Animalismo

viernes, 10 de junio de 2016

Opinión
El Mercurio

Señor Director:

Me veo en la necesidad de volver a intervenir en el debate sobre el animalismo para contestar la carta de los profesores de la Universidad del Desarrollo Lecaros y Valdés, en la que me imputan no interpretar correctamente a Peter Singer. En primer lugar, debo decir que mis críticas no estaban dirigidas exclusivamente a este autor: aunque no se crea, hay animalistas todavía más extremos. Pero ya que mis contradictores muestran gran admiración por su pensamiento, me permito dar a conocer a la opinión pública algunas de sus propuestas.

Es cierto que Singer señala que su propósito no es rebajar el estatus de los seres humanos, sino elevar el de los animales (los capaces de sentir placer y dolor). Pero esto no pasa de ser una declaración retórica, porque su utilitarismo ético lo induce a concluir que la opción por el ser animal humano o por el animal no humano no pasa por la dignidad intrínseca del primero, sino por una ponderación de todos los costos y beneficios involucrados.

Muchas de las consecuencias de su teoría así lo ponen de manifiesto: no duda en afirmar que humanos con retardo mental están en las mismas condiciones que las de muchos animales que tendrían la misma o incluso más inteligencia. Propicia el aborto libre hasta las 18 semanas, ya que en ese período el feto no sentiría dolor. Más aún: tampoco los recién nacidos tendrían derecho a vivir, de modo que el infanticidio debería permitirse si los padres lo deciden, por ejemplo en caso de una discapacidad del neonato no diagnosticada durante el embarazo. Con estos postulados, no sería raro que Singer concluyera que, después de un balance de los intereses implicados, los guardias del zoológico de Santiago debieran haber permitido la muerte del "sintiente humano" (con severas falencias psíquicas) para preservar la vida del Manolo y la Flaca (los leones sacrificados).

Termino agradeciendo la invitación a debatir con Peter Singer con ocasión de su próxima visita a Chile anunciada por Lecaros y Valdés, pero no creo que sea necesario. Confío en que muchos académicos de la misma UDD, que declara adherir a "los valores del humanismo cristiano", sabrán defender con mayor erudición que la mía la dignidad y el derecho inviolable a la vida de todo ser humano.

Hernán Corral