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Maite Alberdi:

"Busco la anomalía en la normalidad"

viernes, 26 de agosto de 2016

POR ERNESTO GARRATT VIÑES
Wikén
El Mercurio

Tras el éxito de "La once", la directora chilena sigue con la vara alta con el corto-documental "Yo no soy de aquí", que presentará junto al crítico de cine Antonio Martínez en el Club de Cine Wikén de Valparaíso este jueves 1 de septiembre. Aquí habla sobre este laureado trabajo a cuatro manos, junto a la realizadora lituana Giedre Zickyte, sobre las proyecciones del Oscar y sobre su fascinación por la realidad más que por la ficción.



Durante los últimos cinco meses Maite Alberdi ha tenido su cabeza -por lo menos en el campo laboral- en dos partes. Primero, en la promoción de su nuevo trabajo terminado: el corto-documental "Yo no soy de aquí", que en su casi media hora de duración provoca en el espectador un viaje emocional tan intenso como su recordada cinta "La once", aunque en otro registro. Y segundo, en su nueva película que ya está finalizando.

-Estuve terminando "Los niños", mi nueva película, y haciendo el montaje y la postproducción de sonido y de imagen. Se trata de un grupo de amigos con síndrome de Down que llevan 40 años yendo al mismo colegio y están cansados de que la sociedad los trate como niños y quieren tener una vida normal, pero están luchando constantemente. Es un documental, pero parece ficción.

-Bueno, a veces tus trabajos documentales parecen ficción.

-Sí, el documental tiene que parecer ficción y la ficción debe parecer documental, esa es la gracia.

"Yo no soy de aquí", premiado en festivales internacionales como Documenta Madrid, viene a cumplir esa máxima de Maite Alberdi porque muestra la historia de Josebe, una anciana vasca de 88 años que vive en una casa de reposo a la que no recuerda haber llegado y quien, mientras comparte con otros residentes, insiste en evocar una y otra vez su pueblo natal, Rentería. Es, sin duda, un hermoso trabajo que reitera el gusto de Alberdi por buscar personajes únicos y sorpresivos, como lo ha hecho en sus previos trabajos, "El salvavidas" y "La once".

-Yo creo que tiene que ver con personajes que no son públicos, que no son notorios, que uno no se detendría a mirar, eso es lo que me interesa a mí. Buscar la anomalía en la normalidad -dice la directora chilena-.También hay un factor de tiempo. En "La once" es mucho el tiempo el que están sentadas en la mesa, en "El Salvavidas" también es una playa que lleva muchos años comportándose de una manera y nadie va a venir a cambiar eso. Y en "Los niños" son muchos años los que están en el mismo colegio. Son vidas que parecen que no van a cambiar, pero...

-Pero algo pasa... y en "Yo no soy de aquí" ella parece olvidar todo menos su infancia y juventud.

-La idea era eso que se recuerda cuando todo se olvida y lo que te queda, hasta qué edad te queda, y desde ahí partimos buscando.

DIRIGIR ENTRE DOS. Maite Alberdi dirigió esta joya del cine documental junto a la realizadora lituana Giedre Zickyte. Ambas fueron "sorteadas" en el marco de las actividades del festival de cine documental CPH:DOX para trabajar juntas sin siquiera conocerse o tener temas en común. Fue duro empezar así, dice la chilena, "porque era una cita a ciegas".

-Es este festival súper vanguardista que mezcla géneros y tiene un laboratorio en que se junta un director europeo con uno no europeo para hacer una película. Te invitan con un director que no conoces, te dejan ahí 10 días y es como: "Invente una película". Y nosotras, las dos éramos documentalistas, con documentales muy distintos. Giedre Zickyte tiene un estilo más periodístico, pero a las dos nos interesaba el Alzheimer. Entonces esos días de creación fueron bien de investigación sobre las demencias o sobre lo que se olvida. Y al final nos dimos cuenta de que queríamos representar qué queda cuando todo se olvida. Empezamos a leer que en todas las demencias, principalmente en el Alzheimer, los primeros meses, las primeras etapas se está siempre recordando la juventud y la infancia. Entonces partimos con la idea de buscar un personaje que estuviera en esa fase y queríamos encontrar a un inmigrante porque estábamos seguras de que iba a estar en su pueblo natal.

Fue así como empezaron una búsqueda gigante en todos los asilos de Santiago buscando inmigrantes con Alzheimer.

-Nos pasó que encontramos varios hombres, pero los hombres no hablan, entonces no daban para hacer personaje -recuerda Maite Alberdi-. Giedre quería que fuera ruso o lituano para poder entender su idioma y no encontramos ninguno. Después quería uno gringo para poder entender ella. Pero tampoco encontramos. Y encontramos a la Josebe, de 88 años, que en realidad no está diagnosticada con Alzheimer pero calzaba con el patrón, que era que vive recordando ese lugar y ese pueblo y esa infancia.

Giedre y Maite estuvieron rodando en Chile por dos semanas. Y hubo varios desafíos para lograr la alta calidad que se ve en pantalla. Lo más duro fue el proceso de acostumbramiento del "personaje" a un documental: el tiempo que se necesita para que ese o esos personajes se acostumbren a las cámaras y el equipo humano detrás de ellas. Hablando en inglés entre ambas directoras, el único idioma en común entre la chilena y la lituana, ambas encararon entonces la fase de acostumbrar al sujeto de estudio que, en este caso particular, tenía un gran problema.

