domingo, 26 de junio de 2016
Bernardita Aguirre Pascal
El Mercurio
La contaminación atmosférica es responsable de al menos 4 mil muertes prematuras a nivel nacional, lo cual implica un impacto económico de US$ 670 millones anuales asociados a gastos médicos y pérdida de productividad laboral.
demás de los partidos de fútbol de Chile en la Copa América Centenario y la inminente salida del Reino Unido de la Unión Europea, tras el triunfo del Brexit, esta semana la atención estuvo centrada en los episodios críticos ambientales que sumaron seis preemergencias seguidas y dos alertas, hasta ayer. Los 7,1 millones de santiaguinos estamos respirando un aire de mala calidad, lo que acarrea muertes prematuras y enfermedades. Según el sistema de medición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación atmosférica es responsable de al menos 4 mil muertes prematuras a nivel nacional, lo cual implica un impacto económico de US$ 670 millones anuales, asociados a gastos médicos y pérdida de productividad laboral (ver infografía). Cuando hay episodios críticos de contaminación, hay equipos en la industria que no pueden funcionar porque emiten contaminantes sobre la norma, lo que genera pérdidas que la Sofofa calcula en US$ 5 millones diarios. Además de la industria, desde principios de los 90 hay medidas para el transporte y para los hogares que han logrado reducir los contaminantes (ver infografía). La reducción del material particulado grueso (MP10) es uno de los principales logros del plan de descontaminación vigente. Así lo asegura el ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, quien detalla que la superación de la norma de MP10 diaria pasó de 111% a 16% entre 1997 y 2014. Pero reconoce que desde 2011 el material particulado fino (MP 2,5), el más dañino para la salud, se ha mantenido estable, lo que hizo necesario un nuevo plan de descontaminación para Santiago, que hoy está en elaboración y entraría a regir en mayo de 2017. Este contempla medidas de emisión más exigentes para la industria, termina con la calefacción a leña y, en transporte, pone restricción permanente entre mayo y agosto de dos dígitos diarios a vehículos con sello verde anteriores a 2012. 200 mil vehículos paran en preemergencia El sector transporte es el mayor productor de dióxido de carbono, monóxido de carbono y óxido de nitrógeno y es el segundo mayor emisor, tras el sector residencial, de material particulado. En la Provincia de Santiago y las comunas de San Bernardo y Puente Alto, este año hay restricción vehicular permanente desde las 7:30 hasta las 21:00 hrs., entre abril y agosto, para vehículos sin sello verde, que afecta a cuatro dígitos diarios. Cada día salen de circulación 17.200 autos. En preemergencias, la restricción afecta a seis dígitos de vehículos sin sello verde, más dos dígitos de autos con sello verde. Y en emergencia son ocho sin sello, más cuatro con él. "En preemergencia dejan de circular entre 180 mil y 200 mil vehículos. En las calles disminuye el flujo entre 5 y 6% y la velocidad aumenta en esa misma proporción, lo que disminuye la contaminación", explica el seremi de Transportes de la Región Metropolitana, Matías Salazar. Los buses del Transantiago, los buses rurales, los taxis y el transporte escolar no tienen restricción. Los camiones tienen los mismos dígitos que los autos, pero la zona donde no pueden circular se restringe al anillo Américo Vespucio. 1.237 fuentes fijas de la industria paran en preemergencia Las fuentes contaminantes de la industria son las calderas industriales y de calefacción, los procesos industriales, los grupos electrógenos, los hornos panaderos, la agroindustria y la maquinaria de construcción. Este año, la Seremi de Salud de la Región Metropolitana registró 11.588 fuentes emisoras de contaminantes. De ellas, 1.237 fuentes paralizan en preemergencia porque superan la norma de 32 miligramos de contaminantes por metro cúbico (mg/m {+3} ). En emergencias paran más de 2.500, que superan la norma de emisión de 28 mg/m {+3} . US$ 5 millones diarios se pierden por cada preemergencia La fácil fiscalización y las mayores exigencias han hecho que el sector industrial esté sometido a mayores exigencias, a juicio del director de Sofofa Medio Ambiente, Jorge Cáceres, quien dice que las fuentes fijas de la industria producen el 10% del material particulado fino y que el sector emite menos de la mitad del material particulado de los hogares y el transporte. A su juicio, el congelamiento de las emisiones del sector y las exigencias de compensación de emisiones generaron esta baja. "La inversión en tecnología de control de emisiones por parte del sector industrial supera los US$ 2 mil millones en la Región Metropolitana, y aún así debe asumir exigencias mayores para compensar los avances que no se han hecho en otras áreas", reclama Cáceres. Estima un efecto agregado de la restricción de fuentes fijas y la restricción vehicular -que también puede afectar el nivel de producción-, de US$ 5 millones por día de preemergencia. A estos se añaden costos indirectos muchísimo mayores, dice Cáceres, porque hay producción que no se genera, servicios que no se contratan y recursos que deben destinarse a este fin, que podrían orientarse a inversiones productivas. Las mayores pérdidas están en la producción de manufactura, particularmente en la industria metal-mecánica. 