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Mientras la OTAN pide calma y rebajar la tensión:

Putin acusa a Turquía de ser cómplice del Estado Islámico tras derribo de avión de combate ruso

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Francisca Maturana Torres
Internacional
El Mercurio

El Presidente catalogó la acción como "una puñalada en la espalda" y advirtió a Ankara con "consecuencias".



En medio del conflicto en Siria y los intentos globales por derrotar al Estado Islámico (EI), la tensión entre Rusia y Occidente se elevó ayer a uno de sus máximos niveles desde el fin de la Guerra Fría, cuando aviones de combate turcos derribaron un caza ruso Sukhoi Su-24, que aparentemente habría violado el espacio aéreo de Turquía.

Ankara aseguró que el Su-24 ignoró repetidas advertencias, unas diez, conforme se acercaba a la frontera con Siria y luego invadió el espacio aéreo turco, una información que confirmó el Pentágono. Sin embargo, Rusia insistió en que el avión se mantuvo sobre Siria, donde apoyaba acciones terrestres contra los rebeldes. Moscú cuenta con permiso de Damasco para actuar en su territorio contra los insurgentes.

Furioso, el Presidente Vladimir Putin catalogó la acción de "una puñalada en la espalda por parte de los cómplices de los terroristas". El Mandatario advirtió "consecuencias significativas para las relaciones ruso-turcas".

Putin no especificó cuáles podrían ser esas consecuencias, pero, horas más tarde, su canciller, Serguei Lavrov, canceló una visita oficial a Turquía. Además, el Estado Mayor del Ejército ruso aseguró que protegerán sus aviones de guerra en Siria con el acorazado "Moskvá", buque insignia de su Armada, y escuadrones de cazas que los acompañarán en las misiones contra los yihadistas. "Los contactos con Turquía por canales militares han sido suspendidos", anunció el general Serguei Rudskói, portavoz del Estado Mayor del Ejército.

El Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, insistió en que Turquía tiene el derecho de "proteger sus fronteras". "Lamentamos estos hechos, que ocurrieron como consecuencia de unas normas de intervención que habíamos declarado antes", dijo Erdogan. "Lo hicimos todo para evitar este último incidente; todo el mundo debe estar seguro de eso", agregó. En los últimos meses, Turquía había advertido que respondería a cualquier incursión en su espacio aéreo. En octubre, Ankara y Moscú ya habían tenido roces por la entrada de cazas rusos al espacio turco desde Siria, algo que Moscú justificó como un error causado por el mal tiempo.

A petición de Ankara, la OTAN se reunió ayer de emergencia. Es la primera vez desde los años 50 -en plena Guerra Fría- que un país de la Alianza Atlántica derriba un avión ruso. Tras la cita, el secretario general del organismo, Jens Stoltenberg, llamó a la "calma". Además expresó la "solidaridad con Turquía" y el apoyo a su integridad territorial: "El enemigo común es el EI", recalcó.

Putin mostró su molestia por la reacción turca: "En lugar de inmediato ponerse en contacto con nosotros, por lo que sabemos, la parte turca se dirigió a sus socios de la OTAN para discutir este incidente, como si se tratara de nosotros los que derribamos su avión y no ellos el nuestro".

Las imágenes del derribo del avión circularon rápidamente por los medios (secuencia de fotos arriba). Sin embargo, las informaciones sobre el estado de los dos pilotos del caza eran confusas. El Estado Mayor del Ejército ruso reconoció que ambos hombres se eyectaron del avión y que uno de ellos falleció tras ser abatido por rebeldes sirios durante su descenso en paracaídas.

Según The Times, que habló con los rebeldes en terreno, el otro soldado habría muerto producto de la explosión. Apenas se produjo el incidente, Rusia montó una operación de búsqueda y rescate de los pilotos, pero los rebeldes derribaron con un misil uno de sus helicópteros, donde habría muerto un infante de marina.

La situación causa graves tensiones en medio de la lucha global contra el Estado Islámico, justo cuando Rusia y las potencias occidentales habían mostrado un cierto entendimiento para unir fuerzas y enfrentar a los yihadistas, tras los ataques en París y el derribo de un avión de pasajeros ruso sobre Egipto. No obstante, Turquía se ha mostrado contraria a la intervención rusa en Siria, desde que comenzó en septiembre.

El Presidente de EE.UU., Barack Obama, reconoció ayer que Ankara tiene el derecho "como cualquier otro país de defender su territorio y su espacio aéreo", pero llamó a la contención.

El Mandatario agregó que ve una "enorme capacidad de cooperación" entre su gobierno y el ruso en la lucha antiyihadista. "Rusia es bienvenida a sumarse a nuestra amplia coalición (a la que pertenece Turquía), pero solo en la medida en que hagan un giro estratégico", señaló en referencia a la relación de Putin y el Presidente sirio Bashar al Assad.

Los expertos creen que es poco probable que Turquía y Rusia puedan trabajar juntos en la coalición. "Con esta crisis o no, Turquía y Rusia tendrán algunas dificultades reales. Incluso antes del derribo del avión, no era realista predecir una buena cooperación entre ambos países en la lucha contra el EI. Los dos países no tienen las mismas prioridades ni los mismos objetivos en Siria", dijo a "El Mercurio" Bayram Balci, analista del Carnegie Endowment for International Peace.

Según Balci, "Turquía quiere derrocar a Al Assad y limitar la aparición de los kurdos" en el norte de Siria (un santuario para la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, que opera en territorio turco), mientras que Moscú busca usar la crisis siria, entre otras cosas "para demostrar a los países occidentales que sin Rusia nadie puede resolver grandes conflictos".

Ayer fue la primera vez desde los años 50, en plena Guerra Fría, que un país de la OTAN derriba a un avión ruso.

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