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Las lecciones de Anita Reeves y Catalina Saavedra

viernes, 12 de junio de 2015

Economía y Negocios

El Mercurio

Después del éxito de la película "La nana", vuelven a trabajar juntas en "Desastres naturales", de Bernardo Quesney, una inteligente comedia coescrita por Pedro Peirano que transcurre en un colegio y que se estrena este próximo 18 de junio. De educación, de cine, de la crisis de las teleseries y de actuar con coherencia hablan estas talentosas actrices.



Es un jueves en la mañana, y en el patio de entrada de la sede sur de la Uniacc los estudiantes, en su mayoría de teatro y artes escénicas y audiovisuales, han montado una pequeña feria de pulgas, con ropa y libros para vender.

-Lléveselo a luca -dice un estudiante, y Anita Reeves, decana de esa institución, lo mira risueña y acaricia el libro usado entre sus manos:

-"Demian", de Herman Hesse, buena cosa -dice.

-Entonces lléveselo a cuatro lucas.

Todos ríen, también Anita Reeves, ahora preocupada de sus clases y de los avatares administrativos de su cargo como decana.

-Antes era directora de teatro de la universidad y siempre he sido docente; he dado y doy clases de teatro -dice la actriz, quien reiterará su desconocido rol de profesora en la ficción, en la película "Desastres naturales", del joven talento Bernardo Quesney (apenas 25 años y tres películas). Allí, Anita Reeves es Raquel, una profesora jubilada que intempestivamente regresa a hacer clases en un colegio rural. Su llegada es un descalabro porque los alumnos, liderados por Montserrat Ballarin (María Jesús en "Pituca sin lucas"), comienzan una toma en una sala de clases para lograr la reincorporación de la retirada maestra. Una situación que pone los pelos de punta a la directora y sostenedora del establecimiento, rol a cargo de Catalina Saavedra.

Anita Reeves, ahora en su oficina, habla de su carrera como actriz corriendo en paralelo como maestra.

-Empecé a hacer ayudantía cuando era estudiante de teatro -cuenta. Desde esa época ha mantenido vivo su rol de pedagoga teatral: en universidades, escuelas, municipalidades, talleres. -Me acuerdo que en una época ayudé a hacer clases a Franklin Caicedo, en una petroquímica; a comienzos de los 70 había muchas fábricas y empresas que tenían grupos de teatro, era muy lindo eso -recuerda.

En cine nunca había hecho de docente, pero en televisión sí.

-En "La represa", ¿te acuerdas? -dice sobre la notable teleserie de 1984. -Hice de señorita Lucy, un personaje que amé, con un texto notable de José Pineda. Lucy era una profesora y les daba clases a los niños de primaria del pueblo que se llamaba Los Laureles. Esa historia era sobre la creación de la represa de Colbún; de hecho, nosotros estuvimos en Colbún antes de que se anegara. Se grabó antes.

LA LECCIÓN DE LOS JÓVENES.Catalina Saavedra entra ahora a la oficina de la decana Anita Reeves. Están juntas de nuevo, después de "La nana", la película de 2009 de Sebastián Silva que ganó Sundance y el premio para Mejor Actriz para Catalina Saavedra. Y juntas de nuevo después del rodaje más reciente: "Desastres naturales".

-Catalina, ¿has hecho clases alguna vez?

-No. Una vez cuando egresé de la escuela hice clases cuatro años en el colegio Santa Catalina de Siena. Pero siempre he tenido clarísimo que me ha importado mucho el tema de la docencia. Creo que es una responsabilidad tremenda. Hay que tener vocación y talento, y hay que tener una especie de servicio a la comunidad.

Anita Reeves asiente con la cabeza.

-Para mí, enseñar es transmitir y compartir lo que amas, la vocación que amas, y compartir valores. Esencialmente, transmitir valores, valorizar la profesión del actor.

Ambas, risueñas, se vuelven a conectar con una taza de café para evadir el frío otoñal de Santiago.

-Yo supe después que iba a volver trabajar la Cata en "Desastres naturales" -dice Anita Reeves.

-Yo antes, parece -agrega Catalina Saavedra. -Soy fan de Bernando (Quesney). Lo conocí cuando hicimos "Volver a mí", esta serie de las adicciones. Él estaba haciendo la práctica, era muy chico. Todavía es muy chico, yo le digo "la guagua" y es gigante, alto y medio pavo. Desde ese momento me hice muy simpatizante de él, porque es muy particular de personalidad, y a mí me atrae mucho eso de la gente. En los rodajes comparte, conversa, convive con los técnicos, y yo me divertía mucho con él. Hicimos muy buena onda. Después me lo encontré en "La jubilada", donde hizo producción. Y luego lo fui viendo crecer en sus videoclips.

Videoclips para bandas como Dënver, Javiera Mena y Gepe, y además un puñado de filmes "guerrilla" como "Sed de mar" (2008, que filmó con solo 19 años) y "Ciencia ficción" (2013).

-Bernardo tiene una cabeza metodológica -elogia Anita Reeves. -Sabe para dónde va, cumple sus objetivos y es riguroso, a pesar de que es un chico muy alegre. La personalidad de Bernardo me encanta. Le agradezco mucho, porque no es fácil encontrar gente así. De repente, eso sí, es medio cortado.

