Siempre experimenta las posibilidades que le entrega el material, en este caso las bolsas de té. Comenzó con una pequeña muestra que de a poco fue ampliando, luego buscó alternativas de soporte y la silla estilo playa cumplió con todos los requisitos al contener amablemente este largo textil: "Quise hacer un contrapunto entre la fragilidad del material empleado y la funcionalidad de la silla, configurando diversos conceptos, tales como precariedad, liviandad y transparencia", señala la artista, quien pasó un buen tiempo cosiendo una a una las bolsitas de papel.