jueves, 28 de julio de 2016
Economía y Negocios
Alejandra Mustakis
Directora iF y
Presidenta ASECH
No es extraño hoy toparnos en los medios de comunicación con numerosas notas y reportajes sobre emprendedores que sueñan e intentan, a través de una idea, tomando todos los riesgos, generar un impacto en su entorno, en su país, y por qué no, en el mundo. Es así como estas personas que se levantan temprano para abrir sus negocios, se acuestan tarde para cerrar la caja y pagar los sueldos, que trabajan 24/7 y que se endeudan para materializar sus sueños, se han ido transformando poco a poco en súper héroes de la sociedad.
No es casualidad que en el último reporte del GEM, casi 7 de cada 10 personas que se encuentran en una etapa inicial o establecida de su negocio piensa que “los emprendedores exitosos son respetados y gozan de un gran prestigio”, mientras que la mayoría valora que existe “una alta cobertura de los medios de comunicación al emprendimiento”.
Si viéramos la agenda social como una película, el emprendedor estaría cada vez dejando más los papeles de reparto, y a través de su carisma, ganas y el apoyo transversal que logra cuando otros se enamoran de su idea, transformándose en el protagonista indiscutido de historias que inspiran y motivan a muchos que lo quieren imitar.
Este escenario era muy distinto hace pocos años atrás. Corría el 2011 y el diagnóstico común entre los emprendedores era que estaban solos, sin nadie que los reconociera ni defendiera, que los acompañara en su desarrollo, ni menos aún, una asociación que los agrupara.
Esto fue lo que llevó a 40 emprendedores- unidos por la convicción de que para hacer negocios en Chile era necesario tener una cancha más pareja para todos- a formar la Asociación de Emprendedores de Chile, hoy más reconocida como ASECH. Fueron ellos los primeros en identificar el emprendimiento como un factor clave de movilidad social, y dejaron todo por lograr posicionar la figura del emprendedor en el centro de todo.
La ASECH nació y es un emprendimiento en sí mismo, pero que demostró que a través de la unión, se podían lograr cosas que no estaban en los papeles de nadie. Así surgió una agenda que contenía las principales trabas para emprender en Chile, junto con propuestas de cómo se podían ir superando.
Este fue el comienzo para el nacimiento de iniciativas y políticas públicas que mostraron un antes y un después para todos quienes veíamos en el emprendimiento una opción de vida. La Ley de Empresas en un día; la Ley de Re Emprendimiento y Quiebras; la Cuenta Emprendedor; la postergación del pago del IVA a 90 días; o la creación de una bancada pro pyme de todos los colores políticos en el Senado, no fueron victorias sólo de la ASECH, sino que de miles de emprendedores que mostraron al país la tremenda fuerza que representan cuando quieren aportar a la construcción de un Chile más justo.
Luego de cuatro años llenos de desafíos y emociones, la ASECH ha instaurado un modelo de apoyo al emprendedor que pasa por los ejes claves de Información, Redes, Formación, Políticas Públicas, Defensa, y Beneficios Comerciales. Y es este mismo modelo el que gracias a un proyecto apoyado por FOMIN del BID, está siendo replicado en las asociaciones de emprendedores de los países que componen la Alianza del Pacífico, a través del proyecto ASELA.
Como ASECH nos quedan muchos desafíos, como dar con la fórmula para que los emprendedores tengan un mayor acceso al financiamiento privado y bancario, y potenciar las redes para el nacimiento de nuevos proyectos en regiones, sólo por nombrar algunos. Pero miramos lo que hemos hecho hasta hoy y nos sentimos orgullosos del camino que estamos recorriendo.
Como asociación capacitamos al año a más de 3.100 emprendedores y realizamos más de 300 actividades de redes y capacitación; sólo en lo que va de 2016 hemos atendido más de 150 casos legales a través de nuestra Unidad de Defensa del Emprendedor; nos relacionamos con 105 instituciones de todo Chile, y logramos que se generen más de 200 conexiones comerciales entre emprendedores.
Esto sólo ha sido posible gracias a que la ASECH es y será un emprendimiento. Son nuestros socios, los emprendedores, quienes forman parte vital de todas las iniciativas y mejoras que se desarrollan diariamente, y son ellos los verdaderos artífices de lo que hemos logrado hasta ahora. Como todo emprendimiento somos una familia, en la que cada uno de nuestros más de 23 mil socios juega un rol fundamental en el futuro de la organización.
Son estos mismos emprendedores quienes están llamados a levantar al país de un escenario complicado, a lograr puntos de encuentro para dar con las mejoras que nos lleven a ser el mejor país para emprender del mundo, a demostrar que no está en la pelea diaria sino que en la búsqueda de acuerdos la fórmula para construir el Chile con el que todos queremos y soñamos.
