Atacantes chocaron con un vehículo la puerta de acceso al Instituto Nacional de Criminalística y Criminología (INCC) de Bruselas y provocaron un incendio cuyo objetivo habría sido destruir pruebas incriminatorias contra ellos. Una gran explosión ocasionada por el incendio disparó las alarmas de una bomba y un posible atentado terrorista, lo que fue desmentido por la fiscalía. Cinco sospechosos fueron detenidos y luego liberados tras ser interrogados por la posible destrucción de "datos sensibles".