120 mil estufas a leña funcionan en Santiago En la Región Metropolitana, unas 120 mil viviendas utilizan leña o sus derivados para la calefacción y/o cocción de alimentos. De estos hogares, el 72% corresponde a sectores urbanos y un 28% a sectores rurales. Son pocas, pero emiten más de 2 mil toneladas al año de material particulado, más de 37 mil toneladas al año de monóxido de carbono y 258 mil de dióxido de carbono. Solo en material particulado fino, la emisión de las chimeneas equivale al que emiten 1.500 autos catalíticos. En la Región Metropolitana pueden funcionar calefactores a leña de doble cámara, pero durante los días de alerta, preemergencia o emergencia ambiental se prohíben. En tres horas una parrilla emite 68 gramos de material particulado Los asados en los días que juega Chile en la Copa América Centenario se agregaron esta semana al modelo de predicción de episodios críticos. Una parrilla funcionando tres horas emite 68 gramos de material particulado fino, 60 de hidrocarburos y 1.129 gramos de monóxido de carbono, entre otros contaminantes. Si se compara el material particulado fino, un bus del Transantiago emite 0,19 gramos por kilómetro. Por eso, tres horas de parrilla equivalen a 357 kilómetros de recorrido de un bus del Transantiago, explica el subgerente de ingeniería de Gasco, Marcelo Cortés. Las opciones son las parrillas eléctricas o a gas, que contaminan menos. La inversión inicial es mayor, desde $70 mil por la parrilla, pero el combustible es más económico porque mientras una bolsa de carbón de 2,5 kilos -que alcanza para un asado- tiene un valor aproximado de $2.500, un cilindro de gas de 5 kilos vale $6.600 y alcanza para diez parrilladas. Las multas por contaminar llegan hasta $45,6 millones Para los autos, los partes por circular con restricción van de 1 a 1,5 UTM, es decir, en junio puede llegar a costar $68.449. Cuando alguien es sorprendido con una estufa a leña encendida se inicia un sumario sanitario al dueño de casa, cuya multa puede ir entre 0,1 ($4.563) y mil UTM ($45,6 millones). En este rango están también las multas aplicadas a las industrias que encienden sus equipos y superan la norma de emisión de preemergencia o emergencia. Plan de descontaminación más exigente en 2017 El 22 de agosto de 2014, Santiago se declaró saturado de material particulado fino (MP 2,5) y se elaboró un anteproyecto para un nuevo plan de prevención y descontaminación que está en discusión y entraría a regir en mayo de 2017. El período de gestión de episodios críticos se acortará, pues se extenderá entre mayo y agosto, y no desde abril como era hasta este año. A nivel residencial, a partir de 2017 se prohibirá todo tipo de calefactores a leña en la provincia de Santiago y en Puente Alto y San Bernardo. Además, todo tipo de estufas a leña simples, salamandras y chimeneas en el resto de las comunas de la Región Metropolitana. Se asume que estos serán remplazados por equipos: 10% a pellets, 30% kerosene, 50% a gas y 10% eléctricos. Se reducirán 1.721 toneladas de material particulado fino al año. Los costos serán de US$ 2 millones y los beneficios para la salud de US$ 1.238 millones. En transporte, "la propuesta que incluimos en el anteproyecto del plan de descontaminación es la restricción permanente para vehículos con sello verde anteriores al año 2012", explica el ministro Pablo Badenier. Los modelo 2012 en adelante estarán exentos de restricción a todo evento, de aprobarse este plan. Además, se pondrá un límite más estricto a la emisión de buses y se construirán más ciclovías, entre otras medidas. Los costos son US$ 1.413 millones y los beneficios de US$ 4.832 millones. En el sector industrial, el anteproyecto propone bajar el límite de emisión a un máximo de 20 mg/m {+3} de material particulado para grandes fuentes y de 30 mg/m {+3} para fuentes pequeñas, en preemergencia. En emergencia, suma a la paralización a los grandes establecimientos industriales que registren emisiones mayores o iguales a 20 toneladas de material particulado fino al año. Adicionalmente, se pondrá una norma para la maquinaria de construcción y se instalarán filtros en estos equipos, entre otras medidas. Los costos son de US$ 261 millones y los beneficios, de US$ 1.536 millones. Nuevo plan de descontaminación costará US$ 1.676 millones "La implementación de este plan tiene un costo cercano a los US$ 1.676 millones en diez años. Las medias más costosas están en los sectores del transporte y la industria. Pero, al mismo tiempo, implica beneficios calculados en US$ 7.707 millones para la región, principalmente ligados a materias de salud y de productividad perdida", explica el ministro Pablo Badenier. El peso mayor del gasto lo tendrán los sectores transporte (84%) e industrial (15%), y el mayor beneficio lo aportarán estos mismos sectores. US$ 900 millones US$ 2.700 millones US$ 1.676 millones US$ 7.707 millones
cuesta el plan de descontaminación de la Región Metropolitana que hoy está en aplicación.
suman los beneficios que resultaron de su implementación.
se invertirán en 11 años en el nuevo plan de descontaminación que comenzaría a regir en 2017.
son los beneficios proyectados del futuro plan.
