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Mayor hotelero de Chile activa expansión

domingo, 25 de marzo de 2007

Azucena González San Martín
Enfoques, Economía y Negocios

El grupo llegó a tener una docena de hoteles. Luego se desprendió de varias inversiones, pero ahora se apresta a abrir tres nuevos complejos.


Panamericana Hoteles está celebrando. Esta semana el que fuera el mayor grupo hotelero del país -llegó a operar una docena de establecimientos a lo largo de Chile- celebró sus sesenta años de existencia. El aniversario estuvo marcado por anuncios de parte de sus dueños, la familia Meiss, quienes aprovecharon la ocasión para contar a sus clientes, proveedores y más cercanos colaboradores el proceso de cambio que viven: incorporaron a la tercera generación a la gestión de la compañía y crearon una estructura de sociedad matriz para funcionar como holding. Además, el grupo está retomando la expansión con una carpeta de al menos tres nuevos proyectos en Chile.

Los cambios implicaron el alejamiento de la gerencia general de Pedro Meiss -el mayor de los tres hijos del fundador de la cadena, Jorge Meiss-, quien desde que cumplió 18 años estuvo encima de los negocios, donde, dice, fue cocinero, garzón, mucamo. "Fuimos formados en la profesión", se explaya, contando que desde ahora asumirá como presidente del directorio que hará de paraguas de las sociedades operativas. Pedro Meiss ocupaba desde 1983 la gerencia general.

En su reemplazo, el cargo lo tomará su hermano menor, Eduardo Meiss. A su vez, el hijo de Pedro, Roberto Meiss Vorwerk, está creando una gerencia de marketing para impulsar la imagen, aprovechando su experiencia como ingeniero comercial. Meiss Vorwerk fue el impulsor del proyecto de fidelización de clientes de la supermercadista D&S, Mi Club Lider.

A su vez, Cristián Meiss, hijo de Eduardo, tomará la gerencia de operaciones y desarrollará un proyecto piloto de reorganización interna en el Hotel Antofagasta, que luego replicarán en los otros hoteles.

Los planes
En la década de los "80, Hotelera Panamericana llegó a tener 12 hoteles. Pero luego, en los años "90, comenzó a desprenderse de participaciones que tenía en varios de ellos. En algunos, como el Miramar, por término de la concesión (1998). En otros, por separar inversiones con el ex socio Arturo Castillo. En Hanga Roa, de Isla de Pascua, vendieron el porcentaje que tenían a su entonces socio Christoph Schiess. "Nos salimos de todos los hoteles donde teníamos sociedad con terceras personas, y hoy lo que tenemos son inmuebles propios, excepto el O"Higgins, que es municipal", dice Eduardo Meiss.

Ahora Panamericana volverá a invertir, y con financiamiento bancario proyecta la construcción de tres nuevos hoteles que se sumarán a los siete que manejan en Arica, Antofagasta, Quintero, Viña del Mar, Temuco, Ancud y Santiago (en Providencia).

Para ello, la compañía ya tiene adquiridos dos terrenos en la V Región y Coihaique y proyecta otro en una plaza aún no definida en la I Región. En total, una inversión de unos US$ 8 millones que comenzarán a materializar en 2008 para estar operativos en 2011, y así aprovechar la demanda por el crecimiento del turismo.

En la Región de Valparaíso, en una ubicación que Meiss prefiere no revelar -"puede ser Valparaíso, Concón o San Antonio", dice- proyectan un hotel orientado a los negocios, iniciativa que corre en paralelo a la licitación del Hotel O"Higgins, que sigue interesando a los Meiss.

Pedro Meiss plantea que, pese a la arremetida de cadenas internacionales, de todas formas hay espacio para crecer, por el auge del turismo, que en Chile se expande a tasas del 10% anual. "El secreto está en ocupar un nicho. Nosotros, por ejemplo, estamos en los 4 estrellas. No vamos a competir con los grandes de arriba", dice.

