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Guía rápida de argumentos a favor y en contra del Brexit

jueves, 23 de junio de 2016

Economía y Negocios Online
El Mundo

Cinco principales argumentos de los partidarios de abandonar la Unión Europea y otros tantos de aquellos que apuestan por quedarse.

Desde hace ya meses los británicos discuten acaloradamente sobre cuánto dinero aporta el país a Bruselas y cuánto recibe, sobre presuntas oleadas de inmigrantes que estarían robando el trabajo a los súbditos de su graciosa majestad y llevando al caos a los servicios sociales, sobre si el país sería más influyente en el tablero geopolítico si se presenta por su cuenta o bajo el paraguas de la UE, sobre la seguridad de sus fronteras...

El jueves, cuando se conozcan los resultados del referéndum, se verá cuál de los dos frentes ha resultado más persuasivo y convincente. Esta es una guía rápida sobre de los cinco principales argumentos que han esgrimido durante la campaña los partidarios de abandonar de la UE y los que apuestan por quedarse.

Argumentos para abandonar la UE


1. Inmigración. La inmigración está fuera de control. Sólo el año pasado llegaron al Reino Unido más de 300.000 inmigrantes, a pesar de que el Gobierno se había comprometido a bajar la cifra a 100.000. Esa marea supone una carga insoportable para los servicios públicos, el transporte, la educación y la sanidad. Además muchos inmigrantes se aprovechan de las ayudas que ofrece el sistema de subsidios británico. Otros aceptan trabajar por menos dinero de lo habitual, quitando de ese modo puestos de trabajo a los británicos y forzándoles a rebajar sus salarios y tarifas para poder ser competitivos. Ser miembro de la UE significa aceptar la libre circulación de personas sin poder poner límites a la inmigración. Los países de la UE son ya 28, y en la lista de espera para entrar se encuentran Albania, Macedonia, Montenegro, Serbia y Turquía, la última de las cuales tiene ella sola una población de 72 millones de personas. Abandonar la UE es el único modo de recuperar el control de las fronteras británicas y de poner freno al número de inmigrantes que llegan al Reino Unido.

2. Seguridad. La libre circulación de personas significa que también los criminales y terroristas se pueden desplazar a sus anchas por el interior de la UE. Gran Bretaña sólo podrá garantizar la seguridad de su territorio si recupera las riendas de sus fronteras y si controla a las personas que pretenden entrar en el país.

3. Cuestión de soberanía. La mitad de las leyes en vigor en Gran Bretaña han sido aprobadas por burócratas de Bruselas. El Tribunal Europeo de Justicia dicta sentencias contrarias al parecer de los tribunales británicos. Sólo abandonando la UE el Reino Unido podrá volver a tomar el timón de su destino y ser un país soberano, regido por sus propias leyes y no por lo que diga Bruselas. Pertenecer a la OTAN y al Consejo de Seguridad de la ONU es más relevante en el tablero internacional que pertenecer a la UE.

4. Ahorrar dinero. Pertenecer a la UE sale muy caro. Gran Bretaña contribuye cada semana con 350 millones de libras esterlinas al mantenimiento de la UE, lo que supone 20.000 millones de libras al año. Si el Reino Unido abandona la UE, esa montaña de dinero se podría destinar a inversiones en el país y a mejorar los servicios públicos, sobre todo el sistema sanitario.

5. Más eficiencia y menos burocracia. Bruselas no funciona. Es una maquinaria lenta, con un exceso de burocracia, poco transparente y aún menos democrática. Pero, sobre todo, es ineficiente: se ve lastrada por una profusión de papeleos, de reglamentos y normativas que no sólo eternizan los tiempos de actuación sino que suponen una fuerte carga económica para las empresas, sobre todo las pequeñas y medianas. Abandonando la UE las empresas británicas serán más competitivas y la economía crecerá. Además, el Reino Unido tendrá las manos libres para poder negociar tratados comerciales bilaterales con países como China o India.

Argumentos para quedarse en la UE


1. Acto irreversible e irresponsable. Dejar la UE sería una acción irresponsable que tendría efectos negativos en las generaciones venideras. Desde la creación de la UE, Europa ha experimentado el mayor periodo de paz y estabilidad de su historia. Salir de la Unión Europea significaría abandonar todo eso y dar un salto a no se sabe dónde. Por otra parte no existen precedentes de que un país abandone la UE y, sobre todo, no habría forma de dar marcha atrás: sería una decisión irreversible. Pero continuar en la UE tampoco significa aceptar con los ojos cerrados su funcionamiento actual. La UE necesita cambios y reformas, que sólo se pueden impulsar si seguimos dentro.

2. Varapalo económico. Salir de la UE supondría un tremendo varapalo para la economía británica. Formar parte de un mercado único de 500 millones de personas ha supuesto una importante fuente de riqueza para Gran Bretaña y le ha abierto las puertas a más de 50 países con los cuales la UE tiene acuerdos comerciales. Más de tres millones de empleos en Gran Bretaña dependen del comercio con la UE, el 44% de las exportaciones del país van a para a la UE. Por cada libra con que Gran Bretaña contribuye a Bruselas recibe 10 en forma de inversiones e intercambios comerciales. Al año el Reino Unido recibe 24.000 millones de esterlinas en inversiones de la UE, y a mitad de las exportaciones británicas tienen Europa como destino. Marcharse de la UE tendría además un terrible efecto sobre los mercados financieros, desataría un caos y debilitaría a la libra, encareciendo la vida de los británicos y pudiendo provocar una grave crisis. Abandonar la UE dañaría gravemente la economía del reino Unido e implicaría recortes en el gasto público de unos 36.000 millones de libras.

3. Cuestión de peso geopolítico. Abandonar la UE significaría una Gran Bretaña aislada y que perdería buena parte de su capacidad de influencia política y geoestratégica. Supondría renunciar a tener un papel importante en Europa y en el mundo y tener que conformarse con jugar un rol mucho menor. Además, como ya le ocurre a Noruega o a Suiza, corre el riesgo de tener que acatar reglamentaciones europeas -como la de la libre circulación- sin tener voz ni voto en esas decisiones.

4. Seguridad e inmigración. Salir de la UE haría de Gran Bretaña un país más vulnerable e inseguro. Vivimos en un mundo globalizado donde todas las amenazas, empezando por la amenaza terrorista, son globales y sólo pueden gestionarse a través de la cooperación entre los países. Sólo la colaboración entre las distintas fuerzas de policía y servicios de seguridad puede impedir atentados. La inmensa mayoría de los inmigrantes, en especial los procedentes de la UE, aportan más de lo que reciben: pagan más impuestos que el uso que hacen de los servicios sociales. Los inmigrantes aportan riqueza.

5. Escisiones nacionalistas. Irse de la UE podría suponer la destrucción del Reino Unido. Escocia pediría la convocatoria de un nuevo referéndum sobre la independencia y en ese caso es muy, muy probable que ganara el "sí" y optara por abandonar el Reino Unido para permanecer en la UE. También Irlanda del Norte podría seguir ese camino, para mantener la libre circulación dentro de la isla con Irlanda, que seguiría ese camino. Y Gales podría optar también por recorrer esa misma senda. Además, millones de ciudadanos británicos no podrían viajar, estudiar, trabajar en otros países europeos. Y los jubilados británicos (hay más de medio millón residiendo en España) perderían el derecho a utilizar los servicios públicos, sobre todo la sanidad, de los países europeos en los que viven.

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