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Universidad de Concepción:

La clave de fomentar la investigación aplicada, la colaboración con el sector productivo y el emprendimiento

lunes, 11 de abril de 2016


Ediciones Especiales
El Mercurio

El rol de las instituciones de educación superior en la generación de nuevos conocimientos, que pueden ser aplicados por el sector productivo para dar solución problemáticas de la sociedad, es fundamental para contribuir al crecimiento económico y mantener el bienestar social de la comunidad en la que están insertas.



Sin duda, investigación, desarrollo, innovación y emprendimiento son conceptos imprescindibles para el mundo actual en cualquiera de sus ámbitos, ya que aportan en forma real a solucionar diversas problemáticas y a mejorar la calidad de vida de las personas, además de potenciar la productividad y el empleo a nivel nacional.

Cada proyecto innovador considera una serie de fases desde su origen hasta su etapa de comercialización o lanzamiento al mercado, para lo cual se requieren de estudios y análisis, apoyo financiero y colaboración en la etapa de desarrollo, entre muchos otros puntos.

Es aquí donde el papel de una universidad es fundamental para apoyar la generación de iniciativas de estas características que requieren de investigación de punta, científicos y profesionales especializados y mucha actividad inventiva para culminar en resultados que se transfieren al sector productivo, capaz de transformar una invención en una innovación, introduciendo nuevos productos y servicios al mercado, de modo de que sea una contribución efectiva a la sociedad.

En este sentido, la Universidad de Concepción trabaja en forma multidisciplinaria en cuanto a investigación y promueve la transferencia tecnológica.

"Parte de nuestra misión como institución de educación superior de carácter público, nacida hace ya 97 años por iniciativa de la comunidad penquista, es contribuir efectivamente al desarrollo humano, económico y social sustentable de la región y el país. En el cumplimiento de esta misión, la incubadora de empresas (IncubaUdeC) y la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) de la Universidad de Concepción juegan un papel trascendente, reflejado en el esfuerzo por contribuir al desarrollo científico, económico y social de nuestra región y del país. Las iniciativas que se presentan en este reportaje son un reflejo de su permanente compromiso con la comunidad en que está inserta, la cual se beneficia con el desarrollo de proyectos innovadores generados por sus académicos", señala Sergio Lavanchy Merino, rector de la Universidad de Concepción.

Trabajo colaborativo

La OTL UdeC busca aportar al círculo virtuoso de la ciencia, tecnología, innovación, desarrollo y bienestar, permitiendo que los resultados de proyectos de I+D tengan un impacto real y contribuyan a mejorar la competitividad nacional y la calidad de vida de las personas.

Por ello, promueve el trabajo colaborativo entre distintas unidades de la universidad, lo que le permite identificar empresas que tengan la capacidad de desarrollar tecnologías que se encuentran en una fase temprana y estén dispuestas a comercializarlas.

Por su parte, IncubaUdeC es una plataforma de apoyo al emprendimiento tecnológico, que atiende a emprendedores alumnos de pre y posgrado, investigadores, ex alumnos UdeC y pymes regionales. El objetivo de IncubaUdeC es entregar un servicio de apoyo en la creación de empresas de base tecnológica, a través de acceso a infraestructura física inicial para el emprendimiento, servicios especializados de mercado, educación en gestión empresarial, levantamiento de financiamiento público y privado, gestión de laboratorios para desarrollo de prototipos, acceso a redes de emprendedores y mentores, vinculación con potenciales proveedores y clientes. Su finalidad es aportar a una economía creativa, apoyando emprendimientos innovadores y dinámicos, que generen impacto social y económico.

Casos de éxito

Es así como la Universidad de Concepción trabaja junto a múltiples emprendedores que han requerido el apoyo en diversas aristas o fases de su proyecto, y que muchos ya han visto la luz aportando efectivamente a la comunidad.

Uno de los proyectos es el de Mauricio Perelló, gerente general de Bioplásticos Sustentables, relativo a una resina compostable para elaborar bolsas, especialmente para el retail.

"El desarrollo de este producto se demoró cerca de cinco años, ya que el objetivo era contar con una resina compostable que cumpliera con las normas internacionales requeridas para este caso, es decir, el material se degrada en 120 días, transformándose en agua, CO2 y humus", explica.

Agrega que el trabajo con la Universidad de Concepción ha sido reconfortante por entregar las capacidades necesarias a nivel local para alcanzar este tipo de iniciativas. "Hemos trabajado en conjunto el desarrollo de esta resina, desde una etapa experimental a una industrial. La idea es eliminar la contaminación de plástico en el medio ambiente a través de un producto de estas características. Ya está en trámite también la construcción de la primera fábrica en Chile que producirá resina compostable para abastecer a múltiples clientes, tanto fabricantes de bolsas como clientes finales. Hoy esta resina finalizó su etapa de ensayo y una vez terminada la planta iniciarán la venta de la resina compostable. Su uso por los fabricantes de bolsas es simple ya que no requiere cambiar las maquinarias, sólo trabajar a temperaturas menores que las tradicionales", subraya Mauricio Perelló.

