al de (Alberto) Chang. Claudio Labbé estafó a gente de su confianza, a sus amigos", sostiene Vásquez. Pese a esta sentencia, Vásquez señala que aún no recibe ni un peso de Labbé, ni tampoco de su familia.

"¿Dónde está la plata? ¿Se gastó en el ritmo de vida caro que llevaban?", inquiere el abogado Alberto Ríos. El representante cree que hay dinero en el exterior. Y están haciendo gestiones para localizarlo.

Cuatro demandas por deudas impagas

Las cuatro demandas de Sergio Jalaff -asociado con el empresario Mario Dabed en Global Soluciones Tecnológicas, una empresa de crédito automotriz y leasing - fueron todas por la vía civil. Afectaron a la sociedad Light Representación, de Francisca Merino; a la misma actriz; y a Claudio Labbé, su ex esposo, con quien estuvo casada 13 años y del cual se separó a inicios de este año.

A través de Global, Jalaff y Dabed otorgaron una serie de créditos tanto a Francisca Merino como a su sociedad Light Representación, que, según los afectados, sumaban cerca de $1.000 millones.

Al no pagar estas deudas, la empresa Global interpuso cuatro demandas por deudas impagas, las que les han sido favorables, explica Michael Niedmann, abogado de la compañía de crédito automotriz y leasing . Debido a ello fue que se le incautó un automóvil a Francisca Merino y se le restituyó a Global una casa en Maitencillo.

La más mediática de las acciones judiciales involucra el terreno en este balneario costero, de lo cual ha hablado Merino en televisión.

Según la demanda de Global, en noviembre de 2013, esta compañía le arrendó a la actriz un terreno en dicha zona, con compromiso de compra. Sergio Jalaff, entonces amigo íntimo de la pareja Labbé-Merino -según cuenta su abogado-, realizó el contrato a través de la empresa Global.

Según consta en la primera de las demandas -presentada en el 1er. Juzgado Civil de Santiago-, el compromiso era que Merino pagaría 60 cuotas de $1,2 millones por el terreno en Maitencillo. La actriz canceló cinco meses y después nada, dice el escrito, y por ello la demandaron, solicitando la devolución del inmueble y el pago de las rentas atrasadas.

Otra de las acciones judiciales fue un juicio ejecutivo en el 7° Juzgado Civil de Santiago para cobrar un pagaré por $177,5 millones emitido por Global para Light Representación, la sociedad de Francisca Merino, firmado por la actriz y su entonces marido, Claudio Labbé.

Según el escrito, cuando se adeudaron cinco cuotas, la empresa decidió exigir la totalidad del monto adeudado, más intereses, reajustes y costas, lo que suma $244,5 millones. A raíz de esta demanda, a Merino le embargaron su auto.

Querella por delito de estafa y abuso de firma en blanco

De esta situación informó la actriz en el matinal "Bienvenidos" hace dos meses. "Salí con mi guagua de cuatro meses al supermercado. Me llamaron al teléfono y me dijeron que había cuatro carabineros en mi auto y que lo tenían que embargar. Me dejaron en el estacionamiento, con mi guagua, con la silla de mi guagua y se llevaron el auto", contó la actriz ante las cámaras.

La protagonista de "Adrenalina" es reacia a hablar del caso, pero desestima las acusaciones y afirma: "me demandaron por platas que nunca he recibido ni debo, para eso me hicieron firmar papeles en blanco que ignoraba que serían usados para luego demandarme, pero este tema está en tribunales y no quiero dar más detalles, ya que esto finalmente lo verá la justicia".

Por ello, Merino interpuso una querella en el 4° Juzgado de Garantía de Santiago contra Sergio Jalaff y Mario Dabed por el delito de estafa y abuso de firma en blanco.

La actriz afirma que esta disputa la afectó en lo personal. "Sergio Jalaff era un íntimo amigo de mi ex marido y de nuestra familia. Es padrino de mi hijo mayor", revela.

Las otras dos acciones civiles de Global contra Francisca Merino y su firma Light -representada por Claudio Labbé- se ejercieron en 2015, por cobros ejecutivos de un pagaré y cheques, y a través de ellas se solicitó el embargo de otros dos vehículos y bienes muebles.

"Conozco y era amigo del querellado Labbé Castillo desde los cuatro años de edad, ya que fuimos compañeros de colegio desde ese tiempo; siempre mantuvimos una relación cordial, y es en ese contexto que en julio del año 2013 me propuso dar inicio a un emprendimiento consistente en la exportación de fruta congelada".

"El querellado no solo se contentó en crear operaciones y negocios de exportación que eran inexistentes, sino que, en el colmo de su desfachatez, dio vida a personajes imaginarios".

Extractos de la querella presentada por Rodrigo Vásquez el 28 de enero de 2015 contra Claudio Labbé y Francisca Merino, por el delito de estafa y apropiación indebida.

SOBRE LAS ACCIONES JUDICIALES DE GLOBAL CONTRA ELLA, Francisca Merino señala: "Me demandaron por platas que nunca he recibido ni debo, para eso me hicieron firmar papeles en blanco que ignoraba que serían usados para luego demandarme".

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