miércoles, 17 de agosto de 2016
Daniela Pradel A.
El Mercurio
Con clientes como Tomás González, los programas mensuales pueden llegar a los $680 mil, dependiendo de la complejidad.
Si bien hace unos años los chilenos se limitaban a seguir dietas de conocidos o ir a un nutricionista para conseguir una alimentación más saludable, en los últimos dos años la oferta en el país se ha personalizado mucho más. Y es que desde el 2014 han comenzado a surgir una serie de empresas nacionales dedicadas a cambiar los hábitos alimentarios de la población a través de programas de comidas "a la medida", sumándose así a la tendencia fit que actualmente reina en el país. Tal ha sido el éxito de estas empresas en los últimos años, que incluso deportistas nacionales de alto rendimiento, como el gimnasta Tomás González, han optado por esta opción de alimentación para prepararse ante una competición internacional como los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Asimismo, según comenta Álvaro Barriás, socio gerente de la firma Fit Food Chile, que alimenta al gimnasta nacional, actualmente su demanda ha experimentado un crecimiento de 12% mensual gracias al " boom fitness que hoy en día se vive en Chile". En el caso de su empresa, además, sus ventas han aumentado de tal forma, que pasaron de alcanzar los $14 millones mensuales en 2015 a los $33 millones durante los últimos meses de este año. Otro caso similar es el de la compañía Nutrirme Fit, la cual en menos de un año ha logrado aumentar en 60% su demanda. "Actualmente tenemos unos 75 clientes, y de aquí a fin de año esperamos alcanzar los 300 usuarios", señaló el dueño de la firma, Erich Piepper. De igual forma, Sebastián Morales, dueño de la empresa Eat and Fit, comenta que "este es un mercado creciente que dejó de ser una moda y se transformó en una necesidad para las personas con poco tiempo y con interés por cuidarse". ¿Cuánto cuesta? Con repartos de comida diarios, los valores de los planes oscilan entre los $120 mil -cuando contienen una sola comida al día- y los $680 mil, en el caso de que se requiera una alimentación más compleja, con cinco comidas diarias. La elaboración de cada plato contempla un trabajo conjunto entre un nutricionista y un chef especializado, los cuales determinan caso a caso cuál es la porción adecuada de calorías que debe consumir cada una de las personas que contrata los servicios de la compañía, dependiendo de si desea bajar de peso o aumentar su masa corporal, entre otras opciones. Además, en algunos casos se entrega un seguimiento mensual a los clientes para ver cómo van respecto a sus objetivos iniciales.
