En Europa bromeaban con el "efecto Brexit" para explicar la repentina salida de Inglaterra de la Eurocopa. Y los más serios argumentaron que no fue eso, sino que el empuje y el espíritu de la debutante selección de Islandia lo que explica la debacle británica. Islandia, una isla de 330 mil habitantes y con un fútbol de escasos pergaminos, dio otro batacazo en el certamen galo tras eliminar a los ingleses de la Eurocopa luego de una estrecha pero justa victoria por 2-1 en Niza. Abrió la cuenta con un penal el "histórico" Wayne Rooney, pero dos estocadas nórdicas, una del zaguero Ragnar Sigurdsson y otra del ariete Sigthorsson, instalaron los fantasmas en Niza. Con un orden defensivo a toda prueba, los once islandeses aguantaron 75 minutos y lograron la hazaña de seguir invictos tras cuatro duelos. "A ellos les entró el pánico con nuestros goles", aseguró el atacante Sigurdsson. "Este es el mejor partido en la historia del fútbol islandés", comentó el DT sueco Lars Lägerback. El próximo desafío islandés es aún más duro: buscará el paso a semifinales ante el anfitrión, en París. En el otro lado, la eliminación causó la renuncia del técnico Roy Hodgson. "Es la peor derrota ante un equipo que tiene más volcanes que jugadores profesionales", tuiteó el mundialista Gary Lineker.