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Entre 2010 y 2015, los alumnos del grupo socioeconómico alto perdieron 37 puntos en la medición:

Hábitos de lectura y tecnologías explicarían la baja en los resultados de hombres en el Simce

miércoles, 08 de junio de 2016

Javiera Herrera, Pamela Gutiérrez y Carlos Said
Nacional
El Mercurio

Colegios de sectores más acomodados registraron las mayores caídas y la autoridad los llamó a "no dormirse en los laureles". Educación 2020, en tanto, alerta sobre estancamiento en los sectores de más bajos ingresos.



"No nos quedamos tranquilos", advirtió ayer la subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, al presentar los resultados del Simce 2015 aplicado a los octavos básicos y segundos medios. "Ameritan una agenda de investigación", agregó.

Este año, el talón de Aquiles fue la prueba de comprensión de lectura de 2° medio. En un año, los resultados cayeron cinco puntos, llegando incluso a un nivel inferior al de 2003 (253 puntos). "Esto es un elemento de preocupación; en una década estamos bajando en resultados de aprendizajes", planteó Carlos Henríquez, secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad.

El escenario es aún más llamativo si se consideran el género y el nivel socioeconómico. Entre 2003 y 2015, el resultado global de los hombres cayó 12 puntos, mientras el de las mujeres se estancó. Pero al analizar el desempeño de los hombres del grupo socioeconómico alto, se ve que este retrocedió 37 puntos entre 2010 y 2015, mientras el del grupo medio alto bajó 32 puntos.

Según Henríquez, una explicación sería el escaso hábito de lectura de los jóvenes. Un cuestionario realizado junto con el Simce mostró que la mitad de los hombres no leen para entretenerse y que otro 46% leen solo si los obligan. A la mitad de las mujeres, en cambio, les gusta que les regalen un libro.

La misma encuesta reveló que los hombres suelen leer textos más bien cortos, como historietas, mientras las alumnas prefieren novelas, que ayudan a una mejor comprensión lectora.

Sobre este punto, Carmen Sotomayor, académica del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile, postula que "la lectura a esa edad (15-16 años) tiene que ver con la motivación; no se les puede obligar a leer. Entonces, algo está pasando que no se les logra motivar".

Y añade que "podría estar influyendo lo digital, porque los niños leen, pero no en papel". Sotomayor precisa que esa lectura no es lineal, por lo cual "habría que preguntarse qué pasa con la lectura digital. Leen mucho, pero de otro modo".

Por eso, tanto ella como Pelusa Orellana, académica de la U. de los Andes, sugieren avanzar en una evaluación de la lectura digital de los alumnos.

En esa línea, Quiroga postula que "la era digital está imponiendo un desafío tremendo al sistema educacional, que normalmente no suele ir tan a la par con el desarrollo de la sociedad".

Y así, uno de los temas a trabajar es la formación de profesores. Los más antiguos "no estamos formados (para eso), tendríamos que empezar a formarnos en saber buscar información, saber cómo se integra, saber cuáles son los buenos lugares de búsqueda", dice Sotomayor. "Se tienen que trabajar estas habilidades de los profesores desde la capacitación docente", añade Orellana.

Aprender más y mejor

A la baja en el desempeño de los hombres se suma la de los grupos socioeconómicos altos. "Ni siquiera están estancados en lectura. Tienen una caída en términos de sus resultados; por lo tanto, lo que tenemos que hacer es que no se duerman en los laureles e invitar a los colegios de los grupos altos y a las familias a ver qué hacemos para que los estudiantes aprendan más y mejor", indicó el encargado de la Agencia de la Calidad.

En la prueba de lectura, el grupo alto pasó de 311 puntos en 2010 a 281 puntos el año pasado, mientras que el estrato más bajo perdió tres puntos, y promedió 224 puntos en la última medición, un estancamiento que también se ve en las otras mediciones y niveles (ver recuadro).

"En ningún caso, una brecha que se cierra producto de un grupo socioeconómico que está bajando sus resultados puede ser motivo de alegría o satisfacción", admitió Quiroga.

Mirentxu Anaya, directora ejecutiva de Educación 2020, es más crítica: "Es una vergüenza como país que nuestros estudiantes más pobres no estén aprendiendo nada". Resaltó que en los últimos años se ha triplicado el gasto en educación, sin que se haya visto el efecto. Añade que "es una vergüenza que los estudiantes más aventajados, con mayor capital cultural y social desde sus casas y, además, con una inversión alta en la educación privada, también estén bajando sus resultados. Este es un modelo educativo que no da para más".

263
puntos promedió el Simce de Matemática en 8° básico.

262
puntos fue la media del Simce Matemática en 2° medio.

79
puntos de diferencia tuvo la prueba de Matemática en 8° básico entre los grupos socioeconómicos bajo y alto.

110
puntos separaron a los estratos bajo y alto en la prueba de Matemática correspondiente a 2° medio.

266
puntos fue el puntaje promedio en el Simce de Ciencias Naturales de 8° básico.

250
puntos fue el puntaje promedio de la prueba de Historia, Geografía y Ciencias Sociales en 2° medio. Se trata de la primera medición de este tipo para esta asignatura.

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