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Asumirá en caso de que la Presidenta Dilma Rousseff sea apartada de su cargo en Brasil:

Vicepresidente Temer ya recluta nombres y configura alianzas para su eventual gobierno

viernes, 29 de abril de 2016

Jean Palou Egoaguirre
Internacional
El Mercurio

Henrique Meirelles, ex presidente del Banco Central durante los gobiernos de Lula, sería su hombre fuerte en economía. Su objetivo es integrar en el gabinete a miembros del PSDB, el principal partido de la oposición.



Sus cercanos aseguran que todavía no descorchan el champán de la victoria, pero Michel Temer no pierde el tiempo. El Vicepresidente brasileño, quien alguna vez dijo sentirse como una figura "decorativa" en el gabinete de Dilma Rousseff, ha tenido una intensa agenda esta semana, preparando tras bambalinas -aunque de manera cada vez menos disimulada- el eventual gobierno que le tocaría encabezar en caso de que la Mandataria sea suspendida del cargo por la apertura de un juicio político, lo cual podría ocurrir a mediados de mayo.

Discreto y hábil, Temer ha administrado cuidadosamente los tiempos desde que el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) rompió su alianza con el gobierno y él quedó en primera línea para suceder a Rousseff. Si bien en un principio se mostró cauto, desde que se difundió, por un supuesto "error", un audio en el que ya hablaba como Presidente en funciones se ha empoderado cada vez más en su nuevo rol, y ahora que el proceso de impeachment comenzó a ser tramitado en el Senado, el Vicepresidente no ha parado de recibir a dirigentes y posibles futuros ministros en su residencia oficial, el Palacio de Jaburu.

"Estoy en una situación muy difícil. No puedo, en respeto al Senado, tratar la formación de un eventual gobierno, pero tengo que estar preparado para, conforme al rito, asumir en el gobierno al día siguiente de que se decida la suspensión de la Presidenta", reconoció Temer en una entrevista con O Globo, en la que el periodista logró sacarle sin mucho esfuerzo los nombres de varios de sus posibles ministros.

Uno de los principales hombres en la lista de Temer sería Henrique Meirelles, quien fue presidente del Banco Central entre 2003 y 2010, durante los dos mandatos del ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva. "Confieso que si tuviera que asumir hoy, él sería el ministro de Hacienda (...) Quedé muy impresionado", declaró el Vicepresidente, lo que bastó para que hiciera subir 2,3 puntos los índices de la Bolsa.

"Meirelles es muy respetado por el sector financiero y traería cierta calma al escenario económico. No sé si sea el mejor hombre para el cargo, pero sí tiene una visión más amplia de los problemas", explica el economista Arthur Barrionuevo, experto de la Fundación Getulio Vargas, quien destaca que se requerirá su capacidad negociadora para aprobar en el Congreso una agenda económica impopular para enfrentar la severa crisis que vive Brasil.

El currículum de Meirelles, además, lo blinda de críticas desde el hoy oficialista Partido de los Trabajadores (PT). "Él es identificado como una de las personas centrales en los primeros años de gobierno de Lula, ya que le dio continuidad a la política de estabilización del Plan Real", comenta el politólogo Simon Schwartzman. "Será bien recibido por el sector empresarial, y no será fácil para el PT atacarlo".

Temer también ha mencionado a miembros de su círculo íntimo para ocupar los cargos políticos clave en su posible gabinete.

Para el Ministerio de Casa Civil, el equivalente a la jefatura de gabinete, Temer estaría considerando a Eliseu Padilha, un veterano dirigente del PMDB, muy cercano a él, quien ejerció hasta diciembre como titular de Aviación Civil en el gobierno de Rousseff.

También del PMDB, evalúa como jefe de la Secretaría de Gobierno a Geddel Vieira Lima, ex ministro de Integración Nacional de Lula y actual vicepresidente del banco estatal Caixa. Para el Ministerio de Planificación contempla al senador Romero Jucá, actual presidente del PMDB, mientras que pretendería devolverle el cargo a algunos funcionarios que tuvieron problemas con Rousseff, como Nelson Jobim, quien regresaría a Defensa tras su paso por esa cartera entre 2007 y 2011.

Pero en el camino Temer también ha tenido problemas. Como ministro de Justicia, había sondeado a su amigo personal Antonio Cláudio Mariz de Oliveira, un hombre de su "confianza absoluta". No obstante, el Vicepresidente habría descartado solo pocas horas después a Mariz, debido a entrevistas en las que él reiteró sus críticas a la Operación Lava Jato y al recurso de las delaciones compensadas, que calificó como una "especie de Inquisición".

Incluir al PSDB

Para los otros cargos -Temer piensa eliminar 6 ministerios, para quedarse con 25-, el Vicepresidente pretende reclutar a miembros de los otros nueve partidos que apoyan el impeachment .

En esa línea, el naipe del gobierno interino de Temer no estaría completo sin algún dirigente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), la principal fuerza opositora y gran promotora del juicio a Rousseff. "Lo que menos quiero son problemas con el PSDB, un partido que considero fundamental", dijo.

Temer se ha reunido con varios dirigentes de ese partido, y en particular ha tenido palabras elogiosas hacia José Serra, "un hombre que cabe en cualquier cargo de gobierno" y que el Vicepresidente estaría considerando como titular de Educación. Se trata de un peso pesado del PSDB: ex ministro en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso y ex gobernador de Sao Paulo, el actual senador ha sido dos veces candidato presidencial, perdiendo en 2002 ante Lula y en 2010 ante Rousseff.

Pero en el PSDB no hay una línea única respecto de si sumarse o no al gabinete de Temer. El propio Cardoso -ícono máximo del partido- debió salir a zanjar el tema para defender la entrada de la formación, posición que se enfrenta con la de los presidenciables en el PSDB que piensan en lo que viene después de Temer, en las elecciones de 2018.

"El PSDB está dividido entre las posiciones de Serra y las del gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alkimin, y el presidente del PSDB y ex candidato presidencial Aécio Neves, quienes tienen miedo de que el partido se contamine con las dificultades que el gobierno de Temer pueda tener", sostiene Schwartzman.

Neves, quien recibió esta semana la visita de Temer en su propia casa, ha aprovechado la coyuntura para negociar con el PMDB una alianza de cara a las municipales de este año y sacarle al Vicepresidente compromisos: que no se postulará en 2018 y que impulsará una reforma para eliminar la reelección presidencial.

Y aunque no ha aclarado en qué consistirá su participación en el gobierno, Neves recalcó que el PSDB respaldará su gestión. "Teníamos dos opciones: o lavarnos las manos o dar nuestra contribución. Nosotros vamos a ayudar, independiente del desgaste que ello pueda generar", aseguró Neves, aunque, tal como lo demostró Temer con Rousseff, las lealtades en la política brasileña nunca pueden darse por eternas.

En ocho estados brasileños hubo ayer protestas y tomas de carreteras en contra del impeachment a Rousseff. Las manifestaciones fueron lideradas por el Movimiento de Trabajadores Sin Tierra.

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