En esta ocasión, la artista Lise Moller trabajó con una conocida alga del Pacífico sur: el cochayuyo. Poco a poco, caminando a orillas del mar, fue recogiéndolos en distintas playas de nuestro país, para luego construir una especie de fardo, donde puede verse esta fibra orgánica tejida, trenzada y anudada sobre sí misma: "Envuelvo, protejo y escondo, dando un nuevo significado a esta obra textil". La artista ha señalado que se trata de un material dúctil, con el que es posible hacer lo que se quiera en el momento preciso. Son bultos, paquetes que guardan o esconden algo y que salen del mar.