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Luego de 52 años de hostilidades:

Parte cese del fuego en Colombia con advertencia a disidentes de las FARC

martes, 30 de agosto de 2016

Francisca Maturana Torres
Internacional
El Mercurio

Altos funcionarios del gobierno dejaron en claro que los guerrilleros que quieran marginarse del proceso de paz recibirán "todo el peso del Estado".



Después de 52 años de confrontaciones entre las FARC y el Estado colombiano, ayer entró en vigor el cese bilateral y definitivo del fuego, una de las consecuencias inmediatas del acuerdo de paz alcanzado entre la guerrilla y el gobierno del Presidente Juan Manuel Santos.

"Empieza una nueva historia para Colombia. Silenciamos los fusiles. ¡SE ACABÓ LA GUERRA CON LAS FARC!", escribió Santos en Twitter.

Desde las 00:00 horas del lunes rige en todo el país el alto al fuego, ordenado conjuntamente por el Presidente a la fuerza pública, y por el jefe de las Fuerzas Armada Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, más conocido como "Timochenko", a sus tropas guerrilleras, al cierre de casi cuatro años de negociaciones en Cuba.

Aunque aún está pendiente la firma del pacto, que se espera será entre el 20 y el 30 de septiembre, en Colombia, en La Habana o en la sede de la ONU en Nueva York y también el plebiscito que se celebrará el 2 de octubre en que la población aprobará o rechazará el acuerdo, muchos ayer celebraron.

Este es "el primer día del fin del conflicto", el "primer día de un país donde FARC y Estado no están enfrentados", dijo el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, que explicó que un conjunto de 32 protocolos garantizará el cumplimiento "estricto" del alto al fuego.

De todas formas, existe el riesgo de que una facción de las FARC no esté conforme con el pacto, por eso los responsables del acuerdo advirtieron sobre las consecuencias que sufrirán los disidentes. Humberto de la Calle, jefe negociador del gobierno en el proceso de paz, afirmó que "el que se salga de la línea del acuerdo tendrá todo el peso del Estado".

Mientras el alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, aclaró que parte de las reglas que comenzaron a regir incluye que "las FARC cesen toda actividad delictiva".

Para financiar su guerra, las FARC han recurrido a actividades como el narcotráfico, secuestros y extorsiones, por ejemplo.

Para los colombianos, el cese del fuego significa "cerrar un ciclo de violencia", dijo a "El Mercurio" Miguel García, académico de la Universidad de los Andes de Colombia. También se traduce en que "el país pueda ocuparse de otros problemas igualmente apremiantes como la desigualdad, la pobreza y la educación, que han estado eclipsados por cuenta del conflicto armado".

La dejación de las armas es parte del acuerdo de paz pero se desarrollará en 180 días a partir de la firma oficial.

Por esto, el comandante de las Fuerzas Militares, general Juan Pablo Rodríguez, aseguró que ellos continuarán protegiendo a los civiles y que las FARC no tendrán contacto directo con la población. El compromiso de la guerrilla es respetar el "cese de todas las acciones ofensivas", afirmó.

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