Compartir excedentes de comida, fabricar con desechos industriales y pagar con ropa usada: la "economía circular" se abre paso en Chile
domingo, 07 de agosto de 2016
Pía Aguilar Skeet
Economía y Negocios Domingo
El Mercurio
El modelo apuesta a que se puede seguir creciendo, pero sin tener que consumir más o sobreexplotar las materias primas. En Europa y Japón ya lo tienen incorporado. Chile, en tanto, no se queda atrás.
Si antes se pensaba que los productos o materias primas se producían, se utilizaban y finalmente se desechaban, hoy eso cambió, y se habla de un nuevo paradigma, la economía circular, que llegó para dejar atrás la economía lineal. El nuevo modelo dice que el planeta no cuenta con recursos infinitos como para seguir explotándolos y desechándolos. Sin embargo, la población crece y las necesidades aumentan. Se requieren más servicios y disponibilidad de insumos. La solución: sacarles mayor provecho a los bienes que ya existen y que no están teniendo un uso lo suficientemente óptimo. No se trata solo de reciclar. Encontrarles nuevos usos a productos que normalmente se botarían, reutilizar materiales para la manufactura de productos o compartir activos que antes eran de uso personal son algunas de las prácticas que promueve este modelo. Países de Europa y Asia, como Japón y China, ya las han incorporado a sus procesos productivos. Chile tampoco ha quedado atrás. A nivel local, la Fundación Chile puso en este modelo especial interés para fomentarlo e incorporarlo en el trabajo que lleva con distintas empresas. Marcos Kulka, gerente general de la Fundación, dice que esta idea se instala como un nuevo paradigma a nivel global. "La economía circular afecta transversalmente a todos los participantes de todas las industrias y, además, permite la entrada de nuevos emprendedores al sistema", comenta. Agrega que este modelo ha ido potenciándose no solo porque el planeta demanda procesos más sustentables y de menor impacto ambiental, sino por el desarrollo de nuevas tecnologías y el mayor compromiso de los mismos consumidores con el cuidado del planeta. En cuanto a los sectores que participan de la economía circular, la lista es amplia: transporte, minería, alimentos y la industria textil son algunos de ellos. "La economía circular permite a las compañías competir mejor, fomentar la innovación y crecer sin necesariamente atentar contra los recursos que son vitales para el planeta", señala Marcos Kulka. Su pronóstico para quienes no se reinventen frente a este nuevo sistema es claro: "la compañía que no se suba a esto, en el futuro no podrá competir".
