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Aplicaciones "made in Chile" buscan dar con un modelo de negocios para no desaparecer

lunes, 18 de julio de 2016

Pablo Tirado
El Mercurio

Tras la verdadera explosión de este tipo de compañías que se vio hace un par de años, hoy en día, los emprendedores están mucho más cautelosos a la hora de emprender en el área. De hecho, se calcula que solo un 0,01% de las aplicaciones que se crean llegarán a ser rentables.

En 2012, cuando el equipo de allGreenup comenzaba a trazar los lineamientos de lo que sería su aplicación de fomento del reciclaje, pensaban que en un año tendrían una comunidad gigante y millones de usuarios. Pero no fue así, al menos no de manera tan rápida. "Twitter, Airbnb, LinkedIn y la gran mayoría necesitaron mucho más tiempo, se requería de un proceso que no es rápido y, lamentablemente, muchos se equivocan igual que nosotros y después de un año se dan cuenta de que no tienen más recursos para seguir avanzando", recuerda Sebastián Luongo, uno de los fundadores de la aplicación que hoy, tras cuatro años, cuenta con 65 mil usuarios y está presente en 11 países.

"Nosotros, por suerte, contamos con el apoyo de personas con experiencia, que nos ayudaron a ver que estábamos equivocados y alineamos nuestra estrategia a un proceso más largo que nos posibilitó desarrollar un modelo en el tiempo y que hoy nos permite sustentarnos", agrega el emprendedor.

El que allGreenup haya logrado sobrevivir tanto tiempo es casi una excepción en este mercado donde, según un estudio de Gartner, menos del 0,01% de las aplicaciones móviles (apps.) logran convertirse en un éxito financiero.

En Chile se calcula que se han creado más de tres mil aplicaciones, la mayoría de ellas enfocadas en usuarios finales. De todas estas, son muy pocas las que han logrado encontrar un modelo de negocio rentable y claro está, ninguna ha conseguido convertirse en un fenómeno global como pueden ser Uber y recientemente, Pokémon Go.

Nuevo enfoque

Según Rocío Fonseca, directora ejecutiva de Start-Up Chile, hace cinco o seis años las apps. en Chile estaban muy asociadas al segmento B2C (pensadas para el consumidor final), debido principalmente a que se asociaba la innovación con la posibilidad de crear una aplicación que fuese capaz de transformarse en una empresa valorizada en miles de millones de dólares. Sin embargo, el escenario hoy es distinto: "Lo que observamos con nuestros emprendedores y en el ecosistema en general, es que se siguen generando apps., pero con una visión diferente. La app. es un componente, una herramienta más de una oferta integrada, donde el producto general es un SaaS o hardware y software y donde el cliente final es una empresa", explica.

Agrega también que Latinoamérica, excluyendo Brasil, es un mercado con un tamaño pequeño para apps. con modelo de negocios B2C. Para ellas, explica Fonseca, un modelo alternativo de salida es que una empresa similar extranjera quiera abrir el mercado en la región y la adquiera para ingresar al sistema local.

En el caso de Start-Up Chile, por ejemplo, si en 2011, para la segunda generación de emprendimientos se seleccionaron 128 proyectos ligados a Mobile & Wireless (donde lideran las aplicaciones móviles), este año, en la versión 14, el número llegó a 70, un 7,1% del total.

Carolina Rossi, fundadora de la desaparecida app. Yeba.me y actual gerenta de Emprendimiento Campus Party Cono Sur, cree que si bien ha existido un boom en el desarrollo de aplicaciones en Chile, hay una gran diferencia en la calidad, además de un desconocimiento entre aquellas que son nativas -las que se desarrollan de forma específica para un determinado sistema operativo- y aquellas que no lo son. "En ese sentido, Chile sí ha crecido mucho en la usabilidad de las apps. en el día a día; ya no son solo un mecanismo de comunicación o entretención, sino que ayudan a resolver temas del día a día", explica Rossi, citando ejemplos como Cornershop, que ayuda a realizar las compras del supermercado, o Kappo, que motiva a usar la bicicleta a través de la gamificación.

Modelo de negocios

Por otro lado, Rossi señala que el gran problema que existe tanto en Chile como en el mundo, es la falta de un modelo de negocios rentable. "Si bien estamos bastante bien en la creación de soluciones a través de apps., no lo estamos en la creación de negocios sostenibles en el tiempo. Hay muchas apps. que no han encontrado su modelo de negocios y que, a pesar de la tracción de las mismas, no se ha llegado a un punto de equilibrio, donde los fundadores hacen sostenible su continuidad", dice. Agrega, a su vez, que "hay mucho tema tecnológico que no está siendo acompañado por un modelo de negocio maduro y apuesta todo en fondos públicos; eso es peligroso por donde quiera que se le mire".

Para el equipo de allGreenup, en tanto, la clave para poder mantenerse en el tiempo pasa por conectarse con lo que los usuarios requieren y, al mismo tiempo, tener capacidad de adaptación. "Estamos resolviendo un problema real para personas y empresas, un problema por el cual las compañías están dispuestas a invertir y antes de allGreenup no tenían cómo resolver. Llegar a desarrollar la propuesta de valor que hoy entregamos a las compañías no fue fácil, pero desde un inicio enfocamos nuestras energías en conseguir la sustentabilidad y autonomía del negocio", dice Sebastián Luongo.

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