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En estas zonas habrá medidas de mediano plazo para reducir uso de leña, responsable del 85% de las emisiones:

Debutan planes de descontaminación para Talca, Chillán, Osorno y Coyhaique

domingo, 27 de marzo de 2016

Manuel Valencia
Nacional
El Mercurio

Estrategias a 10 años tendrán un costo de US$ 203 millones y beneficios ambientales por US$ 937 millones, e incluyen restricción de calefactores, fomento de aislación térmica de viviendas, entre otros. Programa busca evitar 2.801 muertes hacia 2025.



En junio del año pasado, mientras los santiaguinos se quejaban por la emergencia ambiental, derivada de nivel de 540 en el Índice de Calidad del Aire por Partículas (ICAP), Coyhaique experimentaba el triple de polución, con un nivel de 1.645 ICAP, en una de las tantas noches frías del invierno austral, cuando los habitantes de la capital de Aysén no encuentran otra solución más económica que prender sus calefactores a leña.

Hasta ahora la situación de Coyhaique, que también se repite con niveles crónicos en otras nueve ciudades del sur, solo era regulada por el Gobierno a través de la aplicación de alertas sanitarias ambientales, que permitían tomar medidas puntuales mediante un decreto firmado año a año. Una acción puntual y no estructural, porque no incluye soluciones de mediano plazo para reducir la polución.

A partir de mañana este vacío buscará ser resuelto con cuatro planes de descontaminación que serán publicados en el Diario Oficial, de forma simultánea para Coyhaique, además de Talca-Maule, Chillán-Chillán Viejo y Osorno. Todos tendrán medidas contenidas en Gestiones de Episodios Críticos (GEC) que se extenderán desde el próximo 1 de abril al 30 de septiembre.

Principalmente, las disposiciones dicen relación con la leña, cuya quema es responsable del 85% -en promedio- de las emisiones y concentraciones de material particulado.

Entre ellas, desde este año se prohíbe la comercialización de la leña húmeda. En zonas residenciales se restringen los humos visibles (que se aprecien emisiones por encendido de leña en chimeneas) y más de un calefactor por casa.

También, durante la GEC, se paralizan las fuentes fijas industriales según potencia y se fija un límite de emisión.

Paralelamente, se restringirán las quemas agrícolas y forestales, habrá programas de recambio de buses del transporte público, entre otras.

En total, los planes tienen un costo estimado en US$ 203 millones, con beneficios ambientales por US$ 936 millones. Entre ellos, por la reducción de 2.801 muertes, de 1.865 admisiones hospitalarias y 10,2 millones de días laborales que no se pierden. Con las medidas se esperan reducciones de 90% en las emisiones de material particulado, con un horizonte de cumplimiento fijado en 2025.

"Estos planes son similares para las cuatro ciudades porque su problema en común es la leña residencial. Económica y culturalmente tienen una implementación paulatina y hacen frente al principal tema ambiental de Chile que es el aire", señala el ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier.

Agrega que la publicación de los cuatro planes es un hecho inédito, puesto que el promedio que Chile registraba hasta la actual administración era de un plan aprobado por gobierno.

Para el especialista en contaminación atmosférica de la Usach Patricio Pérez, las medidas son efectivas y logran resolver el principal problema, que es la leña. "Se podría pensar en permitir la utilización de pellets. Controlar si la leña está seca o es húmeda es complejo en esas zonas, donde muchas familias incluso la obtienen de sus propias parcelas. Tampoco hay que olvidar el transporte y las emisiones de vehículos, camiones, autos no catalíticos", señala.

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