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"12 horas para sobrevivir: El año de la elección"

viernes, 26 de agosto de 2016

por Antonio Martínez
Estrenos
El Mercurio

Adiós a Hillary



Esta trilogía se sostiene sobre una idea temible y apocalíptica, donde un Estados Unidos armado y violento celebra un día nacional y mortal.

Lo mejor es la idea, pero no las películas, que han ido de más a menos porque James DeMonaco, el cerebro del asunto, no es un gran director y esa es la mejor manera de estropear las ideas.

En un Estados Unidos del futuro y entre el 21 y 22 de marzo, desde las 7 de la tarde a las 7 de la mañana del día siguiente, el gobierno permite que se cometa todo tipo de crímenes. Hay impunidad, salvajismo y nada es penado ni perseguido durante ese tiempo, con el fin de que los ciudadanos escupan violencia, sacien bajos instintos, calienten armas y liberen tensiones destructivas.

La primera película fue "La noche de la expiación" (2013), y en la secuela "12 horas para sobrevivir" (2014), el protagonista Leo Barnes (Frank Grillo) recorría las calles buscando a los asesinos de su familia y era un ángel vengador que a la larga terminaba protegiendo a un grupo de indefensos.

La trilogía se cierra con "12 horas para sobrevivir: El año de la elección", donde el personaje de Barnes cumple otra misión: es el jefe de seguridad de la senadora Charlie Roan (Elizabeth Mitchell), una candidata a la Casa Blanca que promete acabar con una fecha que es un festín para los dueños del sistema, porque los millonarios y poderosos han aprovechado el día para suprimir a los indeseables, léase latinos, afroamericanos, inmigrantes, viejos, indocumentados, vagabundos y enfermos.

La senadora Roan no es muy distinta físicamente a Hillary Clinton, y sus protectores, además de Barnes, son un par de afroamericanos y un mexicano de nombre Marcos (Joseph Julian Soria), al que no le tiembla la mano ni el cuerpo, por la siguiente comparación: "Cada día en Juárez es como La Purga".

Los líderes de la NFFA (Nuevos Padres Fundadores de América), los creadores del dichoso día, optan por un plan político: aprovechar La Purga y suprimir a la candidata opositora, perpetuar el sistema y mantener una fecha mortal y festiva calificada como un Halloween para adultos. Y la sigla NFFA en algo se parece a la NRA (Asociación Nacional del Rifle).

En muchas películas se afirma que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, y en este caso ocurre algo raro: es verdad.

Las resonancias e implícitos iniciales de la historia, pese a lo evidentes, se desgranan rápidamente, y bajo el agua solo queda agua. Ningún universo político y tampoco alguna alegoría o una ironía o incluso algún chiste alusivo a la realidad. No hay nada de nada, solo escaramuzas, balaceras, golpizas y la pequeña rutina del cine de acción.

Esta no es una fábula negra sobre el Estados Unidos de ahora.

Esta una película plana que no resiste segundas lecturas.

Sigue siendo, eso sí, una gran idea; y por eso, probablemente, en el futuro tendrá un remake. Esa va a ser la buena.

"The purge: election year". EE.UU., 2016. Director: James DeMonaco. Con: Frank Grillo, Elizabeth Mitchell, Mykelti Williamson. 105 min. Mayores de 14 años.

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