Con el plan, la cadena apunta a subir un 25% su facturación y llegar a unos 350 mil pasajeros al año, desde los 250 mil que logran en la actualidad.

Es que los Meiss llevan en los genes y en su historia familiar el conocimiento del mercado hotelero, lo que explica que pese a recientes ofertas de compra recibidas no hayan querido desprenderse del negocio (ver recuadro).

Ni siquiera cuando en 1984 tuvieron que tomar como familia una decisión trascendental que a la postre fue la que los transformó en verdaderos empresarios. La disyuntiva era simple: dejar el negocio o tomar el riesgo, y buscar capital para comprar los hoteles que administraban. Esto porque el gobierno de Augusto Pinochet decidió la venta y enajenación de los inmuebles hoteleros fiscales en manos de la Corfo.

"Resultamos ser muy buenos clientes de los bancos", recuerda Pedro Meiss, aludiendo a la deuda que tomaron para dar el salto, lo que luego para Pedro fue coronado con su paso al mundo gremial como presidente de la Federación de Hoteleros de Chile (1994-2002).

Los Meiss también han apostado a otras inversiones: en Casablanca tienen un predio donde producen uva para Viña Errázuriz, con la que tienen un contrato de abastecimiento de largo plazo.

Roberto Meiss Vorwerk trabajó en D&S como product manager y en el Omni Parker House Hotel, de Boston antes de desembarcar en la empresa familiar (el primero a la izquierda en la fotografía).

Eduardo Meiss Fahrenkrog es el menor de los tres hijos del creador de Panamericana Hoteles. Desde marzo es el gerente general (el segundo en la fotografía).

Pedro Meiss Fahrenkrog desde 1983 hasta marzo de este año fue el gerente general de Panamericana Hoteles. Ahora se establece en la presidencia del directorio (el tercero en la fotografía) .

Cristián Meiss, ingeniero comercial, trabajó el año pasado en el JW Marriott de Dubai. Antes se encargó del área vitivinícola de la familia.

El Imperio Alemán y Piria
Fue Emilio Meiss quien a principios del siglo XX -en el entonces Imperio Alemán en la provincia de Silesia (actual Polonia)- manejó un "hospiz", una mezcla de hotel pagado con refugio benefactor, siguiendo el ideario cristiano y social de la religión luterana. En ese ambiente, su hijo Jorge abrazó la profesión, trabajando en varios hoteles de Europa, hasta que fue contactado por Francisco Piria, quien quería que Meiss lo ayudara a administrar el recién creado y hoy afamado Hotel Piriápolis, de Punta del Este, en Uruguay.

Luego, bajo similares circunstancias, arribó al Hotel Carrera, en Chile, en 1936, pero como éste no estaba listo, se empleó en el Hotel O"Higgins de Viña del Mar, de reciente fundación. Asiduo visitante del complejo en aquellos años era Arturo Alessandri Palma, quien acostumbraba a hospedarse en compañía de su perro "Ulk". De allí surgió una estrecha amistad entre Meiss y el ex Presidente, de la que derivó, por ejemplo, que en 1940 se le otorgara la nacionalidad chilena.

Como en esa época los hoteles funcionaban estacionalmente y Jorge Meiss se había hecho fama por hablar varios idiomas, comenzó a administrar otros complejos para terceros, como el Hotel Plaza de Talca, Termas de Panimávida, e incluso un hotel en Bolivia.

Pronto integró a la empresa a Pedro, el mayor de sus hijos. Recién salido del Colegio Alemán, en 1961, Pedro recibió como regalo un pasaje a Europa y un contrato para trabajar como ayudante de garzón en el Hotel Savoy de Londres, en lo que se convirtió en el punto de inicio de una carrera hecha a pulso. En ella combinó el trabajo en los hoteles en Chile con estadías en Europa. Pasó por la Escuela de Hotelería de Heidelberg y la empresa Popp, una de las mayores de Hamburgo.

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