-Como que estuvieras hablando con un adolescente -compara Catalina Saavedra. -Es genial eso. Pero dentro de esa precariedad de lenguaje lo dice todo.

-Es un anciano sabio -agrega Anita.

-Si ir más lejos -interrumpe Catalina- creo que Pedro Peirano lo escuchó por eso -dice sobre la colaboración que hizo en el guión el hombre detrás de "31 minutos" y de los diálogos de "No". -Bernardo va a conseguir muchas cosas en la vida por esa lucidez que tiene, y por su simpatía, porque es muy liviano de sangre.

Las dos dicen que aprendieron mucho al trabajar con alguien tan joven como él. Mencionan "la libertad creativa", "el riesgo", "la claridad". Y ambas niegan haberle hecho clases a este nuevo valor del cine chileno.

-Él sabe un montón -dice Anita Reeves.

LA LECCIÓN DE LAS TELESERIES. Anita Reeves ha aprendido varias cosas en sus años de actuación. Una es que el cine siempre será un polo de atracción para ella.

-Acabo de participar en la nueva película de Silvio Caoizzi, "Y de pronto el amanecer", en Chiloé. La película se desarrolla en varios tiempos, y a mí me tocaron los años 70. De profesora pasé a ser la dueña del prostíbulo del lugar, un poco más abrigada, pero no lesa. Es primera vez que trabajo con Silvio. Antes me había llamado y yo estaba trabajando en el canal 7 y no me dejaron ir. Más pesados en TVN, después de 28 años te fuiste no más, mucho gusto y hasta luego.

La alusión es a su partida del canal estatal hace un quinquenio. Por el contrario, Catalina Saavedra ha vuelto a la TV como parte del elenco de "Matriarcas".

-Estoy grabando, pero ni tan a full porque es un elenco grande. Todos los días grabo, pero no tantas escenas. Por suerte, porque antes de aceptar trabajar "Matriarcas" ya tenía programado mi año teatral (de hecho, hoy estrena en el GAM "Las cosas que nunca tuve", basada en versos de Gabriela Mistral).

-Catalina ¿qué te convenció de regresar a una teleserie luego de decir que no harías una de nuevo?

-Yo estaba muy desencantada, y todavía lo estoy, del poder de las teleseries en TV. Encuentro que es un país muy raro en el que dan teleseries todo el día, todos los canales y a todas las horas. Las programaciones constan de matinales, teleseries, noticias... como que no existiera otra posibilidad.

-Y noticias sobre los matinales y las teleseries -interrumpe Anita Reeves.

Catalina sigue: -Por suerte existen las series, a veces. Pero me convencieron. Fueron muy insistentes. Creo que fue un gesto de humildad de TVN invitarme a pesar de todos mis pelambres acerca de sus propios productos. Creo que sobre la fábrica de salchichas hay que hacer algo. Y sentí que me dieron la oportunidad, como dice mi mamá, de aportar desde adentro, dentro de lo que me corresponde que es opinar, arreglar guiones, proponer ideas. Ojalá que en algún momento aprendan, si quieren insistir en hacer más teleseries, en evolucionar respecto a lo que existe: los brasileños evolucionan, los turcos también.

Más que evolucionar, Anita Reeves cree que la solución para reencantar audiencias es otra:

-Tienen que involucionar, volver atrás. Tienen que volver a las historias humanas, por eso creo que es bueno que vuelvan a los grandes elencos, más repartidos. Yo hice hartas cosas dentro de la TV, no solo actuar: dirección de actores, en una época tuve que ayudar a arreglar guiones para acortar teleseries, como "El milagro de vivir", que era en un hospital. Y lo otro que hacía era resumir los capítulos a dos páginas si eran muy complicados. Hice talleres también para algunos directores.

Para Catalina Saavedra, son claras las lecciones que dejan las fallidas teleseries locales:

-Creo que el contacto con la realidad nuestra se hizo hasta (Vicente) Sabatini, con eso de salir y mostrar Chile, culturas de nuestro mismo país. Después, las teleseries se transformaron en cosas más turbias, más siniestrillas, y aparecieron las nocturnas que significan sexo o cosas terribles. Y las de la tarde son como medio parecidas a las mexicanas, con temáticas súper repetidas. A mí también el tema de "Matriarcas", me parece harto más original.

-¿Y qué hay que hacer para arreglar las teleseries?

Anita Reeves: Tienen que dejar de hacer las cosaslight. Porque para abaratar costos empezaron a hacer videoclips, no teleseries, entonces no había un contenido. Tienen que hacer cosas que tengan un contenido.

Anita Reeves ahora apuesta por creativos jóvenes como Bernardo Quesney, o canales más pequeños donde hay más libertad:

-Acabo de hacer "Los Años Dorados", para UCV, con Gloria Munchmeyer, Carmen Barros y Consuelo Holzapfel... los canales chicos están arriesgando, y creo que les va a ir muy bien. Creo que en general en la televisión confunden ritmo con velocidad. ¿Y por qué cambió? Porque hay varios directores, no todos, que con suerte han leído dos boletas de compraventa, tienen cultura Orlando-Miami. No estoy pidiendo que lean el "Ulises", pero sí que tengan mayor capacidad.

"Hay que dejar de hacer las cosas light. Porque para abaratar costos empezaron a hacer videoclips, no teleseries, entonces no hay contenido", dice Anita Reeves sobre la crisis de las telenovelas.



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