Los representantes de los funcionarios del Congreso instalaron una mesa de trabajo con el Ministerio de Hacienda para negociar un paquete de incentivos al retiro. Esta iniciativa se hace al margen de la ANEF, asociación para cual el Parlamento ya aprobó un bono de retiro, del que los trabajadores del Poder Legislativo lograron quedar fuera para acordar sus propias condiciones. Esto lo consiguieron mediante una indicación introducida en el Senado. La apuesta del gremio es obtener más recursos al no estar afectos a la bonificación de retiro ANEF, la que considera 11 meses de sueldo bruto mensuales con un tope de 90 UF ($2,3 millones aproximadamente). El interés de los funcionarios es lograr un acuerdo que no ponga techo al monto de la remuneraciones. Así, el bono sería ostensiblemente superior al del resto de los empleados públicos.