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Más de US$ 3 millones destinarán en Chile las principales redes de inversionistas ángeles

lunes, 25 de enero de 2016

El Mercurio
Marisa Cominetti

En 2016 los aportes superarán en más del doble de lo concretado en 2015. Sin embargo, actores de la industria coinciden en que todavía hay mucho por mejorar en el financiamiento de las startups, sobre todo una vez que estas han pasado las etapas iniciales.

A pasos agigantados han crecido el emprendimiento y la innovación en el último quinquenio en Chile, y gracias a ello nuestro país ya es considerado como un referente dentro del ecosistema internacional. Sin embargo, aún queda mucho por avanzar, sobre todo en materia de financiamiento, tanto en etapas tempranas como en la fase de escalamiento internacional. En este escenario, los inversionistas ángeles cumplen un importante rol, y, conscientes de ello, las principales redes nacionales suman cada año nuevos aportantes y recursos. Para este año, de hecho, la meta de estas es más que duplicar lo materializado en 2015, período en que los recursos superaron los US$ 1,3 millones distribuidos en 11 proyectos. En 2016, más de US$ 3,2 millones serán destinados a financiar entre 18 y 21 emprendimientos.

Allan Jarry, socio fundador de DaDNeo, cuenta que los aportes de la red durante el año pasado ascendieron a US$ 485 mil en cuatro proyectos, mientras que para 2016 el objetivo es llegar a los US$ 600 mil en seis emprendimientos tempranos TIC y US$ 300 mil en dos iniciativas de tecnologías I+D de universidades chilenas.

En el caso de Chile Global Angels, los aportes superaron los $100 millones en el ejercicio pasado (unos US$ 140 mil), y fueron destinados a tres startups: Admetricks, TradeMedia y Dentoxol. Este año, en tanto, buscan concretar al menos cinco inversiones por más de $250 millones (unos US$ 350 mil). “Al aumentar nuestro ticket de inversión, aumentamos nuestro compromiso con el proyecto y, por ende, probablemente nuestro impacto en el negocio. Creemos que podemos ser un gran aporte a los emprendimientos, tanto por nuestras redes, contactos y experiencia, pero también por la institución de la cual formamos parte: Fundación Chile”, indica Wilson Pais, presidente de la red.

En tanto, FenVentures entregó en 2015 cerca de US$ 700 mil para apoyar a cuatro empresas (a través de FenVentures y FenLabs), mientras que para 2016 —señala su socio Cristóbal Silva—, la intención es aportar al menos US$ 2 millones a entre cuatro y seis proyectos.

Por otra parte, MCapital y Santiago Angels no concretaron ninguna inversión el año pasado, aunque sí evaluaron y realizaron varias rondas. “El 2015 fue difícil para el capital de riesgo en Chile, se concretaron muy pocas inversiones, y por ello creemos clave que tiene que volver a instalarse en Chile el optimismo y las ganas de crecer”, afirma Carolina Eterovic, directora ejecutiva de Mujeres Empresarias, quien agrega que en el caso de MCapital se realizaron cuatro rondas de inversión en el ejercicio previo, donde se presentaron 10 proyectos tras haber analizado 80. Para 2016 esperan lograr una o dos inversiones.

En Santiago Angels, Luis Silva comenta que evaluaron más de 50 empresas y proyectos, de los cuales presentaron 10 a sus inversionistas. “A la fecha no hemos cerrado ninguna inversión, pero sí hemos avanzado en conversaciones en relación a tres empresas de nuestra red”, precisa. Para este año —agrega Silva—, la administradora de fondos del grupo ACN Ventures pretende levantar US$ 1,2 millones y apalancarla 3:1 con Corfo: “A la fecha llevamos más de un tercio comprometido (…) esperamos invertir en múltiples empresas en los próximos años, como fondo y como red”.

Los pendientes del ecosistema


En general, los representantes de las cinco redes ángeles coinciden en que al sistema chileno le falta profundidad en el tema del financiamiento. “La inversión de riesgo en Chile está aún inmadura. Hay recursos, y las ganas no faltan, pero cuesta mucho lograr la inversión, porque estas aún son analizadas como inversiones estándar con otro tipo de riesgo, retorno y rentabilidad”, dice Eterovic.

Luis Silva refuerza esa idea, pues en su opinión una de las principales falencias radica en la lejanía de las empresas y los inversionistas: “Se han creado instituciones que fomentan la creación de startups, aceleradoras, incubadoras, etc., pero no hay un acercamiento formal con los inversionistas”.

Jarry, incluso, enfatiza en la asimetría de información que existe entre los actores claves, especialmente de emprendedores e inversionistas. Agrega, además, que hay una desinformación generalizada sobre el proceso de inversión en capital de riesgo y temas culturales en cuanto a la aversión al riesgo. “Es fundamental implementar programas de educación y profesionalización del ecosistema si es que se quiere que este madure”.

Algo en lo que coincide Pais: “La inversión ángel en Chile sigue siendo un concepto relativamente nuevo dentro de la comunidad emprendedora. Falta educar a los inversionistas, deben entender cuáles son sus desafíos y cómo deben estructurar un portafolio de inversión atractivo”. A su vez, dice que es latente la necesidad de políticas públicas o incentivos que promuevan esta forma de financiamiento, “porque la experiencia internacional ha demostrado que cuando existen normas asociadas, el número de inversiones y el monto invertido despegan”.

Otro problema que advierte Luis Silva es que todavía sigue pendiente (desde mediados del año pasado) la nueva línea para estas redes de parte de Corfo.
En ese sentido, Cristóbal Silva considera que se podrían buscar nuevas fórmulas para incentivar el financiamiento en este tipo de proyectos, como podría ser algún beneficio tributario a las personas que apuestan por este tipo de empresas o startups.

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