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PIB cayó 2,6%, en el segundo semestre:

Brasil entra en recesión por el colapso en la inversión y caída del consumo de las familias

sábado, 29 de agosto de 2015

Amanda Marton Ramaciotti
Internacional
El Mercurio

Expertos advierten que contracción podría extenderse durante dos años, lo que no pasa en el país desde 1930-1931.



La séptima economía del mundo volvió a sumirse ayer en recesión al encadenar dos trimestres consecutivos de fuertes caídas del Producto Interno Bruto (PIB) en Brasil, lo cual se explica por un desplome de la inversión y la crisis política que transmite incertidumbre a los mercados.

En el segundo trimestre del año, el PIB retrocedió 1,9% en relación a los tres meses anteriores, informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Mientras el crecimiento del primer trimestre fue -0,7%.

Aunque los nuevos indicadores ensombrecen aún más el panorama de la mayor economía de América Latina y los analistas estiman que el país está iniciando un periodo de contracción que durará al menos dos años, la Presidenta Dilma Rousseff se mostró confiada ayer que Brasil superará las "dificultades momentáneas" que atraviesa.

El mercado proyecta una recesión durante todo 2015 con una caída del PIB de 2,06%, que se alargaría hasta 2016, con una contracción de 0,26%. La última vez que el país tuvo dos años seguidos de crecimiento negativo fue en 1930 (-2,1%) y 1931 (-3,3%), situación causada por la gran depresión mundial que siguió al crash de la bolsa de Nueva York en 1929.

La coordinadora de cuentas nacionales del IBGE, Rebeca de La Rocque Palis, afirmó que el deterioro de la economía afecta a "prácticamente todas las actividades" y en parte se debe a las "turbulencias políticas" que atraviesa el país.

Entre los datos más preocupantes divulgados figura la abrupta caída del 8,1 % de la inversión, lo que se ha debido al descenso de la producción y la importación de bienes de capital, lo cual también es reflejo del mal momento del sector de la construcción.

Las constructoras han tenido que paralizar proyectos inmobiliarios por el incremento de las tasas de interés que llegan al 14,25%. Además, se han visto afectadas, según el IBGE, por la investigación de la red de desvío de dinero que gira en torno a la estatal Petrobras, ya que varias de las mayores constructoras de Brasil hoy son investigadas por entregar coimas para obtener contratos con la petrolera y, por lo tanto, no pueden adjudicarse nuevos proyectos públicos.

El consumo familiar, que antes era considerado el motor de la economía brasileña (suele representar un 60% del PIB), también tuvo un descenso: 2,1 %. Esto es consecuencia del alza del desempleo (8,3% en el segundo trimestre, el más alto desde 2012) y el deterioro del poder adquisitivo de las familias por la creciente inflación (9 %, su mayor nivel en 12 años).

"El PIB apunta lo que Brasil está viviendo en los últimos tiempos, una fuerte recesión, un escenario político bastante perturbado, con una inflación en alza, con tasas en alza y la necesidad de un ajuste fiscal que no llega. Eso ha afectado la confianza de los inversores, de los empresarios y de los consumidores", dijo a la AFP Alex Agostini, economista jefe de la agencia de calificación Austin Rating.

Críticas opositoras

La delicada situación económica, más los escándalos de corrupción, han debilitado la imagen de Rousseff, que inició su segundo mandato el pasado 1 de enero y ya ha enfrentado varias protestas multitudinarias en las que la oposición ha exigido su destitución o renuncia.

El líder del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), senador Aécio Neves, fue implacable al criticar a la Presidenta: "Fingió no saber de la crisis, y hoy finge gobernar". Añadió que el mal desempeño del PIB "traduce el desastre económico en curso en Brasil".

Según dijo a "El Mercurio" Gustavo Segré, analista político de la Universidad Paulista, los indicadores económicos "fueron bien interpretados por el mercado y por el sector privado, pero no por el gobierno". A su juicio, Dilma no demuestra estar preocupada "y si lo está, aparentemente no sabe qué hacer, lo cual es aún peor".

La bolsa de Sao Paulo cerró ayer con una bajada del 1,18 % y 47.153 puntos en su índice Ibovespa, tras el anuncio de que la contracción de la economía.

No obstante, el gobierno brasileño ha tomado una serie de medidas para intentar dar vuelta la situación. A principios de semana, anunció el recorte de 10 de los 39 ministerios existentes y la venta de propiedades estatales. La idea es recortar gastos y hacer caja.

Pero las malas noticias suelen venir juntas. El Banco Central, informó ayer que Brasil registró en julio un déficit primario de US$ 2.780 millones, el mayor de la serie histórica, elevando el rojo en 12 meses a 0,89% del PIB.

En este díficil cuadro, la Presidenta evalúa la posibilidad de no hacer su tradicional discurso del 7 de septiembre, día de la independencia brasileña. Sus últimas cadenas nacionales, han sido acompañados de cacerolazos, los que a la luz de las últimas cifras podrían sonar aún más fuertes.

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