Si hace una década había solo un medicamento para tratar la esclerosis múltiple, ahora existe una veintena con mayor eficiencia para frenar esta enfermedad neurodegenerativa. Se trata de una condición que afecta más a Canadá, EE.UU. y el norte de Europa, y en una proporción de dos a tres mujeres por cada hombre. Sus síntomas, como fatiga, problemas visuales, debilidad muscular y pérdida del equilibrio, aparecen entre los 20 y 40 años. Ahora estos pacientes -que en Chile se estiman en 3 mil- tienen un mejor pronóstico gracias a terapias superiores, en especial con la aparición de los llamados anticuerpos monoclonales, que reducen la inmunidad e inflamación del paciente, protegiendo así al sistema nervioso. "El primer anticuerpo es natalizumab, que lleva varios años de aprobación en el país", dice el doctor Germán Cueto, neurólogo del Hospital Carlos van Buren de Valparaíso. El problema es que no está incluido en el plan AUGE-GES, aunque ahora se puede postular a su uso a través de la Ley Ricarte Soto. Lo mismo sucede con alemtuzumab, aprobado en junio del año pasado y que permite sustituir el actual tratamiento permanente y continuo de la enfermedad, por solo dos dosis en dos años. Esto permite que el 70% de los afectados no necesite más fármacos. Por último, está ocrelizumab, el que podría ser aprobado en el país el próximo año. "Sus efectos colaterales son ínfimos porque es muy específico en su acción, sin impactar toda la inmunidad, sino que solo la que participa en la enfermedad", advierte el doctor Cueto. Este medicamento es el único que se ha demostrado efectivo en una variante de la enfermedad llamada "primaria progresiva", que se ve en el 10% de los enfermos y es muy difícil de tratar. Habrá que ver qué alternativa tendrán los pacientes para acceder a este fármaco.