El "plan Harasic" para recuperar influencia en el debate nacional
domingo, 23 de agosto de 2015
Mariela Herrera y Matías Bakit
Reportajes
El Mercurio
Nuevos académicos e investigadores de alto perfil público (con Fernando Atria a la cabeza), nexos con el Congreso y con el Gobierno y énfasis en la transparencia son los primeros pasos del abogado penalista al frente del plantel de Pío Nono. Tampoco han faltado las polémicas.
U na luna de miel, pero con fecha de término. Su duración depende del cumplimiento de plazos, exigencias y metas. Así podría definirse el ambiente que se ha generado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile en los cuatro meses desde que Davor Harasic asumió como decano. Tras doce años de mandato de Roberto Nahum y un polémico año prácticamente sin un titular oficial, hoy la facultad vive una nueva etapa. En eso coinciden adherentes y detractores del nuevo decano en el emblemático edificio de Pío Nono con Bellavista. Y precisamente en los patios de la sede pronto se verán rostros nuevos que se dedicarán tiempo completo a la casa de estudios. Uno de ellos será el constitucionalista Fernando Atria -quien fue parte del equipo que elaboró el programa del gobierno de Michelle Bachelet y es uno de los más decididos impulsores de la asamblea constituyente-. Si bien actualmente es "profesor asociado", ahora será académico con jornada completa desde el 1 de septiembre, por lo que dejará la cátedra que impartía en la Universidad Adolfo Ibáñez. Su llegada forma parte de un plan mayor de Harasic para fortalecer el equipo de académicos con doctorados e investigadores de jornada completa. Con ese objetivo, se llamó a un concurso público para atraer a 34 profesionales con una serie de requisitos (como tener doctorado, publicaciones en revistas indexadas y haber ganado proyectos de investigación, entre otras exigencias). La idea del nuevo decano es tener, según ha comentado, "uno de los grupos de investigación más importantes de América Latina". Y no con cualquier objetivo. Tal como lo dijo en su campaña y luego al asumir, el plan es que el trabajo de los académicos se relacione directamente con las reformas que hoy se están llevando a cabo en el país. El plazo para la convocatoria es este 28 de agosto, por lo que, dicen en la facultad, muy pronto tendrán conformada aquella "masa investigadora". Este proyecto lo financiarán con fondos propios y de la vicerrectoría de Investigaciones. Si bien en Derecho la mayoría aplaude que se dé un impulso a la investigación, algunos académicos son críticos de cómo se diseñó el concurso. Dicen que quienes son doctores no fueron consultados a tiempo y reclaman por algunas de las exigencias. Esto, porque el tener un doctorado ya implica ciertos requisitos además de los que se les pedirían ahora. Incluso, hay quienes califican de "muy complejo" cumplir con todas las exigencias en un año. Las "esquirlas" de sus primeras medidas Pero en general la mirada de estos meses de "gobierno" de Harasic es positiva. Académicos que apoyaron las candidaturas de Pablo Ruiz-Tagle y de Maricruz Gómez de la Torre valoran el ambiente que se vive en la facultad y mencionan como uno de los logros de la actual administración el que hoy todos los procesos de la universidad sean más transparentes y participativos, algo que consideran era un déficit de la gestión anterior. Se menciona también que el decano constantemente está pidiendo opiniones y toma sus decisiones en acuerdo con su equipo. Un ejemplo de esto es que comparte la gestión con la vicedecana Gómez de la Torre, quien fuera su adversaria en la primera vuelta y que luego le dio su apoyo para el balotaje. A pesar de este buen ambiente, aún quedan esquirlas de una de las primeras decisiones que tomó Harasic: remover a Sofía Correa y Pablo Ruiz-Tagle del comité de doctorado. En la facultad explican que cuando asumió la nueva administración muchos procesos y plazos estaban vencidos. Uno de ellos era la permanencia de estos académicos en la instancia. El proceso de renovación de cargos lo llevó personalmente uno de los más cercanos a Harasic, Juan Pablo Mañalich (ver recuadro). Desde el entorno de Ruiz-Tagle comentan que en aquella oportunidad faltó "tacto" y "cuidar más las formas". Nueva Constitución, políticas de género y seguridad El fortalecimiento de la investigación va relacionado con otra agenda que Harasic impulsa desde Pío Nono: que Derecho de la Chile entre de lleno a la contingencia. Ejemplos de esto son los seminarios que se están llevando a cabo. Uno de ellos es el ciclo de discusiones "Proceso constituyente y nueva Constitución", que en su inauguración contó con la presencia del ex Presidente Ricardo Lagos y con el ministro vocero, Marcelo Díaz. Estos encuentros terminarán en noviembre y el día 8 de ese mes se le entregará al Gobierno un compendio de lo abordado en la instancia donde participan 47 profesores en las 13 sesiones programadas. Pero hay quienes critican esta política. Algunos académicos, por ejemplo, no vieron de buena manera que Harasic tomara partido por una asamblea constituyente. Ello, pues su postura puede influir en las discusiones internas que se den en el consejo de la facultad, donde, dicen, se escucha más la voz de los integrantes más radicales. Además, se han realizado dos jornadas de debate sobre la reforma tributaria a las que asistieron figuras como el tesorero general de la República, Hernán Frigolett, y el ex director del Servicio de Impuestos Internos Ricardo Escobar. Para más adelante ya tienen agendado encuentros sobre políticas de género y otro sobre seguridad ciudadana. Esta vinculación con la contingencia tuvo hace unos días un ejemplo concreto cuando se firmó el convenio marco de colaboración entre la facultad y la Municipalidad de Recoleta. El edil Daniel Jadue (PC) y Harasic lideraron la ceremonia que se realizó en el frontis del edificio de Pío Nono. Algunos de los aspectos acordados fueron dictar clases de Educación Cívica en 18 colegios de la comuna, asesorar a pymes del sector y reforzar la escuela sindical que lideran los alumnos para los trabajadores de la zona. No llega Viera-Gallo, pero Insulza sí El 22 de junio, cuando el Gobierno anunció que José Antonio Viera-Gallo (PS) sería el nuevo embajador de Chile en Argentina, se truncó uno de los planes de Harasic. El decano tenía avanzadas conversaciones con el ex ministro para que asumiera un rol clave: ser el nexo entre la facultad y el Congreso, para intentar influir en el debate sobre políticas públicas. Pero con Viera-Gallo ya en Buenos Aires, el decano y su equipo hoy buscan a otra figura que pueda asumir esa tarea. A quien sí logró reclutar es a José Miguel Insulza (PS). El ex ministro y ex secretario general de la OEA, y actual presidente de Chile Transparente, liderará una serie de seminarios sobre "discriminación social e inclusión". Al comienzo, serán seis sesiones cada 15 días y que comenzarán en octubre. Con el Gobierno también pretende estrechar lazos. De hecho, están en permanente contacto con el Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres) para realizar asesorías en los proyectos más relevantes. Pese a que la gran mayoría reconoce como positiva esta búsqueda de influencia en el debate, hay quienes advierten algunos riesgos. En específico, preocupa que el protagonismo que pueda tener el decano se traduzca, según un profesor de la facultad, en una "tentación de pretender ser querido por la masa".