Añade que la casa de estudios ha sido un real apoyo considerando que todo va evolucionando en el mercado, desde los precios de los materiales hasta las tecnologías, por lo que es esencial también un compromiso de la empresa. "Siempre hay que estar atentos a cómo mejorar, qué potenciar y la ayuda de la universidad en el proceso de transferencia ha sido clave". Y ha sido todo un éxito, incluso, este segundo semestre se espera concluir el proceso para la construcción de la planta de fabricación de resina compostable.

Uso forestal

Otro caso exitoso ha sido el desarrollo de un biocontrolador, un producto biológico basado en tres hongos benéficos para el control patógeno que ataca el pino radiata forestal.

Eugenio Sanfuentes, investigador del área forestal que lidera este desarrollo, señala que como el uso de productos químicos está restringido, esta es una muy buena oportunidad. "Se aplica al sustrato en la producción de la planta, y ya se han logrado buenos resultados en la reducción de este patógeno. El proyecto ha sido financiado por Fondef e Innova Biobío, y se ha desarrollado durante cinco años aproximadamente y ya se está entregando como prototipo a algunos viveros de empresas forestales. La Universidad de Concepción, a través de su Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo, ha colaborado en los estudios de patentabilidad, y a sacar el producto adelante en cada fase. Hoy sólo faltan algunos detalles para comercializar el producto", dice el investigador, quien a fines del 2015 creó una empresa a la que la universidad le licenció los derechos para explotar esta tecnología.

Explica que, de esta manera, queda claro que la universidad no sólo hace investigación y publicaciones, esto se refleja en la práctica con el apoyo para generar proyectos y emprendimientos que darán mayor empleo y aportarán al desarrollo tecnológico del país.

"Esperamos para la próxima temporada tener más viveros asociados e ir generando nuevos proyectos y estudiando nuevas líneas de investigación de otros productos biológicos para dar solución a patologías forestales. Ya estamos analizando una iniciativa para atacar patógenos en hojas de árboles en viveros, y otro para un bioherbicida para el control de la maleza basado en organismos patógenos", concluye.

Mejor calidad de vida

María Loreto Ormeño, de Wellness Technologies, ha pensado en la calidad de vida de las personas creando un alimento funcional basado en probióticos. "Es el primer alimento funcional basado en una cepa probiótica chilena aislada de leche materna humana, adecuado preferentemente a inmunodeprimidos o pacientes bajo radio y quimioterapia, y cuyo uso se extiende a biomasa que puede ser ingerida o aplicada a diferentes alimentos", explica la profesional. En este momento se encuentran ad portas de lanzar su primer producto LACTE5 el cual esta orientado a todas aquellas personas que les gusta llevar y mantener una vida sana. Por otro lado, también están trabajando en un segundo producto que pretende llegar a todas aquellas personas inmunodeprimidas, principalmente pacientes que estén siendo sometidos a tratamientos como la radio y quimioterapia. Un producto que pretende mejorar la calidad de nutrición de estas personas y, de esta manera, fomentar el bienestar físico y sicológico durante el proceso del tratamiento.

Wellness Technologies, surge como un spin off de un estudio contratado por la fundadora a la Universidad de Concepción, con el objetivo de evaluar la factibilidad y aplicación de la cepa LPM01 como un ingrediente funcional para uso en humanos preferentemente inmunodeprimidos. La cepa había sido aislada por investigadores de la Universidad de Concepción y los resultados de este estudio resultaron en una solicitud de patente y posterior transferencia tecnológica.

"Dentro de las gestiones realizadas por la empresa, en las cuales participa la Universidad de Concepción, se encuentran actividades de investigación. A su vez, se han encargado de los ensayos clínicos en pacientes oncológicos y voluntarios sanos tratados con dicho alimento, estudios que son el inicio del proyecto de desarrollo de un ingredientes funcional basado en probióticos", comenta María Loreto Ormeño.

Actualmente están en la etapa de prospección de socios estratégicos para la comercialización de la tecnología. Mientras que la comercialización del ingrediente activo para distintas matrices alimenticias son parte del desarrollo futuro.

Dice que el apoyo de la casa de estudios ha sido muy importante.

"La Universidad de Concepción es una entidad reconocida por su trabajo de investigación de primer nivel. Durante estos años, hemos constituido un grupo de trabajo con suficiente expertise tanto en el tema científico técnico como en el aspecto comercial que nos ha permitido ir abordando muchos desafíos en forma conjunta. Aún cuando el proceso de transferencia tecnológica ya terminó, los vínculos, producto de la confianza que se ha generado en todo el proceso, han permitido una relación científico-comercial fluida, la cual ha ido en beneficio de la actividad comercial de la empresa así como de la universidad", finaliza.

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