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La inversión en puertos que da seguridad a los exportadores

lunes, 16 de mayo de 2016

Gabriela Gayani
Campo
El Mercurio

A lo largo del país se realizan importantes ampliaciones en capacidad de carga y de atraque, lo que permitirá que el sector agroalimentario cuente con alternativas para enfrentar coyunturas y de esa forma disminuir el riesgo de no poder cumplir con los envíos.



La cara al Pacífico de Chile es una de sus ventajas. Por ello contar con puertos que permitan movilizar la fruta y los otros productos desde el país al resto del mundo ha sido uno de los aspectos clave para el desarrollo agroexportador.

En los últimos años, los puertos han venido en una campaña intensa de inversión y modernización que permite mejorar el tránsito portuario y la capacidad de carga, que lograrán no solo hacer frente a la creciente producción del sector, sino bajar y optimizar incluso la calidad, al disminuir la necesidad de desplazamientos o tiempos de espera en el despacho de los agroalimentos. Asimismo, dará una mayor seguridad al sector exportador, ya que se contará con mayores alternativas para movilizar la fruta u otros productos, al enfrentar situaciones complejas, como las vividas en los últimos años, en algunos de ellos.

Ronald Bown, presidente de la Asoex, puntualiza que "las nuevas inversiones en todos los puertos del país son siempre una buena noticia, ya que suponemos implica un incremento o modernización de su infraestructura, lo que permite un mejor servicio, especialmente en cuanto a tiempos de carga/descarga. Esto para los alimentos frescos como las frutas, constituye algo básico, dado lo perecible de nuestros productos. En definitiva, lo que se pretende es mejorar la productividad y competitividad de nuestros puertos".

Dos nuevos sitios de atraque en Coquimbo

Así, por ejemplo, en el puerto de Coquimbo, por donde salen los productos de las provincias de Elqui, Limarí, Choapa y sus alrededores, principalmente fruta, se trabaja en recuperar los daños dejados por el terremoto y el tsunami del 16 de septiembre de 2015 y, además, se consideran inversiones que ampliarán su capacidad operativa.

Para ello, la Empresa Portuaria de Coquimbo trabaja en conjunto con Terminal Portuario de Coquimbo (TPC) en construir y habilitar, tal como lo establece el contrato vigente, un nuevo sitio granelero. En paralelo, TPC solicitó la evaluación de un nuevo proyecto de construcción de dos sitios de atraque adicionales, utilizando una estructura denominada FingerPier multipropósito.

Francisco Villalón, gerente general de Puerto Coquimbo, explica que actualmente, en el Sitio 1 se atienden naves con graneles y en menor medida fruta.

"Los planes de ampliación del puerto benefician a las exportaciones agroalimentarias, ya que permitirían contar con sitios adicionales para embarcar productos con mejor calidad de servicio. Además, se reducirán los costos de transporte de los pequeños exportadores que actualmente deben hacer uso de puertos alternativos", dice.

San Antonio, el de mayor inversión privada

En julio de 2011 se constituyó Puerto Central S.A. (PCE), sociedad concesionaria del Terminal Costanera-Espigón en San Antonio y este año finalizó la construcción de la primera etapa y entraron en operación 350 metros de frente de atraque de un total de 700 metros que considera el proyecto.

La inversión total, de US$ 500 millones, supone incorporar los más modernos equipos de transferencia para contenedores, de los cuales ya están en operación siete. Cuando concluya la construcción a fines de este año, Puerto Central contará con 1.300 metros de frente de atraque y 37 hectáreas de áreas de respaldo y equipos modernos, con lo cual se transformará en la mayor infraestructura portuaria de la Región de Valparaíso. A la fecha PCE ha invertido
US$ 280 millones en infraestructura y equipos para la atención de todo tipo de cargas.

Y ya ha solucionado problemas del agro. En marzo, un foco de mosca de la fruta en la V Región obligó a que fruta que iba a salir por Valparaíso, debiera ser redestinada a San Antonio, donde Puerto Central la manejó sin atochamientos, a pesar de no ser parte de una planificación. El gerente general de Puerto Central, Rodrigo Olea, señala que para las cargas hortofrutícolas en contenedores, el terminal cuenta con 600 conexiones para contenedores refrigerados, los cuales deben llegar a ser dos mil a fines de 2016, y que Puerto Central está en condiciones de atender cargas hortofrutícolas en naves frigoríficas, "tal como quedó demostrado en marzo cuando, debido a la aparición de la mosca de la fruta en el puerto de Valparaíso, más de 17.000 pallets fueron embarcados en tres naves desde Puerto Central".

Valparaíso, duplicar la carga que moviliza

Hasta ahora Valparaíso ha sido el principal puerto de exportación para productos agroalimentarios del país. A través de él salieron 1.283.074 toneladas de fruta en 2015, lo que equivale al 29% del total de carga embarcada, y si se trata solo de fruta representa prácticamente el 51% del total de la exportada por el país.

