Pranayama
martes, 30 de agosto de 2016
Moda
El Mercurio
Uno de los principios de este matrimonio de diseñadores, creadores de la marca Pranayama, es trabajar con materiales nobles. Con lana, con lino, con algodón natural, pero también con los retazos que sobran de la industria textil: pequeños pedazos de un metro o dos, que son desechados y que ellos reutilizan. Cuando comenzaron en 2009 primero pensaron en hacer ropa orgánica, pero en el camino se dieron cuenta de que seguir el Slow Fashion le daba una dimensión más completa a su propuesta. -Nos acercamos al concepto porque es sustentable y no solamente orgánico. Es una visión más global de cómo se hace cada prenda. Desde el principio ha sido nuestro interés cuidar de la naturaleza y los derechos de los trabajadores, entender qué pasa en los lugares donde se hace la ropa, si aportas o no con tu proyecto -dice Mónica Navarro. Para crear sus colecciones -de veinticuatro prendas únicas-, trabajan en un taller en su casa, donde fabrican junto a una costurera. Los blusones pueden hacerse cuatro en un día, pero un abrigo, puede tardar cinco días en estar listo. -Tratamos de simplificar los procesos. Evitar tanto cierre y forro, que no son tan necesarios. La idea es que la prenda tenga un sentido atemporal, que no esté en la cresta de la moda, sino que en un momento que a ti te interesa usarla -dice Braulio Vera.
