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Al cumplirse dos años de la catástrofe, que dejó 15 muertos y 12 mil damnificados:

Fiscal cierra investigación por megaincendio de Valparaíso, sin encontrar un responsable penal

domingo, 10 de abril de 2016

MAURICIO SILVA
Nacional
El Mercurio

Tras agotar todas las líneas alternativas, prevalece como principal hipótesis causal la electrocución de dos aves. "Es altamente probable, pero no es 100% la causa", dijo Cristián Andrade, quien resolvió comunicar al tribunal que no perseverará.



No arribó a una certeza total sobre las causas, pero sí a la convicción de que se indagaron todas las hipótesis sin que apareciera un responsable penal. Tras dos años de pesquisas, el fiscal Cristián Andrade resolvió poner fin a la investigación sobre el megaincendio, que los días 12 y 13 de abril de 2014 afectó a siete cerros de Valparaíso y que causó la muerte de 15 personas y destruyó 2.998 viviendas, con un saldo de 12 mil damnificados.

Esta semana, coincidiendo con el segundo aniversario de la catástrofe que se cumple el martes, Andrade solicitará al tribunal de garantía porteño fijar fecha para una audiencia, en la que oficializará su decisión de no perseverar. Ella fue adoptada luego de dedicar un año a explorar infructuosamente todas las líneas alternativas a la principal que consolidó la investigación.

Así, prevalece como una hipótesis "altamente probable" la electrocución de dos pájaros que se posaron sobre el tendido eléctrico de media tensión que cruza el fundo Los Perales, en las afueras de Valparaíso.

"Esto podría haber provocado el incendio. Es altamente probable. No es ciento por ciento la causa", dijo Andrade, quien se refirió así a las conclusiones contenidas en un informe que equipos del OS-5 y OS-9 de Carabineros le entregaron el 10 de febrero de 2015. Ese peritaje ratificó la idea inicial que los especialistas policiales se formaron al inspeccionar el foco donde se originó el incendio.

Allí se encontraron, como una "anomalía", dos aves parcialmente calcinadas. Una estaba aún sobre un poste y la otra en el suelo, con un ala cercenada. La tesis es que habrían sido víctimas de un accidente eléctrico, que habría arrojado chispas o elementos incandescentes sobre desecho de tala de eucalipto. Ello fue corroborado en el informe final.

Tras ello, se efectuaron diligencias que descartaron que el incendio hubiera partido en el vertedero o cerca del cementerio, ratificando que su origen fue en el fundo Los Perales. En el lugar no se hallaron rastros de acelerantes o elementos que denotasen intervención intencional. La investigación tampoco permitió atribuir la presencia de elementos combustibles sobre los que cayeron las aves a una conducta negligente o culposa que se pudiera perseguir penalmente.

El director de la escuela de Medicina Veterinaria de la U. Andrés Bello, Carlos González Riveros, estuvo a cargo de la necropsia de las aves, la que corroboró que murieron electrocutadas en una data compatible con el origen del incendio. "Fragmentos de las alas se desprendieron por efecto del golpe eléctrico y cayeron seguramente en estado incandescente al pasto seco. Ello es un potencial riesgo de incendio, aunque no constituye una prueba de que así haya sucedido efectivamente", dijo.

Es primera vez que ve un caso de electrocución de aves con antecedentes circunstanciales que lo pudieran asociar a un incendio forestal. Ello revela que el riesgo es latente y es aconsejable instalar en torres de alta tensión algún sistema que evite que se posen aves sobre los cables.

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