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Neuroeducación:

Sistema de tutores alivia la ansiedad que causan las Matemáticas en los niños

lunes, 14 de septiembre de 2015

Sebastián Urbina
Educación
El Mercurio

Esta estrategia permite que los estudiantes no solo aprendan más, sino que los circuitos cerebrales del miedo cambien y no se activen cuando deben resolver problemas.



En marzo de este año, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dio a conocer una investigación que revela que el 61% de los escolares de los países que integran este organismo dice que se preocupa por sacar malas notas en Matemáticas. Asimismo, un 59% afirma inquietarse porque las clases de esta materia se vuelvan demasiado difíciles, mientras que tres de cada diez niños dicen que se ponen tensos con las tareas de esta asignatura.

En Chile, la situación es más crítica, ya que el 90% de los estudiantes siente miedo a las bajas calificaciones en Matemáticas, 72% teme que el ramo sea muy complicado y el 48% se aflige con las tareas.

Ahora, un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, demostró que la ansiedad que produce enfrentar problemas matemáticos se puede aliviar con un programa de tutoría individual. Esta estrategia permite corregir las respuestas anormales que se registran en los circuitos cerebrales del miedo.

Terapia efectiva

El estudio fue publicado en la revista The Journal of Neuroscience, y es el primero en demostrar que existe un tratamiento efectivo para este problema en los niños (ver recuadro).

"El aspecto más apasionante de nuestro hallazgo es que la tutoría cognitiva no solo mejora el desempeño, sino que también reduce la ansiedad", dice el doctor Vinod Menon, autor del estudio y profesor de Psiquiatría y Ciencias de la conducta.

Incluso si son buenos para Matemáticas, muchos niños sienten ansiedad al resolver ejercicios. Para algunos esta ansiedad dura toda la vida, lo que los desalienta a seguir profesiones que requieren de este conocimiento. La tutoría en ellos actúa como el tratamiento para las fobias, que se alivian con la exposición reiterada al objeto del miedo -arañas, por ejemplo-, en un ambiente seguro que, en este caso, es dado por el tutor.

Esto gracias a la relación que se establece, "en la cual la cercanía, confianza y empatía son claves", dice el psicólogo Juan Cristóbal Didier, jefe del área de Coordinación Estudiantil ciclo Media en PentaUC.

"Cuando la ansiedad es permanente, estos acompañamientos pueden ser largos. En ese tiempo el tutor debe acompañar, guiar, orientar y retroalimentar al estudiante, con una dedicación ciento por ciento", dice Saúl Contreras, doctor en Didáctica y director del Departamento de Educación de la Universidad de Santiago.

Pero, ¿qué lleva al alumno a sentir miedo? "Fallar, equivocarse, no estar a la altura de lo que se espera de él en términos de resultados", explica Didier. Es el momento en que la figura del tutor juega su rol en desarrollar habilidades académicas en el alumno, sobre todo desde el ámbito socio-emocional.

Después de la tutoría, los alumnos se atreven a enfrentar dificultades y experiencias de fracaso, y se enfocan más en el proceso de aprender, que en el resultado que obtienen; lo que reduce la ansiedad.

Esto es lo que comprobó el equipo de Stanford cuando, después de las tutorías, sometió a los niños a la prueba de resolver ejercicios matemáticos mientras se les tomaba una resonancia magnética cerebral. En ellos, el núcleo del miedo o amígdala estaba inactivo, y el niño se mantuvo tranquilo.

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