Valparaíso también está con un intenso plan de desarrollo que contempla una cartera de cinco proyectos de corto y mediano plazo y dos iniciativas de largo plazo, lo que significará una inversión superior a los
US$ 1.750 millones para distintos aspectos del puerto. De ellos, lo que impacta directamente en la operación portuaria es la construcción de un nuevo terminal, cuya concesión se inició en 2013, entregándosela a la empresa Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL). El proyecto contempla la edificación de un frente de atraque de 785 metros, 9,1 hectáreas de área de respaldo ganadas al mar y 2,6 hectáreas de muelle, completando una superficie total de 18,1 hectáreas, con una inversión aproximada de US$ 500 millones, cuya entrada en operaciones se espera para 2018.

La otra gran obra es la ampliación del sitio 3 del terminal 1 y el reforzamiento de los sitios 4 y 5 para llevarlos a una condición antisísmica y que consiste en un alargamiento de 120 metros del frente de atraque principal, el cual pasará de los actuales 620 metros a 740 metros. El proyecto supone una inversión cercana a los US$ 60 millones (incluyendo infraestructura y nuevo equipamiento) y se espera que hacia fines de 2016 esté completamente operativo.

Gonzalo Davagnino, su gerente general, indica que las nuevas iniciativas de infraestructura permitirán duplicar la carga que en la actualidad mueve el Puerto de Valparaíso, aportando una capacidad instalada para movilizar un millón de toneladas más de fruta y alrededor de 10 millones de toneladas de carga general al año. "Con una demanda por infraestructura portuaria que crece a razón de 5% a 6% anual, estas obras serán fundamentales para que el comercio exterior chileno siga creciendo. Con una economía abierta al mundo, con más de 60 acuerdos comerciales y un 95% de tráfico de mercancías por vía marítima, tanto la extensión del Terminal 1 como la construcción del nuevo Terminal 2 pasan a ser piezas clave en esta dinámica", apunta.

Para los exportadores agroalimentarios y frutícolas, este crecimiento del puerto de Valparaíso supondrá un importante aumento de la disponibilidad de infraestructura.

"Hoy Valparaíso es la salida de cerca del 51% (1,3 millones de toneladas) de las exportaciones frutícolas chilenas, proporción que sin duda seguirá aumentando con la construcción del nuevo terminal, considerando, además, que los dos concesionarios involucrados en su desarrollo -tanto TPS como TCVAL- han destacado como operadores portuarios eficientes y altamente competitivos", señala Davagnino.

BioBío, los emergentes para los alimentos

La Región del Biobío, en tanto, cuenta con un sistema portuario integrado por puertos públicos y privados, que actualmente moviliza cerca de 19 millones de toneladas de carga anuales, y que están trabajando, a través de una mesa público privada de Comercio Exterior para atraer nuevas cargas de la macro zona centro sur, que comprende las regiones de Maule, Biobío, Araucanía y Los Ríos

La empresa Portuaria TSV posee dos terminales multipropósito actualmente concesionados: Puerto San Vicente y Puerto de Talcahuano, ambos ubicados en la comuna de Talcahuano. El primero es operado por la empresa San Vicente Terminal Internacional (SVTI) y hoy transfiere el 30% de la carga del sistema portuario de la Región del Biobío.

En términos de crecimiento de infraestructura portuaria, TSV contempla, para el puerto San Vicente, una ampliación del frente de atraque, con dos nuevos sitios, que permitirá llegar a 864 metros continuos y calados de 14 metros, con lo que se convertirá en el terminal con el mayor frente de atraque del sur de Chile, con un incremento del 50% de su capacidad. Estas obras, sumando las de reconstrucción, representan una inversión de US$ 120 millones, de los cuales alrededor de
USS 40 millones aporta el Estado a través de Portuaria TSV, y US$ 40 millones, el concesionario SVTI, financiado por los seguros recuperados por ambas empresas y otros aportes. La nueva infraestructura permitirá atender de manera simultánea a dos naves portacontenedores cada una.

Las obras proyectadas en Talcahuano, por otra parte, generarán un incremento de capacidad de transferencia de carga, la que alcanzaría a 15 millones de toneladas.

Si bien hasta ahora la participación del sector agroindustrial en la carga movilizada a través de estos puertos es baja, considerando la creciente estructura productiva agroindustrial y cómo el cambio climático ha permitido el desarrollo y la transformación productiva del sector agrícola, hay un amplio espacio de crecimiento para estos productos.

"Ello constituye un desafío para que nuestra oferta regional de servicios logísticos y portuarios sea atractiva. Comprendemos que la industria requiere seguridad y continuidad operacional, servicio eficiente que le permita llegar en menores tiempos a sus mercados de destino, entre otros atributos de servicio", dice el gerente general de Empresa Portuaria Talcahuano San Vicente, Rodrigo Monsalve.

Monsalve agrega que en la región existe disponibilidad de conexiones para contenedores refrigerados. "Contar con esta infraestructura, en el caso de las exportaciones de productos agroalimentarios, permite mantener el control de temperatura de las cargas hasta su embarque".

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