En una década, el Estado ha comprado el 43% de la cartera de deudores del CAE
lunes, 06 de junio de 2016
Carlos Said
Nacional
El Mercurio
Expertos dicen que el sistema se ha vuelto poco rentable, en el contexto de la gratuidad. Sergio Bitar, creador del instrumento, propone que en los próximos años sea traspasado a una agencia pública.
Este año, el Crédito con Aval del Estado (CAE) cumple una década de existencia. En total, lo han usado 719 mil estudiantes -232 mil ya egresados-, que han solicitado $951 mil millones para financiar los aranceles de sus carreras, un monto que equivale a poco más del doble de lo que el Ministerio de Educación destinó para la gratuidad 2016. Sumando los intereses, este gran monto representa la deuda adquirida por los jóvenes en el sistema. Y, de ese total de créditos solicitados, el Estado ha comprado la deuda de 281 mil alumnos, por $408 mil millones, el 43% del total. La compra de carteras busca evitar que los jóvenes más pobres permanezcan de la banca privada, por lo que ahora el fisco es el encargado de cobrar esas deudas. Pero, por lo mismo, algunos expertos creen que el sistema no está siendo conveniente para el Estado, sobre todo en el nuevo contexto de la gratuidad. Según el investigador de Educación 2020 Mathias Gómez, "se agrupa a los estudiantes en carteras de clientes y se les ofrece a los bancos, pero luego el Estado recompra los grupos más riesgosos", lo que encarece el modelo. Y sumada a los subsidios la tasa de interés, es probable que a estas alturas "al fisco le convenga más entregar gratuidad que créditos", postula. Por eso, cree necesario comparar ambos sistemas, y si la gratuidad es más conveniente, "se debería avanzar más rápido en la entrega de ese beneficio". En esa línea, Víctor Orellana, investigador de Nodo XXI, plantea que "esos recursos siempre se pudieron haber usado en expandir el derecho a la educación pública" antes que a crear el crédito, por lo que el sistema "se convirtió en un enorme fracaso, un gasto ridículo de los recursos para la educación". Según sus cálculos, este año hay US$ 96 millones de presupuesto para el crédito, y la última década se han gastado US$ 500 millones en sobreprecios y recargas para los bancos. "Hay una enorme responsabilidad política de la Concertación y del Presidente Lagos, en cuyo gobierno se diseñó esto, porque ha sido el despilfarro más grande de los últimos años", asevera. Una postura distinta tiene María Paz Arzola, investigadora de Libertad y Desarrollo. Indica que "el origen del CAE es en un contexto en que los estudiantes fuera de las universidades del Consejo de Rectores no tenían prácticamente ayudas del Estado, estaban bastante más restringidos en cuanto al acceso (...). Y si uno lo evalúa con justicia, en el contexto en que se origina fue un tremendo aporte". Cambios al sistema A pesar de las críticas, el ex ministro de Educación y creador del instrumento, Sergio Bitar, defiende el rol del CAE. "Ha sido un aporte para el acceso a la educación y la igualdad. La matrícula de la educación técnica se duplicó desde 2005, y este era el mecanismo que podía usarse en esos años", dice. Sin embargo, y en el contexto de la reforma, cree necesarios algunos cambios. "Hay que dar un nuevo paso para que en los próximos dos o tres años todos los créditos pasen a una agencia pública, y progresivamente vayan siendo reemplazados por otras becas o por la gratuidad", propone. A su juicio, esto es necesario porque los bancos no se han mostrado tan interesados en el crédito, los jóvenes no quieren estar endeudados y hoy el país tiene más recursos para plantear el tema. Sobre eventuales cambios, la presidenta de la Corporación de Universidades Privadas, Pilar Armanet, opina que se deben entregar más incentivos a los bancos para que puedan cobrar las deudas, y así evitar que se cobren las garantías del fisco. "Además, podría ser contingente al ingreso del 5% del sueldo, como el Fondo Solidario, porque hoy es del 10%", agrega. Mientras que Arzola, sostiene que, dado que la gratuidad aumentará según el crecimiento económico del país, se debería seguir considerando al CAE como una herramienta. "Es un crédito con condiciones bastante mejores que las de su inicio y me parece que responde a las necesidades del país, que tiene otras urgencias que financiar, más allá de la educación superior", afirma. Responsabilidades Los estudiantes han sido los mayores críticos del CAE, al que acusan de generar más deudas que ayudas. Camila Rojas, vocera de la Confech, cree que las ex autoridades deben hacer un mea culpa por introducir a los bancos en la educación, "a costa de la esperanza de las familias que vieron la posibilidad de tener en su seno a la primera generación de profesionales". Afirma que al gobierno de la época "nunca se le pasaron por la cabeza ni la gratuidad, ni la calidad, ni menos la reconstrucción de la educación pública", sino que "buscaron consagrar definitivamente el Estado subsidiario, creando un negocio que hoy ata a cientos de miles de estudiantes a deudas impagables". Instituciones Hay cerca de 90 planteles, entre universidades, centros técnicos y escuelas matrices de las FF. AA., que participan en el CAE. ''Se agrupa a los alumnos en carteras de clientes y se les ofrece a los bancos, pero el Estado recompra los más riesgosos". ''En el contexto en que se origina, en que no había otras ayudas, fue un tremendo aporte".
MATHIAS GÓMEZ
Investigador Educación 2020
MARÍA PAZ ARZOLA
Investigadora LYD
