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Gobierno pondrá urgencia a proyecto que incorpora medidas para combatirla:

Transantiago cerró 2015 con evasión de 26,9%, la mayor en sus nueve años de operación

martes, 02 de febrero de 2016

Manuel Valencia
Nacional
El Mercurio

Especialistas atribuyen el incremento a la sensación de impunidad frente a la fiscalización y a los efectos de la desaceleración económica. Los pasajes impagos generan pérdidas anuales de hasta US$ 150 millones.



Hace casi nueve años, cuando Transantiago comenzaba a funcionar en medios de altas expectativas de que mejoraría la calidad del transporte público y contendría el crecimiento de los autos, la evasión en el pago del pasaje era de 13,5%. En esa época muchos atribuyeron la cifra al efecto colateral causado por el anuncio de la Presidenta Michelle Bachelet de dar gratuidad al sistema "hasta que estuviese normalizado".

La cifra preocupaba en 2007, porque representaba un alza de 5,5 puntos porcentuales respecto del 8% de evasión que tenían las micros amarillas.

Casi una década después, sin embargo, Transantiago registra el doble de evasión. Según el último informe anual de los pasajes impagos, en promedio durante 2015 un 26,9% de los pasajeros viajaron sin validar su tarjeta bip. Se trata de la mayor tasa de evasión anual desde el inicio del sistema y representa un incremento de 2,7 puntos porcentuales respecto del 24,2% constatado en 2014 (ver infografía).

Clave para mejorar

"Hay un nivel muy alto de evasión en el sistema de transporte público de Santiago, lo cual impide en cierta forma mejorarlo. Mientras muchos pasajeros no paguen no tenemos recursos para financiar el recambio de buses y muchas mejoras que queremos hacer. Es muy importante, por ende, que todos paguen su pasaje para tener un mejor sistema de transporte público", señaló el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo.

El peak de evasión se tradujo en pérdidas de entre US$ 100 millones y 150 millones, según estimaciones de Transportes. "Si bajáramos la evasión a la mitad, el déficit podría bajar entre 60 mil y 120 mil millones de pesos al año, en el largo plazo", añade Gómez-Lobo.

Para revertir este escenario, el Gobierno anunció que pondrá urgencia al proyecto que da más atribuciones a los fiscalizadores, de modo que sea ley este semestre. Así, por ejemplo, podrían bajar del bus a los evasores y aplicar multas equivalentes a una falta grave ($450 mil) por el uso fraudulento de pases escolares.

Para el ex coordinador de Transantiago y especialista en transporte y urbanismo Raimundo Cruzat, la mayor evasión está vinculada a la creciente sensación de impunidad que deja el sistema de fiscalización.

"La gente siente que no pasa nada si es multada. Hay una impunidad que no se repite con otras fiscalizaciones. Eso implica que solo el 30% de los partes de evasión se paguen. También hay gente que no paga porque cree que no corresponde pagar un mal servicio y, además, la desaceleración económica podría influir, aunque la tarifa no ha aumentado hace tiempo", explicó.

Víctor Barrueto, presidente ejecutivo de la Fundación Transurbano -que reúne a especialistas en transporte público-, cree que "se ha llegado a límites insostenibles. Hay que intervenir con la creación de zonas pagas de alto estándar en los 500 u 800 paraderos con mayor demanda que perfectamente se podrían construir rápido vía concesiones. También se debe impulsar un cambio cultural en torno al pago".

La solución que no prosperó
El ministro dijo que la idea presentada el 3 de diciembre, de instalar validadores en puertas traseras, "no tuvo gran impacto, (generó) muy pocas validaciones y demora en la carga por la puerta delantera".

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