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COMUNICACIóN Y PROBLEMAS 2

La rabia y sus dificultades

martes, 30 de agosto de 2016

Por Paula serrano, psicóloga
La mujer y su mundo
El Mercurio




Dicen que todo lo que está contenido en la biología es porque pertenece a la definición de lo humano. Es también cierto que en cada etapa de la evolución hay partes del cerebro que se desarrollaron más que otras y luego se atrofiaron, porque dejaron de ser necesarias. La rabia debió ser muy importante para matar a un león en la prehistoria. ¿Y hoy?

Una organización Norteamericana (SEPI) juntó en Hawai a especialistas de Occidente y Oriente para hacer intercambios de visiones de mundo, pero también para entrenarnos en prácticas terapéuticas diversas. Yo venía de una cultura donde la rabia estaba prohibida. Era peligrosa, llevaba a mal educaciones y a conflictos. Participé en un ejercicio en que, con los ojos cerrados, voces que venían de alguna parte desconocida nos mantenían en un estado de relajación muy fuerte. De repente y sin aviso se supone que detrás de cada uno aparece un personaje que viene a vernos. "La visita se llama La Rabia", dijo el gurú. Sentí como el aire calentito se enfriaba y los cuerpos a mi alrededor se ponían tensos. Dice el guía: "La rabia viene a verlos porque es parte de ustedes y queremos pedirles que hagamos una reunión de amistad con ella y la integremos a este grupo". Fue difícil, nadie quería darse vuelta y mirarla, menos aún tocarla. La rabia los protege, dice el guía, tomen su mano. Recuerdo muy bien que cuando me atreví a estirar la mano la rabia me abrazó, y me dijo: "Si me quieres, te prometo protegerte de dañar a otros". Terminé largamente en sus brazos, y mi sensación de protección y de estar entera y no partida fue creciendo.

No hay persona menos esotérica que yo. Si este congreso no hubiera sido de una organización en la que participo hace muchos años, me habría quedado leyendo en los horarios de ejercicios de Oriente. Pero me habría perdido una experiencia que me enseñó que tengo rabia, que es mía, que es legítima, que es necesaria, que existe porque la necesito para protegerme de mí misma y de otros. Tan importante es trabajar y comunicar la rabia, que dicen que es el antidepresivo por excelencia. Porque la depresión es la rabia dirigida contra mí misma. Y destruye y a veces mata. Hagamos un espacio a la rabia.

"Tan importante es trabajar y comunicar la rabia, que dicen que es el antidepresivo por excelencia".

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