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Claudia Monreal

"Las mujeres en ambientes masculinizados perdemos nuestra identidad femenina"

martes, 24 de mayo de 2016


Oficina con vista
El Mercurio

"Ser buena en lo que haces no es suficiente: tienes que tener un set de habilidades blandas que un hombre no necesita".



Trabaja contra la inequidad de género en la minería. ¿Cuáles son las problemáticas de las mujeres en ese rubro? Hay mucho que cambiar, hay ojos que abrir y ese es el espíritu de Woman in Mining (WIM) en Chile: una network femenina que cree que la inequidad se resuelve haciendo redes que nos permitan sobrellevar las diferencias y mejorar la situación desde adentro. Debemos restablecer la paridad de los géneros en el trabajo. Las mujeres en ambientes masculinizados perdemos nuestra identidad femenina, que es justamente el aporte que podemos entregar. Nos insegurizamos al punto de que una mujer demora ocho veces más que un varón en pedir una promoción. El lenguaje que minimiza el valor del género femenino es un ejemplo de la agresividad pasiva de la que somos todos partícipes. 

¿Qué tan lejos está Chile de las realidades de otros países de América Latina o de Canadá? Estamos lejos. En los países que ya tienen cerca del 17% de mujeres en las filas mineras, los temas profundos están resueltos: simplemente nadie minimiza el rol de una persona por su género. Y el respeto a esos límites es una cosa transversal en la sociedad. Que estos países no tengan más de un 17% tiene que ver con opciones personales y no con barreras sociales. Acá, en cambio, el 7% está pobremente repartido, solo hay un 2% de mujeres en cargos de responsabilidad y muchas se retiran porque la falta de consideración las aburre.

Es ingeniera en minas, especializada en geoestadística. ¿Qué experiencias la llevaron a interesarse en la desigualdad? He escuchado de todo en mis 20 años de carrera. Pensé que los comentarios no me afectaban y muchas veces los hice yo misma. Lo típico: "No seas niñita, ¿estás con el período?, ponte los pantalones". Nunca paré a pensar qué decía o qué me decían. Sin embargo, mirando otras realidades me di cuenta de cómo me habían afectado esos comentarios en mis decisiones profesionales: Sí, me dieron un aumento, pero jamás pedí uno. "Que el profe me regalaba las notas, que el jefe me tenía buena, que nunca sería jefa porque es un mundo de hombres", etc. Todo eso hace que una piense que debe demostrar muy bien lo que vale y esforzarse más. Por otro lado, en mi primera pega me contrataron embarazada, me subieron el sueldo sin pedirlo, me pasaron cosas que validaron mi desempeño en distintos grupos y jefes, pero siempre tenía un techo invisible. Nunca lo enfrenté porque tuve que verlo desde afuera para darme cuenta. Entonces decidí que basta ya.

Hoy, además, es gerente de una empresa: Core Mining Studies. ¿Qué fortalezas y debilidades tiene? Mi profesionalismo me llevó adonde estoy, trabajo muy duro. ¿Debilidad? El ser mujer en un mundo de hombres. Podrías pensar que eso lo facilita, pero no cuando tienes un rol de toma de decisión. En un mundo machista es difícil pedir un favor, llamar para pedir una reunión, que no te salten y busquen hablar con "el jefe". He constatado con otras mujeres en puestos como el mío que les pasa igual. Ser buena en lo que haces no es suficiente: tienes que tener un set de habilidades blandas que un hombre no necesita.

¿Cómo definiría la manera de ejercer su liderazgo? Creo en el liderazgo basado en el respeto, intento ser justa hasta que duele y eso mismo espero de los demás. A veces ha sido un problema para quienes me rodean, porque sienten presión o falta de control. Lo lindo es que hay gente que me cree. Trato de ser abierta, pero es difícil porque tengo una gran confianza en mi esfuerzo y eso muchas veces me ciega.

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