La Unesco premia el buen trabajo de una escuela penitenciaria chilena
lunes, 07 de septiembre de 2015
M. Cordano
Educación
El Mercurio
Como parte de las actividades por el Día Internacional de la Alfabetización, mañana en París se va a entregar un reconocimiento al establecimiento porteño, que con incentivos fomenta la participación de internos en la sala de clases.
Fue en 1980 cuando Sonia Álvarez comenzó a trabajar en una escuela municipal, que funcionaba dentro de una cárcel en Valparaíso. Tras unos años en el aula, alcanzó el grado de directora y, al poco tiempo, decidió que, para seguir ayudando, lo más conveniente era crear su propio colegio. "Quise tener más capacidad de decisión sobre la administración. Entonces solo me quedaba el camino de crear un colegio particular apoyándome en la subvención estatal", comenta sobre los orígenes de la Escuela Juan Luis Vives de Valparaíso. El establecimiento la tiene actualmente de visita en París, ciudad donde mañana -para conmemorar el Día Internacional de la Alfabetización- va a recibir el premio Unesco-Confucio. Se trata de un reconocimiento mundial a la labor que desde 1999 realiza la institución, cuyo enfoque es entregar educación formal básica y media, además de educación técnico-profesional, a personas privadas de libertad. "Los postulantes son seleccionados por las comisiones de Cooperación con la Unesco, presentes en todos los estados miembros. Deben destacar de acuerdo con ciertos criterios como la relación con el contexto, los nexos con el proceso de transformación y la creación de un contexto letrado, por ejemplo. Además, el seguimiento y estudio de las repercusiones deben aportar resultados medibles: mejoras en la salud o ingresos más altos", explica Cecilia Barbieri, especialista de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la Unesco en Santiago. Reinserción La Escuela Juan Luis Vives es el único proyecto latino que recibirá los 20 mil dólares que se entregan mañana en la ceremonia presidida por Irina Bokova, directora general de la agencia de Naciones Unidas. El resto de las propuestas premiadas por su trabajo de alfabetización vienen de Eslovaquia, Madagascar, Mozambique y Sri Lanka. "El llamado era a presentar acciones que atendieran a personas que estuvieran en la condición de aprendizajes básicos de lecto-escritura; particulares, Organizaciones No Gubernamentales y gobiernos", explica Sonia Álvarez. El proyecto chileno busca dar herramientas a quienes quieren reinsertarse en la sociedad una vez cumplidas sus penas. "Necesitamos trabajar para no dejar abandonadas a estas personas a su suerte", comenta respecto de la labor que realizan los profesores que todos los días visitan la cárcel, además de los funcionarios de Gendarmería que supervisan las distintas clases, que, en el caso de la especialidad técnica, se centra en trabajos de alimentación colectiva. "Los internos se inscriben de manera voluntaria, y la participación dentro de las actividades educacionales tiene un reconocimiento por parte del reglamento penitenciario. Si un interno participa con buena asistencia y saca provecho de las clases, se le arma un informe ante el tribunal de conducta que le permite postular a beneficios de salida en forma progresiva, una vez al mes un día domingo o un fin de semana", comenta Sonia Álvarez. La buena recepción que ha tenido el incentivo es parte de aquello que destaca la Unesco. "La escuela sirve mucho para poder ayudar a mis hijos a leer y que no cometan los mismos herrores (sic) que nosotros", comenta -a través de una carta escrita y posteriormente escaneada- Jorge Guerrero, parte de los alumnos de la escuela. Del mismo modo, Roberto Riveros agradece que el colegio le diera "herramientas que no tenía, lo que hizo ampliar mi vocabulario. Mi familia se dio cuenta de todo esto, que tenía un mejor diálogo con mis seres queridos y también con mis compañeros internos". Con el premio en mano, el equipo de la Escuela Juan Luis Vives espera continuar visibilizando la importancia de la educación penitenciaria y fomentar la creación de centros intermedios, que sirvan para realizar seguimientos a quienes salen en libertad.