-En la realización no podíamos acostumbrar a Josebe porque todos los días eran como el primer día para ella. Era como el día de la Marmota... cómo le explico todos los días lo que estamos haciendo. Así que tuvimos que vestirnos de enfermeras y empezar a ser parte del lugar. Después nos reconocía y el sonidista era alguien que estaba pintando el techo, y el camarógrafo era el que estaba tomando fotos. Entramos en esa dinámica para no tener que volver a explicarle. Para no perturbarla tanto, sobre todo en las noches, tratamos de estar lo más lejos posible de tal manera que la realidad fluyera y no molestar. Ella, más allá de que hubiese que explicarle, siempre era feliz con la cámara, no tenía problemas y en ese sentido era fluido. Pero había que tomar distancia para dejar que las cosas pasaran.

-¿Qué aprendiste de la experiencia de codirigir?

-Aprendí que al final son los personajes los que mandan. Y no uno. La acciones de lo que pasa te las entrega el personaje. Y también aprendí de Giedre que sin entender nada de lo que estaba pasando, lo comprendía todo. Porque no entendía ni una gota de español, estaba ciega y no podía dirigir porque era súper complejo en el asilo, porque ella es una rubia de dos metros y cuando pasaba todos los señores del asilo se distraían. Entonces hubo que ponerla en otra pieza con un monitor porque no podía estar en escena. Pese a toda esa dificultad, ella entendía todo lo que estaba pasando por el lenguaje corporal y por la cámara. Y aprendí harto de eso: de poder mirar los gestos y la acción y poder creerle al movimiento más allá del diálogo.

-¿Trabajarán juntas de nuevo?

-No, jamás, somos muy distintas. Creo que las dos estamos muy orgullosas de haber terminado la película y de este experimento que hace CPH:DOX, en realidad de 10 cosas que hacen hay 5 que nunca resultan... somos de las que les resultó. No creo que volvamos a hacer una película juntas, pero estamos felices de haberlo logrado. Yo podría ser coproductora de una película de ella, pero dirigir así de nuevo es difícil.


¿CAMINO AL OSCAR? Uno de los sellos del cine de Maite Alberdi es el sentido del humor. Funciona orgánicamente a sus propuestas. Y "Yo no soy de aquí" no es la excepción.

-Es impresionante cómo ha funcionado el humor afuera, se ríen mucho, y es terrible... o sea, es lo que me gusta hacer en general, porque creo que la vida es eso, no hay nada ni tan negro ni tan blanco, de la pena pasas a la risa, y "Yo no soy de aquí" es así: de contenido dramático, de estructura dramática, pero con situaciones cotidianas que son graciosas y son llevaderas -dice. Y aunque es parte del mismo universo de, por ejemplo, "La once", Maite mantiene las distancias.

-"La once" es más graciosa porque tiene más situaciones graciosas y tiene algo mucho más ligero porque no hay gravedad en la vida de ellas. Son mujeres que están bien, que lo están pasando bien, entonces de entrada es más entretenido para el público. Y en el corto es claramente una vejez más compleja. Pero creo que las dos están retratadas desde el humor.

El corto documental "Yo no soy de aquí" ha sido premiado en un enorme circuito de festivales de cine en el mundo y está nominado a los European Film Awards.

-Que es como el Oscar europeo, quedó nominado como hace dos meses, y está calificado para el Oscar: es decir, ganó los festivales que permiten entrar en la carrera de los Oscar. Ganamos tres festivales que te clasifican para ir al short list. Ahora estamos en la campaña para esa lista corta de los Oscar. Estamos buscando financiamiento porque las campañas son caras. Estamos trabajando con un publicista en Estados Unidos y en Europa para la academia europea.

La lista corta del Oscar sale en diciembre y esperanzas hay.

-Después de "Historia de un Oso" nos hicieron soñar. Creo que antes no se nos habría pasado por la cabeza.

Casada con el director Sebastián Brahm ("Vida sexual de las plantas"), dice que en la casa se habla de películas de manera frecuente: -Hablamos harto de nuestros trabajos. Yo no puedo cerrar la película si él no la vio y viceversa. Somos muy críticos.

-Y para terminar, tu protagonista en "Yo no soy de aquí" recuerda una y otra vez su juventud. ¿Cuáles serían tus recuerdos de infancia si te tocara una enfermedad así?

-He pensado tanto... y le he dicho a Sebastián: 'Ojalá nadie me grabe cuando esté así'. No sé. Lo que le pasaba mucho a mi abuela y a mi mamá cuando estaban muriendo es que hablaban mucho de sus mamás. Creo que voy a volver también a mi mamá y a mi abuela. Es lindo porque te reencuentras en vida con situaciones y momentos del pasado, veo a la Josebe así también, que está viviendo en un lugar que ya pasó, pero muy vívido.

Y entonces se queda pensando y habla de su lugar:

-El Tabo, los veraneos. La playa de "El salvavidas".

"La vida es eso, no hay nada tan negro ni tan blanco, de la pena pasas a la risa. 'Yo no soy de aquí' es así: de contenido dramático, pero con situaciones graciosas y llevaderas".

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