Acosado por distintas investigaciones judiciales en el marco del escándalo de corrupción de Petrobras, Lula da Silva llegó temprano ayer al Senado para observar en silencio y desde una de las graderías el juicio político a la suspendida Presidenta brasileña, Dilma Rousseff. Tras escuchar el discurso de su sucesora en Planalto, el ex Presidente calificó como "firme y centrada" la actuación de Rousseff a la hora de defenderse de las acusaciones de manipulación de cuentas fiscales. Según Estadão de Sao Paulo, Lula considera el impeachment prácticamente irreversible, aunque en público dijo que "el juego va a terminar con una victoria nuestra". También destacó que no todos los días se trae a Chico Buarque al Senado, al mencionar al célebre músico brasileño y autor de "O Que Será", que lo acompañó para prestar apoyo.