Resultados provocan desconcierto en la cúpula de Unidos Podemos
martes, 28 de junio de 2016
Internacional
El Mercurio
Contrario a lo que dijeron las encuestas, la coalición no sumó ningún escaño más.
El día después de las elecciones generales en España el desconcierto era total entre los líderes de la izquierda populista. Nadie de la coalición Unidos Podemos podía entender por qué la alianza no añadió ningún escaño a la suma de ambos partidos -lo que los dejó en tercera posición- ni por qué no pudieron dar el sorpasso al PSOE para arrebatarle el liderazgo de la izquierda. La alianza liderada por Pablo Iglesias y que está formada por Podemos, la Izquierda Unida y otras pequeñas formaciones regionales, además de no haber podido aumentar los 71 escaños conseguidos en solitario por Podemos en diciembre, perdió 1,2 millones de votos. "Nadie sabe por qué el resultado no ha sido el que daban las encuestas. Y nosotros tampoco", afirmó ayer Pablo Echeñique, secretario de Organización de Podemos. La frase resumía en pocas palabras el estado de estupefacción en que se encontraban los miembros de la formación. Noqueado todavía por el golpe, Podemos dejó la autocrítica para más adelante porque, en palabras de Echeñique, hay "muchas opiniones", pero faltan los "datos" para saber quién tiene razón. Por ello, la primera reacción de Podemos fue encargar una encuesta para averiguar por qué una alianza concebida para superar al PSOE ha retrocedido respecto a diciembre, aseguró el diario español El Mundo. Sin embargo, para la mayoría de los medios, uno de los grandes responsables de la caída de Unidos Podemos puede haber estado más allá de sus fronteras. Las encuestas no pudieron medir la influencia que tendría en España el referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea, menos el hecho de que el jueves previo a los comicios legislativos ganara el Brexit, la opción por la salida. Ante los desafíos que planteará esta nueva conformación del bloque comunitario, el Partido Popular se presentó como garante de "estabilidad", afirmó France Presse. Por eso el domingo, David Rico, informático de 50 años, consideró que no es momento para experimentos políticos: "¡Mira el cambio en Reino Unido, ha volcado la bolsa!", exclamó. "Podemos sería el cambio para peor, no quiero Venezuela aquí en España", afirmó por su parte Luis Fernández, de 37 años, retomando uno de los principales reproches de la derecha al partido de Iglesias: sus vínculos históricos con el régimen del difunto Hugo Chávez. Aunque no lo dijeron expresamente, el error de Podemos también pudo estar en haberse confiado con las encuestas y planificar la campaña como si fueran por delante del PSOE, comentaban los medios españoles. Respecto a los pactos postelectorales, Podemos mantuvo su disposición a "tender la mano" al PSOE para formar un gobierno progresista, pero descartó apoyar el pacto de la pasada legislatura entre Pedro Sánchez, líder de los socialistas, y Albert Rivera de Ciudadanos. La alianza logró los mismos 71 diputados y perdió 1,2 millones de votos respecto a los apoyos obtenidos en los comicios del 20 de diciembre.
