Su obra nace de la articulación de un textil deshilachado y bronce pulido -dispuesto en cuello y puños-, dos elementos que, a pesar de su desgaste, logran ensamblarse a la perfección. La paciencia fue su mejor aliada durante los dos meses que trabajó para dar vida a esta pieza de vestuario, cuya principal inspiración es la milicia, aunque también influyó la propia imagen mental que el artista tuvo de Miguel Ángel "desbastando el mármol". En sus propias palabras, "una obra poco pretenciosa", que busca llegar fácilmente al espectador.