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Hoteles y spa lo ofrecen como parte de sus servicios:

El poder terapéutico de los baños de vino relaja a unos, pero no convence a otros

domingo, 26 de julio de 2015

Economía y Negocios
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El Mercurio

Para quienes promueven la vinoterapia y han vivido en carne propia las bondades de sumergirse en la cepa de su gusto, no hay dudas. Para los expertos, falta evidencia científica que avale sus reales beneficios.



Para comenzar, un aromático Malbec. Luego un buen Carménère y, como final, un suave Merlot. No se trata de una cata de vinos ni de una sesión de maridaje gastronómico, sino de una secuencia terapéutica que ofrece una exfoliación con pepitas de uva, un relajante baño de vino tinto y una sesión de masajes utilizando esas tres cepas.

Si beber vino con moderación es bueno, utilizarlo en el cuidado corporal también lo es. Así al menos lo creen quienes promueven las virtudes de la llamada vinoterapia; es decir, tratamientos que utilizan distintos tipos de uva, mostos, vinos y aceites derivados, que tendrían una serie de beneficios. Por ejemplo, favorecer el rejuvenecimiento, tonificación y fortalecimiento de la piel; eliminar arrugas, regenerar células muertas, desintoxicar el cuerpo y mejorar la circulación de la sangre.

Se trata de terapias que exprimen el ya conocido efecto antioxidante del vino (ver recuadro).

"La uva es rica en polifenoles, los cuales se encargan de combatir los radicales libres y, por tanto, de prevenir el envejecimiento prematuro y de mantener la dermis joven durante muchos años", dice Alejandra Sanhueza, subgerenta del Área de Armonía del club Balthus, uno de los centros que ofrecen esta terapia en Chile.

No son los únicos. Diversos hoteles y spa a lo largo del país han incorporado a su oferta la vinoterapia, siguiendo una tendencia que comenzó en Europa y que también se encuentra en países como Argentina, Brasil y EE.UU.

Allí, precisamente, una foto que Amar'e Stoudemire, jugador de la NBA -hoy con la camiseta de Miami Heat-, subió a Instagram mientras se daba un baño con vino desató el interés por conocer más sobre el tema... y una interrogante: ¿Es realmente beneficioso?

Un poco de misterio

A pesar de que hay registros de técnicas terapéuticas con vino desde la Edad Media, fue a comienzos de los 90 que un matrimonio en Francia dio forma a lo que actualmente es la vinoterapia.

Por entonces, Mathilde Cathiard y Bertrand Thomas inauguraron el primer establecimiento de vinoterapia en los alrededores de Burdeos, un moderno baño romano del siglo XXI, donde el vino es el protagonista.

En su sitio web ( fr.caudalie.com ) explican que han desarrollado diversas terapias a partir de resveratrol y otros polifenoles presentes en la uva y que cuentan con estudios científicos que avalan su utilidad. Pero esos datos no están disponibles en el sitio, ni tampoco los enviaron al solicitárselos.

En el caso de la inmersión, la penetración de los componentes del vino a través de la capa cutánea serviría también para calmar tensiones musculares, estimular la circulación sanguínea y atenuar várices y la celulitis.

El doctor Andrew Quest, director del Anillo Némesis de la U. de Chile, enfatiza que los beneficios antioxidantes del vino están dados por su consumo moderado, y todo lo demás es especulativo. "La piel es un pésimo órgano para la absorción de diferentes compuestos; está diseñada para que no entren cosas", idea con la que concuerda Jan McGregor, dermatólogo del Royal London Hospital, en un análisis que hizo con algunos pacientes. "Es improbable que una cantidad significativa de antioxidantes absorbida por la piel pueda tener algún efecto. La única manera de enlentecer el envejecimiento cutáneo es una dieta sana y evitar el sol".

Matt Davenport, científico de la U. de California y uno de los anfitriones de la serie web "Speaking of Chemistry", quiso comprobar personalmente los beneficios de la vinoterapia. "El remojo fue muy relajante y refrescante, pero mi piel no se sintió muy diferente después de todo", cuenta a "El Mercurio". Y agrega: "Hay muchos productos que pueden hacer lo mismo por tu piel, y por menos dinero".

El costo de estas terapias varía según su duración, pero en el país cuestan alrededor de $50 mil. En EE.UU. y Europa, en cambio, pueden alcanzar los 500 dólares, o más.

"En mi apreciación personal, hay mucha sugestión en los beneficios del vino por esta vía", opina el doctor Quest.

Davenport piensa parecido: "Creo que la gente toma estos baños de vino para sentirse mejor. Entonces, no creo que para ellos realmente importe si ese beneficio viene de las propiedades químicas del vino o de un efecto placebo. Aún hay un poco de misterio en cómo estos antioxidantes trabajan en nuestro cuerpo".

$50 mil
Es el valor aproximado de las terapias con vino en el país, que varían según su duración y técnica. En EE.UU. y Europa, en cambio, pueden alcanzar los 500 dólares o más.

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