Desde 2010 que el gobierno alemán habría estado en conocimiento de que tanto Volkswagen como otros fabricantes de vehículos estaban incumpliendo los límites de CO {-2} de motores de sus autos diésel, según indicaron fuentes en medios locales. En este contexto, conocedores del tema aseguran que justamente en ese año la firma automovilística alemana habría advertido al Ministerio de Medio Ambiente sobre el diseño de sus motores.