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El economista reconoce que los pensionados no están recibiendo "superpensiones", pero es claro en atribuir esta situación a bajas tasas de cotización y extensas lagunas previsionales.

Fernando Larraín: "Lo que va a permitir que el sistema de AFP sea más confiable y legítimo es dar mejores pensiones"

lunes, 21 de marzo de 2016

Kharla Caniupán
Economía y Negocios
El Mercurio




Fernando Larraín Aninat llegó el pasado 4 de enero a la Asociación de AFP. Asumió la gerencia general porque considera que el tema previsional no solo será un gran tema país en los próximos 20 o 30 años, sino porque es algo que se está debatiendo en Europa, Estados Unidos y otros países de Latinoamérica. Eso, sumado a la posibilidad de estar involucrado en el diseño y la implementación de políticas públicas en esta área, fueron las motivaciones que tuvo para asumir este cargo.

Larraín -economista de la PUC y Máster en Asuntos Públicos (Public Affairs) de la Universidad de Princeton- es un hombre ligado a las políticas públicas. Trabajó como asesor durante el gobierno del ex Presidente Ricardo Lagos y es director de Desarrollo de la Facultad de Economía de la UDP y profesor del Instituto de Políticas Públicas de la misma casa de estudios.

En esta, su primera entrevista, da a conocer su diagnóstico de la industria, reconoce que el sistema de AFP no entrega buenas pensiones a quienes no consiguen ahorros suficientes, no así para quienes cotizan constantemente durante su vida activa. Pero ve en esta situación una oportunidad para aumentar la confianza y legitimidad de la industria.

-¿Cuál era el diagnóstico que tenía de la industria antes de pensar en asumir este cargo?

"Que las compañías lo estaban haciendo bien en cuanto a rentabilidad de los fondos, que fue para lo que fueron mandatadas, pero que el problema no radicaba solamente en la gestión del ahorro, sino que era un tema mucho más amplio".

"Mi sensación es que la forma de hacer negocios ha ido cambiando, y eso corre para las AFP, los bancos, las empresas de retail ... Por eso se requiere una mirada mucho más amplia en el tema de las pensiones".

-¿Y hoy, desde la asociación?

"Lo que me gustaría es enfocarnos en trabajar pensando en las personas, focalizando nuestro trabajo en el tema de las pensiones, pero sin olvidar que es un tema mucho más amplio, donde está involucrado el mercado laboral, las expectativas de las personas. No hacerse cargo de eso es ser ciego".

"Hay que tener una mirada multisistémica, esto es más complejo que la rentabilidad de uno u otro fondo. En ese sentido, tenemos que dar un paso adelante, conscientes de que las AFP solas no lo van a resolver. Hay que escuchar y conversar con distintos actores, trabajar con quien está detrás de la regulación, el diseño y la implementación de las políticas públicas".

-¿Cómo consigue el gremio ese espacio?

"Es importante que tanto el Gobierno como los distintos actores no nos vean cerrados en nosotros mismos y preocupados de cuánto van a ganar o perder las AFP con este tema. Porque más allá de cómo los gremios funcionen, creo que el sector privado ha perdido sintonía con el contexto en el cual está el país, algo que también veo en el Congreso y en los políticos".

"Tenemos que abrirnos a la discusión de hoy. Nos vamos a demorar un poco, porque hay temas de confianza, ideológicos, pero creo que eso se puede trabajar. Me gustaría que este gremio sea activo y que sea capaz de influir -en el buen sentido de la palabra- en las políticas públicas".

"Además, debiéramos trabajar en temas con quienes son usuarios del sistema, con los pensionados. Porque nosotros nos debemos a un sistema de pensiones que sea sostenible en el largo plazo, y eso es lo que tenemos que trabajar".

-¿Cuáles son sus objetivos?

"Uno de los focos importantes, al menos para mí, es que el sistema de pensiones ha hecho bien el trabajo, pero eso no significa que esté perfecto. Aquí hay que hacer cambios, pero no a cualquier costo. Volver al reparto no es una opción, no tiene ningún sentido; querer cambiar por cambiar no es alternativa".

-Entonces, se requiere una reforma al sistema.

"Por como está hoy el sistema, no puedo decir que entrega unas súper pensiones; no es así. Pero hay que ver las razones de fondo: los bajos montos no son porque el sistema de AFP sea malo, sino porque ahorramos poco -la mitad de la tasa de cotización de países OCDE-, hombres y mujeres tenemos grandes lagunas previsionales, y, además, no se puede pensar en este sistema sin pensar en el mercado laboral".

-¿Cuáles deberían ser los cambios?

"Hay varios cambios, principalmente paramétricos. Hay que hacer que la gente ahorre más. Una es obligar y subir la tasa de cotización, pero así como está de cuestionado todo esto, no es buena idea. Otra forma es que la gente aumente su ahorro, porque entiende que es relevante; en eso tenemos que hacer un esfuerzo muy grande de educación previsional".

"Además, ha aumentado la esperanza de vida. Cuando se creó el sistema la gente vivía 15 años menos; hoy se jubila a los 60 años si eres mujer y 65 años si eres hombres, pero vives hasta los 90 años, por lo que deberíamos subir la edad de jubilación".

"Pero la complejidad política de hacer eso es súper difícil para cualquier gobierno. Es como obligar a los independientes a cotizar... Políticamente, es más rentable postergar estas decisiones para el siguiente gobierno".

-Entonces, hay que elevar la edad de jubilación y la tasa de cotización.

"Si uno piensa en el sistema perfecto, claro, esos serían dos cambios fundamentales. Pero tienen un costo político relevante, por lo que en el corto plazo son difíciles de implementar. Esto, al final del día, es postergar una decisión que tiene que ser tomada más temprano que tarde... Pero con gobiernos de cuatro años, quién va a querer hacer reformas así. No ganan ni un voto diciéndoles a las mujeres que tendrán que jubilar cinco años más tarde...".

"Por eso, podemos aportar haciendo que los niveles de confianza mejoren, porque eso hará más factible que se mejoren las políticas públicas y la reforma sea viable políticamente".

-¿Le falta legitimidad al sistema de pensiones?

"La crisis de confianza que vive el país tiene en tela de juicio la legitimidad de todo: carabineros, fútbol y, por supuesto, las AFP.

-¿Qué cambios permitirían legitimar el sistema frente a la ciudadanía?

"Lo que va a permitir que el sistema de AFP sea más confiable y legítimo es dar mejores pensiones. Ahora, las pensiones son como el tema del sueldo, uno nunca está contento con lo que tiene. La gente espera una pensión mucho más alta".

"Nosotros, como industria, tenemos que darnos cuenta y entender cuáles son aquellas cosas que están haciendo mella en nuestro sistema. Tenemos que ponernos un poco más del lado del afiliado. Mejorar la transparencia, y los procesos burocráticos detrás. No podemos estar con la cabeza escondida bajo la arena o en un rincón, tenemos que salir y acercarnos mucho más al usuario y a lo que está pasando".

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