Aves silvestres reaparecen junto al mayor lago de reserva natural El Yali
jueves, 28 de julio de 2016
MAURICIO SILVA
Nacional
El Mercurio
Al acercarse a las lluvias de un año normal, estas alivian de su estado crítico al complejo lacustre. Este juega rol clave para las especies locales y migratorias.
El pasado 25 de enero, los guardaparques de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) contabilizaron en el lugar apenas 22 queltehues y ninguna ave acuática. El censo reflejaba las dramáticas consecuencias de un hecho que ocurría por primera vez en cuarenta años: la laguna Matanzas, el mayor cuerpo de agua natural de la reserva El Yali, había desaparecido. La prolongada sequía y la extracción de agua con fines agrícolas habían secado completamente la laguna, que en su esplendor cubría 190 hectáreas, con hasta seis metros de agua acumulada. La preocupación de Conaf se tradujo en un recurso de protección contra dos empresas que extraían agua del estero Las Rosas, su principal afluente, que también se había secado. La Corte de Valparaíso consideró extemporánea la acción judicial y la Conaf perdió el recurso. Pero la inquietud de esta institución se alivió con los 340 mm de lluvia que este invierno se han dejado caer sobre la costa de la comuna de Santo Domingo. Las precipitaciones han recuperado la laguna, que hoy se extiende por 50 hectáreas con una profundidad de un metro. Y regresaron las aves. Si el censo de junio pasado ya había contabilizado a 655 ejemplares, en un mes esa cifra creció en 202%. Y lo más esperanzador es que entre los 2.002 individuos catastrados hay proporciones relevantes de las especies más representativas del complejo lacustre, el mayor de la zona central y clave para aves locales y migratorias: 316 ejemplares de patos gargantillos ( Anas bahamensis ), 286 de flamencos chilenos ( Phoenicopterus chilensis ) y 91 cisnes coscoroba ( Coscoroba coscoroba ), entre otras especies. "El caso más llamativo es el del flamenco chileno, cuya categoría de conservación es vulnerable, y que realizan un largo periplo desde los salares del norte a la Patagonia. Es difícil apreciarlos en la zona centro, por lo que es una muy buena noticia", dijo el director regional de Conaf, Héctor Correa. El humedal El Yali está conformado por 18 cuerpos de agua, entre lagunas, esteros y tranques, que se extienden a lo largo de 16 km por la costa de Santo Domingo, entre los esteros Tricao y Maitenlahue, explicó el director del museo de Historia Natural e Histórico de San Antonio, José Luis Brito. "Es el humedal mediterráneo más grande de Chile. Junto a otras 40 lagunas costeras de San Antonio hasta el río Rapel forman posaderos para aves migratorias que vienen desde el hemisferio norte (Canadá) y sitios de nidificación para las locales", explicó. De aquellas 18 lagunas, la Colejuda, Albúfera y Matanzas forman parte de la reserva natural. La jefa de Conservación de Biodiversidad Biológica de Conaf V Región, Javiera Meza, dijo que ellas han llegado a cobijar hasta 20 mil aves. La zona ha estado expuesta a la disminución de sus cuerpos de agua por miles de años, pero el proceso se ha acelerado con el cambio climático global y el paso de tierras de secano a riego, con cultivos que son altamente demandantes de agua.
Hasta la década de los 80 hubo allí loros tricahue, que desaparecieron por la caza.
